La CHD invertirá más de 100 millones en Soria hasta el año 2027

El pasado 24 de enero el consejo de Ministros aprobó los denominados planes hidrológicos de tercer ciclo. Estos documentos definen las líneas de actuación para gestionar los recursos hídricos en España desde ahora hasta el año 2027 para todas las cuencas, incluida la del Duero. Entre otras medidas, se plantea una inversión de más de 22.000 millones de los que 2.500 estarán vinculados a la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD). Para la provincia de Soria se contemplan inversiones que superarán los 100 millones de euros en 98 medidas, según la información facilitada por el Gobierno. 

Según explicó La Moncloa «estos planes se han elaborado para dar respuesta a los desafíos del cambio climático, como los fenómenos extremos y las sequías e inundaciones. Del mismo modo, están completamente alineados con las políticas europeas como el Pacto Verde, el Plan de ‘Contaminación Cero’ y con la nueva Directiva europea de calidad del agua para consumo humano». De forma genérica «buscan mitigar el riesgo de inundaciones y sequías, contribuir a alcanzar los objetivos ambientales y proteger la biodiversidad al tiempo que se avanza en adaptación ante el cambio climático».

Desde el portal de Transparencia, el Gobierno explicó que del total de medidas adoptadas –6.500–, un total de 98 corresponden a la provincia de Soria, ya sea de forma individual o conjuntamente con otras provincias. En la financiación de estas medidas participarán la administración del Estado, la Comunidad Autónoma, las entidades locales y otros agentes financiadores. 

La información facilitada por el Gobierno indica que a Soria llegarán inversiones por valor de 103,2 millones de euros en nueve tipos de medidas diferentes. El mayor volumen está destinado a la modernización de regadíos que asumirán 38 ,2 millones repartidos en 7 iniciativas. Esta partida se complementa con otra dotada de 10,4 millones de euros enfocada a la construcción de «nuevos regadíos». 

La CHD también tiene previsto destinar una importante cantidad para afrontar cuestiones vinculadas al saneamiento y la depuración de aguas. Concretamente, se establecen 9 medidas con un coste de 31,5 millones de euros. Asimismo, hay más de 15,6 millones reservados para 37 acciones de restauración en ríos y zonas húmedas y otros 6,3 millones 33 medidas de planificación y control. El resumen de inversiones se completa con medidas de mejora del abastecimiento, energía, infraestructuras hidráulicas y otros proyectos. 

Con respecto a los plazos en los que se ejecutarán las inversiones, desde Transparencia indican que «79 de ellas tienen previsión de finalizarle en este período de planificación «2022-2027, mientras que el resto (19), tienen un plazo de ejecución más amplio abarcando hasta la finalización del siguiente ciclo (2027-2033)»·. 

En el caso de la provincia de Soria las inversiones principalmente afectarán a dos campos, la mejora del saneamiento y la depuración y la modernización y construcción de nuevos regadíos. En primer término, destaca la obra de la nueva depuradora de Soria, que se está construyendo en el paraje de Sinova en el municipio de Los Rábanos. La obra tiene previsto finalizar al término de 2023 y según la documentación del Plan Hidrológico, para el periodo 22-27 se contempla una inversión de 28.291.086 de un total de 75 millones que costará la obra. 

En cuanto a los regadíos de la provincia, cabe destacar que entre otras actuaciones está pendiente la modernización que afecta a los regantes del canal de Ines y el canal de Eza. El presupuesto que contempla esta actuación roza los 15 millones de euros. De la misma forma, el proyecto del Campillo de Buitrago está en fase de tramitación ambiental. En este caso la previsión es alcanzar los 12 millones de euros. 

A diferencia de las planificaciones de primer y segundo ciclo, los nuevos planes definen caudales ecológicos para todas las masas de agua, determinando caudales mínimos y máximos, de forma que se aseguren la protección de las masas de agua, los ecosistemas y el territorio. Del mismo modo, se recogen las medidas necesarias para reducir las presiones ambientales que sufren las masas de agua, actuando sobre las actividades que las generan.

Se estima que los caudales de los ríos españoles se han reducido un 12% desde 1980. Para adaptarse a una realidad en la que el cambio climático reducirá la disponibilidad del agua, el texto plantea un cambio de tendencia en el uso de los recursos. En concreto, se reducen las asignaciones para los distintos usos pasando de los 28.000 hm3/al año que marcaba la anterior planificación a 26.800 hm3/al año, una medida orientada a garantizar el acceso equitativo al agua para todos los ciudadanos. Al mismo tiempo, para diversificar las fuentes de obtención del recurso se dota de mayor protagonismo a la desalación, de forma que se garantiza el suministro y se equilibran las demandas y los requerimientos medioambientales.

Para fomentar la calidad del agua, se impulsan junto a las administraciones competentes, la mejora del saneamiento y la depuración parar subsanar retrasos acumulados por nuestro país en el cumplimiento de la normativa europea sobre protección de aguas residuales. En la misma línea, se refuerzan las medidas para luchar contra la contaminación difusa, tal y como marca el Real Decreto de enero de 2022 sobre protección de las aguas contra la contaminación difusa provocada por los nitratos agrarios. Además, se contemplan medidas para luchar contra los contaminantes emergentes como microplásticos o antibióticos.

La nueva planificación también incide en la recuperación ambiental de los espacios fluviales y en reducir el riesgo de inundación, incorporando soluciones basadas en la naturaleza, y también en la seguridad hídrica.