MUNDO AGRARIO
El calor y la falta de agua, culpables de los daños al campo que dejan 12,6 millones en indemnizaciones en Soria
Se trata de un 21,1% más que la cantidad que recibieron los agricultores y ganaderos en la campaña anterior, pero se ha duplicado la superficie siniestrada, con 139.000 hectáreas afectadas
Las elevadas temperaturas y la falta de agua han sido las culpables de los daños en el campo durante 2022, que han dejado siniestros por valor de 12,6 millones de euros. Se trata de un 21,1% más que las indemnizaciones que recibieron los agricultores y ganaderos de la provincia en la anterior campaña, según los datos facilitados por la Agrupación de Entidades Aseguradoras de los Seguros Agrarios Combinados (Agroseguros). Es además la mayor cantidad registrada en los últimos cinco años, e incluso triplica la abonada al sector en 2020, cuando fueron 4,22 millones de euros.
Esta situación se refleja igualmente en la superficie que se ha visto afectada por los siniestros ocurridos a lo largo de 2022, que cierra con más de 139.000 hectáreas frente a las 64.400 registradas durante el año 2021, de modo que se ha duplicado el terreno dañado en la última temporada agraria.
Sobre todo en la línea 309 de herbáceos extensivos. Las producciones de estos cultivos han sido las que más daños han sufrido la pasada cosecha con 11,5 millones de euros, de los cuales 10,4 millones vienen derivados del exceso de calor y la ausencia de precipitaciones, situaciones ambas que han dañado especialmente a estos cultivos. Así, la superficie del cereal y las oleaginosas dañada en 2022 fue de casi 139.000 hectáreas, es decir, prácticamente el total siniestrado en la provincia.
El resto hasta completar el total de las cantidades abonadas se reparte entre los seguros pecuarios, algunas hortalizas, uva de vino, industriales no textiles, tales como la remolacha o el lúpulo, además de frutos secos.
Es la tercera provincia de Castilla y León donde más indemnizaciones han recibido los productores asegurados, por detrás de Burgos, con 14 millones de euros, y Valladolid, con 13,3 millones de euros. En cuarto lugar, Zamora (12,1 millones), León (8,2 millones), Palencia (6,7 millones), Segovia (6,2 millones), Salamanca (4,7 millones) y Ávila (3,4 millones). La alta siniestralidad e indemnizaciones abonadas por Agroseguro, confirman los graves efectos de la realidad climática actual, y constata la utilidad y eficacia del seguro agrario para garantizar el futuro y viabilidad de las explotaciones agrícolas y ganaderas. El aumento de los fenómenos meteorológicos graves ha sido constante a lo largo de la última década.
Con respecto al número de pólizas, en 2022 se suscribieron en Soria 5.004, un 23% menos que en 2021, cuando se contabilizaron 6.551 pólizas. El principal ‘responsable’ del descenso se produce en los seguros complementarios de herbáceos, aquéllos que se realizan durante la primavera y que sirven para ajustar al alza las expectativas de producción que se aseguraron en los módulos de otoño. Y es que, según indican fuentes de Agroseguro, tras un invierno y primavera muy secos se suscribieron muchas menos pólizas que en 2021. En concreto, en la primavera de 2022 se realizaron 496 pólizas de seguros complementarios por las 1.877 de 2021, lo que supone un 73% menos. Además, también el número de pólizas del módulo P (conocido como módulo de pedrisco y que también se suscribe en primavera) fue un 14% menor.
Para esta campaña 2023, sin embargo, la superficie agraria asegurada de cultivos herbáceos en la provincia de Soria ha disminuido ligeramente en la última campaña de contratación con respecto al año anterior, un 2%, con 228.629 hectáreas protegidas frente a las 233.469 hectáreas de la temporada anterior, según los datos facilitados por Agroseguro. La causa no es otra que el descenso de las tierras sembradas durante el otoño debido a los altos costes de producción que han tenido que asumir los agricultores después de una cosecha asolada por la sequía.
No obstante, en la provincia hay un promedio de implantación del seguro agrario en los cultivos herbáceos del 88%. Y es que su nivel de aseguramiento es muy elevado al ser un territorio que en gran parte soporta una climatología irregular y extrema, desde pedrisco a heladas, pasando por sofocantes temperaturas, sequía, e incluso hasta inundaciones, de modo que la producción agraria está sometida a riesgos difíciles de prever y evitar. Por ello, asegurar la tierra se convierte en una necesidad, si se quiere reducir la incertidumbre de los agricultores, ganaderos, acuicultores y propietarios forestales y garantizar la estabilidad de sus explotaciones.
Tampoco la situación de los últimos años ha favorecido a la agricultura, dado que se está caracterizando por su gran variabilidad, precisamente con fenómenos meteorológicos muy intensos y extremos. Finalizado el periodo de contratación de los módulos 1 y 2 de los seguros para los cultivos herbáceos, que cubren el riesgo de sequía, a finales del mes de diciembre en Soria se han protegido 228.629 hectáreas para garantizar una producción asegurada de 163,96 millones de euros.
Así, ha supuesto un incremento de un 10,3% con respecto al mismo periodo del año pasado, cuando se aseguró un capital que se elevó a 148,58 millones de euros. Para el sector la situación durante el otoño ha sido de gran incertidumbre, pero el aseguramiento y la confianza en el seguro agrario se ha mantenido. Menos superficie pero más capital protegido, debido al aumento del precio aprobado por Enesa para ajustar el valor de las cosechas al precio de mercado.