Heraldo-Diario de Soria

Eliminación del impuesto de sucesiones: 1.368 contribuyentes en Soria se ahorran 7,5 millones

La Junta sostiene que ha mejorado la competitividad fiscal de la Comunidad, con una subida de siete puestos en el ranking en un año

El consejero de Economía y Hacienda y portavoz, Carlos Fernández Carriedo, presenta los datos de la supresión del Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones en Castilla y León.-ICAL

El consejero de Economía y Hacienda y portavoz, Carlos Fernández Carriedo, presenta los datos de la supresión del Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones en Castilla y León.-ICAL

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Soria

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La práctica supresión del Impuesto sobre Donaciones, vigente desde mayo de 2021, ha beneficiado a 29.780 castellanos y leoneses, lo que ha supuesto un ahorro fiscal para los contribuyentes de la Comunidad de 218 millones de euros y ha permitido realizar donaciones por valor de 1.444,5 millones de euros.

El consejero de Economía y Hacienda y portavoz, Carlos Fernández Carriedo, presentó hoy en Burgos los datos de la supresión del Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones en Castilla y León, donde aseguró que ello ha permitido reducir al 99 por ciento el coste fiscal al que se encuentran sometidas las adquisiciones de bienes y derechos por herencia o donación entre familiares directos, cónyuges, descendientes y ascendientes y ha supuesto un beneficio medio en donaciones de 7.317 euros para los contribuyentes castellanos y leoneses. 

En este sentido, el responsable autonómico precisó que “ahora Castilla y León tiene diez veces más de donaciones habiendo eliminado el tributo que antes de la eliminación” y agregó que ello ha permitido “mejorar la actividad productiva, el bienestar de los ciudadanos, mantener la empresa familiar e incrementar la recaudación tributaria en Castilla y León”.

Por provincias, en Ávila han sido 2.102 contribuyentes los que se han ahorrado 8,7 millones de euros; 4.506 en Burgos, por valor de 33 millones; 5.429 en León, con un ahorro de 43,6 millones de euros; 2.021 contribuyentes en Palencia, que se han ahorrado 14,2 millones. En el caso de Salamanca fueron 3.752, por 37,8 millones; 2.280 en Segovia, por 15,3 millones; 1.368 beneficiarios en Soria, por 7,5 millones; 5.877 en Valladolid, con un ahorro de 46,5 millones de euros; y 2.445 contribuyentes de Zamora, que han ahorrado 11 millones, informa Ical.

Según Fernández Carriedo, estos datos demuestran que la eliminación de este impuesto ha contribuido al crecimiento económico, a la mejora del bienestar de los ciudadanos de la Comunidad –al eliminar la traba que el pago del impuesto pudiera suponer a la transmisión de los bienes entre familiares directos– y al incremento de las bases imponibles en otros tributos. 

También, consideró que esta supresión ayuda al relevo intergeneracional de empresas y negocios, así como al emprendimiento, pues el pago del impuesto no supone un obstáculo para ello. Además, añadió que con esta medida se estimula la demanda interna al generar una mayor disponibilidad de rentas a los contribuyentes de Castilla y León; se incentiva la actividad económica y la inversión, incrementando el consumo por el aumento de la renta disponible para la economía familiar; y se favorece el crecimiento económico y la creación de empleo.

Con la supresión del Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones, explicó que ha seguido avanzando en el desarrollo de una política fiscal moderada y justa, con bajadas de impuestos, para favorecer el crecimiento económico y el empleo y, al mismo tiempo, apoyar a las familias, autónomos, pymes y medio rural con una fiscalidad favorable.

Mejora de la competitividad fiscal

La bonificación del 99 por ciento del Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones de la Junta ha supuesto una mejora de la competitividad fiscal de la Comunidad. De hecho, Castilla y León es “la autonomía que más ha avanzado en 2021 en el Índice Autonómico de Competitividad Fiscal, consolidando su posición en 2022”, sostuvo.

Así, subrayó que Castilla y León ha subido siete puestos en un solo ejercicio hasta alcanzar la cuarta posición, solo por detrás de Madrid, País Vasco y Canarias, “a diferencia de España”, dijo, “que ha retrocedido once puestos, situándose en el cuarto por la cola de los 38 países de la OCDE, como consecuencia de la política fiscal desarrollada por el Gobierno de España”. “Las comunidades con un mejor índice de competitividad fiscal son las que más probabilidades tienen de atraer actividad empresarial, generando más crecimiento económico y empleo”, resumió.

Otras bajadas tributarias

Las rebajas impositivas aplicadas por la Junta de Castilla y León, que disminuyen la presión fiscal a familias, jóvenes, autónomos y empresas, se completaron en 2022 con la aprobación de la Ley 2/2022, de 1 de diciembre, de Rebajas Tributarias en la Comunidad. 

Uno de sus beneficios es la disminución del IRPF para todos los contribuyentes de Castilla y León, rebajando la tarifa autonómica en el tramo más bajo, minorando un 5,3 por ciento el tipo mínimo, pasando del 9,5 por ciento actual al 9 por ciento. De esta forma, Castilla y León se sitúa como la segunda Comunidad con el tipo mínimo más reducido de IRPF de todo el territorio nacional.

Por otra parte, la Ley de Medidas Tributarias, Financieras y Administrativas –que se está tramitando en las Cortes y entrará en vigor con efecto retroactivo a 1 de enero de 2023–, contempla mejoras para las familias numerosas, con una deducción de 600 euros para todas las familias numerosas, con carácter general; 1.500 euros para las familias numerosas con cuatro descendientes; 2.500 euros en el caso de cinco descendientes; y 1.000 euros adicionales a partir del sexto hijo y sucesivos. Además, cuando uno de los cónyuges o descendientes tenga un grado de discapacidad igual o superior al 65 por ciento, las deducciones se incrementarán en 600 euros. 

Además, incluye ventajas fiscales encaminadas a apoyar al medio rural y a las familias: la mejora de la deducción en el IRPF por adquisición o rehabilitación de vivienda habitual por jóvenes en zonas rurales, elevando en más de un 10 por ciento tanto el valor máximo de la vivienda sobre el que se va a aplicar la deducción (hasta 150.000 euros), como la base máxima anual de deducción (hasta 10.000 euros anuales). 

En este punto, Fernández Carriedo resaltó que en Castilla y León, como el tipo de gravamen es del 0,01 por ciento, en una vivienda en el medio rural de 150.000 euros, “un joven solo tendrá que pagar 15 euros en el impuesto de transmisiones patrimoniales frente a 15.000 euros en otras comunidades autónomas”.

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