AGRICULTURA
Los daños por animales en Soria afectan a 11.608 hectáreas de girasol
La Alianza UPA-COAG denuncia que los agricultores pagan de su propio bolsillo el alimento de «una fauna cinegética sin controlar ni por la Junta ni por los cotos»
La cabaña cinegética, sobre todo los corzos, causaron daños la pasada campaña en 11.608 hectáreas, lo que supone el 25% de la superficie sembrada de girasol el año pasado, 44.284 hectáreas. En este sentido, el coordinador de COAG Soria, Alfredo Cabrerizo, se refirió al problema de la fauna cinegética en Soria, asegurando que «esta situación pone en riesgo la viabilidad del sector muy castigado ya por el lobo, la proliferación de las instalaciones fotovoltaicas o la superpoblación de la cabaña cinegética que están echando a los agricultores del campo», lamentó Cabrerizo.
La Alianza UPA COAG, que ayer pidió el voto a los profesionales agrarios con motivo de las elecciones del próximo 12 de febrero, culpa a los cotos de caza y a la Junta de esta cabaña incontrolada por la que el sector recibió una indemnización de 570.000 euros por parte de Agroseguro, si bien Cabrerizo recordó que los seguros agrarios disponen de una franquicia del 20% y un precio del producto muy inferior al precio del mercado que provocan que no compensan en su totalidad los daños y que él calcula «pueden superar el millón de euros». Y todo porque «no se cumplen los controles de población, ni por los cotos, que no matan las hembras porque no son trofeos, ni por la Junta que no ha puesto en marcha instrumentos adecuados».
Planteó incluso que se utilicen las herramientas de geolocalización, de la misma manera que las aplican los agricultores y ganaderos: «Se les podría ocurrir que cuando un cazador mate una pieza y coloque un precinto se haga una foto con el animal y lo georreferencie». Sin olvidar el grave perjuicio que provoca una cabaña cinegética envejecida con las enfermedades que transmite.
Un problema que sumado a los que ya viene arrastrando «está ahogando a los agricultores», según UPA-COAG, dos organizaciones que «van de la mano» en defensa del sector, muy tocado en la actualidad porque soporta graves daños en sus explotaciones que no ven repercutidos en sus bolsillos, según explicó el secretario general de UPA Soria, Raúl Ramírez.
Además, UPA-COAG pide a la Junta que explique la nueva normativa de saneamiento ganadero para los terneros que van a cebaderos, que aunque se aprobó en 2021 no ha entrado en vigor hasta el pasado 1 de enero. «En vez de ponernos zancadillas nos deberían explicar las cosas».
También se refirieron al real decreto sobre la limitación de los animales en las exlotaciones ganaderas, que aprobó el Gobierno central a finales del año pasado y echó por tierra el proyecto de la vaquería de Noviercas, que planteaba una instalación con 24.000 animales.
«Valoramos positivamente que haya un límite al que se atenga el sector para saber cuál es el punto de partida y sobre todo porque se estaba utilizando el discurso de las macrogranas contra los propios ganaderos, acusándoles de cargarse el planeta y lo único que hacemos quienes trabajamos en el campo es mantener nuestras zonas despobladas. Pero también hay que tener en cuenta que sean números que no impidan la viabilidad de la explotación, ya que cada vez tienen que ser más dimensionadas para que el ganadero no tenga pérdidas», indicó Cabrerizo.