CAPITAL
«La guerra al final sigue y la gente muere, muchos pueblos no existen»
La comunidad ucraniana de Soria llama a una concentración este viernes a las 20.00 horas en la plaza Mayor al cumplirse el año de la invasión rusa, con lema ‘Paz y democracia, no a la guerra’
La comunidad ucraniana convoca una concentración cuando se cumple el año de la invasión rusa de su país. Se trata de «visibilizar que la guerra al final sigue y la gente muere» y que hay «muchos pueblos, muchas ciudades que no existen». Irina, María y Marina pusieron ayer el rostro de los ucranianos residentes en Soria, para llamar a una convocatoria que se celebrará este viernes a las 20.00 horas en la plaza Mayor. ‘Paz y democracia, no a la guerra’ es el lema del encuentro, que por la mañana se verá precedido a mediodía, de carácter institucional, organizado a través de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP). Será también junto al Ayuntamiento.
La guerra, una «invasión masiva», aún «no ha terminado», recordaron las representantes de la comunidad que en Soria agrupa a unas 300 personas. Un conjunto que ha crecido desde la agresión rusa, debido a la llegada de refugiados. Son, recordaron, seis los millones de personas de Ucrania que se encuentran en esa situación. Y en el país hay ocho millones de desplazados internos. Desde que los rusos iniciaron la agresión ha pasado «un año de destrucción, hostilidades, horror».
Las representantes de la comunidad tienen familiares en un país que debido a los bombardeos de todo tipo de infraestructuras «está volviéndose a la época medieval». Esperan que todo acabe y que «acabe bien». En este sentido, son necesarias «todas las medidas posibles». Tienen la certeza, eso sí, que la contienda durará. «Mi hermana está allí y sigue diciendo ‘eso para largo’», refirió una de ellas, rememorando su propio pensamiento cuando los rusos cruzaron la frontera. «No es una cuestión de días», enfatizó. En cualquier caso, «tenemos mucha fe en que eso se acabe lo antes posible». La situación «es muy crítica, caen bombas», ni la calefacción ni el suministro eléctrico son regulares, «a muchos pueblos y ciudades no llega la comida». Y la «gente está muy asustada». En Soria «esperamos a todos, por favor», expresaron sobre la concentración.
Los refugiados en Soria tienen seguridad personal y los menores están escolarizados. Con las familias fuera del país, «sus padres están muy tranquilos», explicaron sobre el estado de ánimo de unos varones que, debido a la defensa nacional, no pueden salir del país. «En general, estamos muy agradecidos», indicaron. Lógicamente, quienes han tenido que abandonar su país tienen algunas dificultades. «Sin idioma no puedes ir a ningún sitio», contaron sobre el aprendizaje del español. Y también está la cuestión de los alquileres.