La belleza serena de un joven Duero en la Ruta de los Puentes en Covaleda, Soria

El Duero es un jovenzuelo cuando pasa por Covaleda. Ha nacido en Urbión, en terrenos de Duruelo de la Sierra. La Ruta de los Puentes permite conocer la belleza del río cuando aún se está desarrollando y que pese a la soberbia propia de su juventud es capaz de crear unos paisajes de belleza serana.

La Ruta de los Puentes parte de Covaleda y recorre 12,5 kilómetros, aunque no es necesario hacerla entera para disfrutar de bellas estampas de la comarca pinariega. Precisamente, el bosque de pinos es, después del Duero, el segundo protagonista de la ruta.

Parte de Covaleda, aunque, dado su carácter circular, puede iniciarse en cualquier otro punto. El recorrido 'oficial' marca el recorrido partiendo del pueblo hacia el campamento juvenil en el Raso de la Nava. Quizá es lo lógico, pues a partir de ahí el camino se hace siguiendo el descenso del río.

Sin embargo, hacer el recorrido en sentido contrario tampoco presenta dificultades, pues hay muy pocas cuestas. En este caso, se hizo la ruta partiendo del Refugio de los Pescadores, junto al camping de Covaleda, donde se puede dejar el coche sin problemas, para empezar a remontar el río.

Sin dar ni un paso, ya se descubre la belleza de la ruta, que discurre por un paraje natural espectacular. Es apta para hacer en familia con niños y no hay pérdida, ya que está perfectamente señalizada, además de que no hay más que caminar por la orilla del río.

La senda está señalizada con marcas blancas y amarillas, lo que indica que se trata de una ruta de corto recorrido (PRC-SO 75), aunque en una buena parte coincide con otra de Gran Recorrido, marcada con los colores rojo y blanco. Es la GR 14, la senda del Duero que sigue el curso del río hasta llegar a Oporto.

El primer puente que nos encontramos tras partir del refugio de los pescadores está junto a una zona recreativa con barbacoas. Es también el primer cruce caminos. Es el puente de la Arenilla. Un poco antes hay una finca con el mismo nombre dedicada a los caballos.

La senda es cómoda y en algunos lugares incluso se han construido, con elementos naturales, escaleras en algún tramo más empinado. 

Por el camino veremos puentes cuya base es de piedra pero han sido reconstruidos con madera y otros que siguen siendo transitables a pesar de que una parte se ha visto afectada por la erosión.

Hay puentes de diferentes épocas, del siglo XX los más recientes, hasta el más antiguo, del siglo XII. Este es el último en alcanzarse si se hace la ruta remontando el río. Es el Puente de Santo Domingo, que está catalogado como Bien de Interés Cultural. Se mantiene su base de piedra, pero la parte superior ha sido reconstruida con madera.

Antes  de llegar al puente de Santo Domingo se habrá pasado por el de los arrieros y por la fuente de la Lobera. Junto a ella hay un panel informativo de la Senda del Duero, incluida en el programa de Caminos Naturales del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, donde es dan detalle sobre el paso de los arrieros, los muros ciclópeos de la zona, el Puente de Santo Domingo o las tumbas antropomorfas, que hay unos 300 metros aguas abajo del pozo de San Millán.

El final del paseo junto al río Duero se alcanza en el Puente de Santo Domingo, del s. XII. Situado en el antiguo camino de Covaleda a Regumiel, era una de las principales vías utilizadas por la Hermandad de los Carreteros.

El camino hay que continuarlo dejando el Duero y dirigiéndose hacia Covaleda a través del Raso de la Nava, donde se encuentra el terreno utilizado para campamentos juveniles. Luego, hay que atravesar Covaleda, aunque será casi imposible no hacer una parada en cualquiera de sus establecimientos hosteleros, para volver al Refugio de los Pescadores, después de pasar por el cementerio..