MICOLOGÍA
La campaña micológica en Soria deja 38 denuncias, la más baja del lustro por la escasez y la vigilancia
Hasta ahora se han intervenido 292,57 kilos de níscalos y de boletus edulis en la vigilancia de los 17 acotados micológicos de la provincia,un producto valorado en origen en 1.948,85 euros
La temporada micológica se está alargando más de lo habitual debido a la persistencia de lluvias y a la falta de heladas, de modo que todavía se pueden recolectar especies en algunos montes de la provincia, como níscalos o setas de cardo, dos de las comestibles más conocidas. Una campaña que tardó en arrancar precisamente por la necesidad de agua, además de por el exceso de calor, y ahora sigue dando los últimos coletazos, aunque las producciones son escasas.
Por ello, sigue en marcha el operativo micológico, en el que participan tanto agentes medioambientales de la Junta como la Guardia Civil, y que hasta el momento ha interpuesto 38 denuncias, todas ellas infracciones administrativas y la mayor parte por recolectar sin autorización o por exceso de cantidad en función del permiso que llevaban los infractores. Además, tres denuncias se han tramitado por transporte del producto sin acreditación y se han interceptado tres vehículos.
Hasta el momento se han intervenido 292,57 kilos de níscalos y de boletus edulis en la vigilancia de los 17 acotados micológicos que hay en la provincia y que regulan en su conjunto más de 183.000 hectáreas. Un producto valorado en origen en 1.948,85 euros que son recuperados para la propiedad o titularidad del acotado y para el fondo de mejoras de los montes.
Es el dato más bajo de los últimos cinco años, directamente relacionado con la producción de la temporada. También es cierto que este año la campaña ha sido muy floja por la falta de precipitaciones hasta diciembre. A modo de comparativa, el año pasado se habían decomisado 790 kilos de setas y se tramitaron 62 denuncias. Y en 2020 la mercancía intervenida casi alcanzó los 7.000 kilos (6.977), en un año en el que se interpusieron 140 denuncias. Una cantidad importante de producción silvestre que no obstante, los agentes de la autoridad pudieron demostrar su trazabilidad y retornó a los propietarios de los cotos para que procedieran a su venta.
El año 2019 también fue muy productivo, y se decomisaron 8.950 kilos de setas en los montes de Soria. Los agentes medioambientales y los de la Guardia Civil interpusieron hasta 545 denuncias e interceptaron 24 vehículos. Y en 2018, 38 denuncias y 335 kilos intervenidos.
Además del decomiso del producto micológico y de diversos utensilios utilizados para cometer la infracción se han instruido las correspondientes denuncias para la incoación de los pertinentes expedientes sancionadores por infracción al nuevo Decreto 31/2017, de 5 de octubre, que regula el recurso micológico silvestre en Castilla y León, así como a la Ley 43/2003, de Montes estatal y la Ley 3/2009, de Montes de Castilla y León, que prevé la posibilidad de incautación o decomiso del vehículo o medios de transporte utilizados para cometer la infracción, a cuyos efectos existe un protocolo de intervención conjunta entre la Guardia Civil y los agentes medioambientales para el caso de denuncias que se tramiten por vía penal como delito mayor.
Pero lo cierto es que desde el Servicio Territorial de Medio Ambiente constatan que estos últimos años se va notando la efectividad de las medidas coercitivas como la incautación de los medios de transporte tanto en campo como en carretera, dado que en esta campaña sólo se han interceptado tres vehículos, cuando algún año se han llegado a decomisar hasta 24.
El descenso de estas infracciones demuestran la eficacia del operativo que ha puesto en servicio la Junta de Castilla y León en coordinación con la Guardia Civil, reforzando el campo para el control de la recolección de setas. El objeto de este tipo de operativos, en el que también participan agentes medioambientales de las entidades propietarias como el Ayuntamiento de Soria y la Mancomunidad de los 150 Pueblos, es controlar a recolectores ilegales, evitar malas prácticas recolectoras para evitar daños al monte y hacer que el aprovechamiento micológico sea sostenible en el tiempo. Además, gracias a estos dispositivos se evita que haya pérdida de recursos micológicos en los pueblos, ayudando a que no se perjudique el desarrollo rural.
En el protocolo a seguir, una vez realizados los decomisos, la Guardia Civil o los agentes medioambientales deben llamar a los propietarios del coto donde se han interceptado las setas y es el propietario del acotado el que tiene que hacerse cargo de las mismas. Tras la oportuna inspección por expertos que comprueban su idoneidad para la comercialización, teniendo en cuenta que es un producto perecedero, el producto se intenta posicionar en el mercado a través de las empresas de comercialización legalmente establecidas.
En el caso de Montes de Soria, la asociación de propietarios que concentra la mayor superficie regulada con 170.000 hectáreas, el colectivo cuenta con un sistema de gestión mediante el cual dispone de una lista de empresas instaladas en la provincia y con el registro sanitario correspondiente con las que se pone en contacto para que supervisen la mercancía y la clasifiquen en función del estado de la misma, dado que al ser un producto perecedero el tiempo es clave. Una vez desechado todo lo que se encuentre en mal estado el resto se pone a la venta, si bien los ingresos procedentes de estas transacciones revierten de nuevo en la asociación para acciones de mejora en sus montes. El objetivo en última instancia es garantizar la seguridad alimentaria y que ya que el destrozo está hecho en el monte, que al menos lo que se ha obtenido por la mercancía requisada se invierta otra vez en el monte afectado.