Apenas el 30% de los sorianos recibe vacunación de refuerzo contra el covid

La vacunación contra el covid ha perdido fuelle. La sensación de que las nuevas variantes de coronavirus ya no reviste gravedad y de que las dosis iniciales confieren inmunidad han reducido sensiblemente la demanda de dosis de refuerzo para protegerse frente al virus que paralizó el mundo no hace ni tres años. En la campaña 2022/2023 apenas se ha vacunado el 29,2% de los sorianos, según la información que maneja la Consejería de Sanidad. Con todo, Soria se encuentra por encima de la media de la Comunidad Autónoma donde la dosis de refuerzo se la han puesto sólo el 27,5%.

El total de personas con vacunación de refuerzo en esta campaña en Soria se queda en una cifra mínima de 24.022 –todos con la marca Comirnaty original / Omicron BA.4-6–, comparándola con aquellos que disponen del ciclo completo, 78.977, que son el 90,96%. 

Se considera protección de ciclo completo a aquellos que  tienen dos dosis, o una si fue la vacuna de Janssen, así como a las personas menores de 65 años con una dosis que previamente habían pasado la enfermedad. También a quienes sufren una patología de algo riesgo y han recibido ya tres dosis espaciadas con los intervalos adecuados según vacuna.

En total se han administrado en estos dos años 232.143 dosis en la provincia de Soria.

La segunda dosis de refuerzo cuenta con más adeptos entre las personas mayores de 60 años con porcentajes más altos a medida que aumenta la edad del beneficiario. El bajón significativo se evidencia con los del grupo de edad de 50, donde apenas el 11,4% ha acudido a ponerse la vacuna de refuerzo, tal y como indica la estadística de la Consejería de Sanidad.

Los mayores de 89 años ya la tienen en un 91,5% los hombres y un 87,1% las mujeres; entre los de 80 y 89 baja ligeramente al 81,1% en hombres y 78,3% en mujeres. El descenso continúa entre los de 70 y 79 años con un 71,6% de varones vacunados y un 67,4% en el caso de las mujeres. Un nuevo escalón se baja con aquellos que están entre los 60 y los 69, con un 56% en ambos sexos.

El salto cuantitativo llega para los nacidos en la década de los 70. Apenas el 15,3% de las mujeres de entre 50 y 59 se han puesto la vacuna de refuerzo, y en los hombres es mucho menor, el 7,5%. Pasa algo similar entre los 40 y los 49 años puesto que ellas ya tienen la dosis en un 9,7% mientras que de ellos sólo la han recibido el 4,4%. Entre los treintañeros, el 7,1% de las mujeres y sólo el 2,9% de los hombres. Una circunstancia que puede ir unida al hecho de que existen más féminas en empleos sanitarios o sociosanitarios que por su relación con los vulnerables fueron receptoras de la vacuna de refuerzo. El refuerzo es apenas testimonial entre los veinteañeros, un 5,5% en las chicas y un 1,8% en los chicos; mientras que de 13 a 19 años, ellas sólo han recibido la vacuna de refuerzo un 1,1% y ellos un 0,6%.

Respecto al ciclo completo, el porcentaje más bajo está entre los menores de 5 a 12 años, pero aun así se encuentra al 75%.

Dosis para menores de 60

Desde mediados de diciembre, el Servicio de Salud de Castilla y León (Sacyl) ofrece la segunda dosis de refuerzo contra el coronavirus a todas las personas menores de 60 años que lo deseen en su centro de salud, de acuerdo con lo avalado por Gobierno y comunidades autónomas en la Comisión de Salud Pública.

Como confirmó entonces el viceconsejero de Asistencia Sanitaria, Planificación y Resultados en Salud de la Consejería de Sanidad, Jesús García Cruces-Méndez, se ha establecido para todo el Sistema Nacional de Salud que los menores de 60 años que quieran ponerse la segunda dosis de refuerzo, podrán hacerlo.

Así, se facilita la vacuna de forma voluntaria a estas personas aunque no tengan patologías previas ni sean de riesgo, dosis que recibirán en su centro salud, ya que como explicó García Cruces-Méndez, la Atención Primaria es la forma en la que pueden «llegar mejor» a un grueso de la población.

Por otro lado, el acuerdo de la Comisión de Salud Pública contempla también la vacunación para los niños de entre seis meses y cinco años, aunque en este caso, sólo para aquellos casos de inmunodepresión.