SUCESOS
La Guardia Civil investiga la aparición de 4 cabezas de cierva, vísceras y despojos en Pedrajas
La Subdelegación confirma que el sábado había autorizados dos ganchos y una cacería en la zona
Hasta cuatro cabezas de ciervas, vísceras, pieles, patas... Las imágenes que corrieron por las redes sociales a primera hora de esta tarde ha puesto en marcha a la Guardia Civil que investiga la aparición de restos y despojos de animales en las cercanías de Pedrajas.
Los restos de animales estaban diseminados en un área de unos 200 metros cuadrados en las cercanías del campo de golf, al lado de un camino recién asfaltado y la carretera que conduce a El Royo. No le costó demasiado encontrarlos a los agentes que, en torno a las 17 horas, se encontraban en el lugar tomando nota del escenario.
Según la Subdelegación del Gobierno, en la zona estaban autorizados para el sábado 18 dos ganchos y una cacería en el coto que corresponde a Pedrajas, por lo que se investiga si se han cumplido todos los requisitos legales. Entre ellos el Real Decreto 50/2018, de 2 de febrero, por el que se desarrollan las normas de control de subproductos animales no destinados al consumo humano y de sanidad animal, en la práctica cinegética de caza mayor.
Sin embargo, y pese a lo dantesco de las imágenes, hay que recordar la existencia en la provincia de áreas Zepaen (Zonas de Especial Protección para la Alimentación de Especies Necrófagas ) para alimentar a las aves que se alimentan de carne muerta -especialmente algunas rapaces como el buitre-, previa autorización de la Administración. Por lo que podría darse el caso de que el depósito de estos restos no estuviera incumpliendo ninguna normativa.
Los ganchos son una práctica de caza mayor, también conocida como batida, practicada con ayuda de perros para levantar las piezas de caza mayor en una determinada extensión de terreno, y dirigirse hacia los cazadores, no más de 20. El número de perros autorizados no puede ser mayor de 30.