Heraldo-Diario de Soria

INFRAESTRUCTURAS

Acuaes descarta que las obras de la depuradora de Soria provoquen contaminación al Duero

La sociedad estatal explica que la nueva depuradora mantiene el «ritmo planificado» con el objetivo de que a finales del 2023 los vertidos de la ciudad vayan a la nueva EDAR

Vista aérea del conjunto de la nueva depuradora. HDS

Vista aérea del conjunto de la nueva depuradora. HDS

Publicado por
JOSÉ SOSA
Soria

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Aguas de las Cuencas de España (Acuaes) continúa avanzando en el desarrollo de las obras de la nueva depuradora de aguas residuales (Edar) de Soria situada en los terrenos de Sinova. La intervención, que moviliza más de 60 millones, avanza según «el ritmo planificado». La sociedad estatal asegura que la construcción del túnel y de la depuradora «no están contaminando» las aguas del Duero, tal y como denunció Asden a finales del pasado mes de noviembre. 

La organización ecologista denunció hace unas semanas que «las obras del túnel de la nueva depuradora de Soria están contaminando y enturbiando el río Duero que está declarado Red Natura y es zona  truchera desde hace meses sin que las administraciones hayan impuesto medidas para evitarlo». En su opinión, las labores desarrolladas en Sinova «están enturbiando estos días el río Duero con un gran volumen de agua originada por perforación del túnel que arrastra sedimentos y también los productos cementantes que se están usando en tal obra».

Desde Acuaes explican que el proyecto cuenta con una «amplia campaña geotécnica» que analiza la geología de los 5 kilómetros del túnel, si bien falta información de los 800 primeros metros. Esto se debe a «la negativa de autorización de los propietarios de los terrenos a que se ejecutaran campañas geotécnicas previas». En esa zona se han encontrado «facies con presencia de bolsas de agua intercaladas ente estratos estancos». 

De cara a la perforación del túnel se implantó «una completa batería de medidas preventivas» ante la posibilidad de que hubiera este tipo de estratos. Por ese motivo, se seleccionó una tuneladora «totalmente estanca, con escudo cerrado». Esta característica permite que «solo en los trabajos puntuales de mantenimiento se requiera el bombeo de las posibles filtraciones al exterior». De la misma forma, el material de sellado utilizado «asegura la estanqueidad de la perforación» posibilitando que las aguas subterráneas «queden confinadas en sus acuíferos habituales». 

Los impulsores del proyecto de la depuradora aclaran que para tratar las posibles filtraciones y los retornos de los aportes de agua en la operación de excavación y sellado se ha habilitado un depósito de decantación con dos cámaras independientes. De esta manera, queda retenida la materia sólida que pueda haber sido arrastrada por el agua. La segunda cámara tiene agua limpia que cumple los criterios autorizados para su vertido al arroyo Villarejo, cerca de su desembocadura en el Duero. 

Acuaes explica que en situaciones «muy excepcionales» que, a su juicio, Asden ha planteados como regulares, los trabajos de mantenimiento de la maquinaria requieren «parar la cabeza de corte de la tuneladora, suspender las inyecciones de sellado y abrir la cámara frontal de la tuneladora». Es en estos «momentos puntuales» en los que el posible caudal existente en el frente es recogido «y conducido al exterior de forma que, si este es abundante, pueda superaer la capacidad de la conducción de salida». 

En este sentido, la sociedad pública puntualiza que «no implica» que el caudal finalmente vertido en estas circunstancias «esté contaminando» o que se incumplan los parámetros de vertidos autorizados». «Todo lo contrario, se trata de agua limpia procedente del subsuelo en el que se encuentra la cabeza de corte y que en su discurrir por el interior del túnel excavado arrastra los finos existentes, que producen la turbidez que puede ser apreciada en algunas imágenes y que cumple con los parámetros autorizados según queda recogido en los ensayos que periódicamente son realizados por laboratorio homologado», afirman desde Acuaes.  De manera rotunda, la sociedad dependiente del Miteco recalca que «no pude afirmarse en modo alguno que la construcción del túnel y la depuradora estén contaminando las aguas del Duero». 

Acuaes recuerda como en ocasiones, en época de lluvias, el río adopta un color rojizo que está producido «por los arrastres de la escorrentía en los terrenos arcillosos que rodean la ciudad y que acaban llegando a los cauces». En estas últimas semanas, se han registrados dos periodos de lluvias intensas entre el 7 y el 11 y el 20 y 22 de octubre que han acumulado 24 y 13 litros por metro cuadrado y que «han ocasionado arrastres en toda la comarca y afectado a la turbidez y color de los cauces». 

Las obras, tal y como está explicado con anterioridad, «avanzan al ritmo planificado». Al inicio de la intervención hubo unos ligeros problemas por la «tardanza en la conexión de la acometida eléctrica de la tuneladora» lo que provocó un «retraso en el inicio de la perforación». La finalización del túnel se estima para «finales de 2023». Fuentes de Acuaes explicaron que de cara a la llegada de la primavera, en los meses de marzo o abril, y siempre que las condiciones climáticas lo permitan, está previsto organizar visitas guiadas a las obras para que los vecinos de Soria y Los Rábanos puedan ver el desarrollo de las mismas. 

Para Acuaes es «poco comprensible» la «fuerte oposición» que tienen frente al proyecto «algunas asociaciones, supuestamente ecologistas, que movilizadas por intereses particulares atacan el desarrollo de una actuación que sin duda mejorará el tratamiento de las aguas residuales de estos municipios». La sociedad estatal insiste que las obras mejorarán la calidad de las aguas del Duero, preservando el recurso y propiciando «una mejora en el estado de conservación de los ecosistemas fluviales y los espacios protegidos, así como a todas las poblaciones situadas aguas abajo que se sirven de este recurso». 

 

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