TURISMO
Soria alcanza los 432.000 viajeros, con un incremento de casi el 50%
El año 2022, ya sin limitaciones por la pandemia, superó las 830.000 pernoctaciones, aunque la estancia media se redujo ligeramente desde el nivel de los dos días de 2021
La provincia experimentó durante el año pasado un notable crecimiento de viajeros, propiciado por la ausencia de restricciones de movilidad de la pandemia. El año concluyó con un alza de casi el 50%, según se desprende de la elaboración de los datos mensuales de la Junta. En concreto, el 49% de elevación se tradujo en 432.000 viajeros, 142.000 más que en el ejercicio precedente, cuando la alarma sanitaria motivó, según el periodo, el ‘cierre’ provincial y una circulación limitada a los castellanos y leoneses. Con un alza así, no es de extrañar que las pernoctaciones se recuperaran igualmente, hasta subir a las 830.000. En términos porcentuales, un 40%, con una diferencia de 240.000 sobre 2021 .
No obstante, el año en que el coronavirus repuntó propició que la estancia media fuera más prolongada, quizá debido a un deseo de ‘estabilidad’ por parte de los viajeros por motivo de turismo. Así, la permanencia media en los establecimientos de la provincia se colocó en los dos días. Con un tránsito sin limitaciones, la referencia de 2022 descendió ligeramente, como refleja la media de 1,88 días de la elaboración de los datos mensuales.
Las ‘clausuras’ tuvieron también su efecto en los viajeros internacionales. Si bien, con gran diferencia, los nacionales constituyen el grueso de quienes se acercan hasta Soria, los extranjeros forman un conjunto relativamente apreciable. En 2021 el 95% tuvo su procedencia en España. La recuperación de 2022 se tradujo en un menor peso, que se colocó en el 92,4%. Durante el año pasado pasaron por la provincia 32.000 personas de otros países, cuando la suma de los doce meses precedentes dio la cantidad de 14.000. Esta referencia se ha más que duplicado. En cuanto a los nacionales, la subida rozó los 124.000, según la estadística.
Con un 2021 ‘cerrado’ en sus primeros compases, los viajeros se limitaron a 1.500 en enero y 2.000 en febrero, entre otros meses afectados por las barreras sanitarias. Pero no todos los meses de 2022 superaron a sus correlativos de 2021. En septiembre, octubre y noviembre hubo una menor afluencia. Esto puede indicar una ‘compensación’ de quienes en 2021 vieron sus viajes comprometidos y retrasaron sus estancias en los meses fuertes de la micología.
El máximo del año pasado, con gran diferencia, se alcanzó en agosto. Un tránsito de 72.000 personas, con 164.000 pernoctaciones. Doce meses antes, 57.000 y 134.000, respectivamente.