Un empleado joven debe destinar al alquiler el 51% de sus ingresos

El acceso a la vivienda, ligado a la perspectiva de emancipación, es una importante preocupación de los jóvenes. Teniendo en cuenta los últimos datos, no son de extrañar las complicaciones y agobios en la materia. Un joven soriano con trabajo tiene que destinar una alta proporción de su salario a la residencia, frecuentemente en un umbral sobrecargado. Un empleado menor de 29 años deriva como media el 51% de sus ingresos a pagar el alquiler. La convivencia ciñe más el coste y, dependiendo de las fórmulas, las variaciones son al alza o a la baja, por lo que vincularse a una u otra modalidad repercute en el bolsillo. Todo esto viene reflejado en el último informe del Consejo de la Juventud de España, cuyas conclusiones se refieren al último tramo de 2021.

La proporción del 51% del sueldo para pagar al casero se atenúa si la persona conforma un hogar joven. En este caso, el porcentaje que se lleva la renta parece más ‘llevadero’, ya que queda en el 29%.  Unidades formadas por « personas jóvenes emancipadas, independientemente de la edad de la persona que figura como ‘persona de referencia’, ‘persona responsable’ o ‘persona principal’ del hogar» es lo que el estudio entiende como hogar joven. Frecuentemente, se trata de una relación de pareja.

Ya sea individualmente o formando un hogar, la realidad del alquiler es que se encuentra en un momento de subida. El informe del Consejo de la Juventud de España señala para Soria un encarecimiento del alquiler del 1,77% cuando el trabajador lo afronta en solitario. Esta subida en doce meses se agrava hasta el 5,11% cuando la referencia es el hogar.

La propiedad es otro recurso de cara a la residencia, pero hay que pensárselo bien. El precio medio de la vivienda libre queda, según el estudio, en casi 88.000 euros. Aunque haya descendido de manera general un 3%, el piso sigue siendo un bien caro. Con una hipoteca el sueldo da para más en el caso de un trabajador joven. Si para el alquiler se derivaba esta necesidad el mencionado 51%, para ser propietario hay que reservar un 29,8%. Eso sí, siempre que la persona menor de 29 años tenga unos ingresos mínimos precisos. El informe del Consejo de la Juventud sitúa en 11.346 euros al año la cantidad necesaria para que la persona pueda destinar el 30% de lo que cobra a la devolución del préstamo. En términos mensuales, 945 euros. En Soria se percibe cierto alivio en esta provisión económica. Y es que se requiere un 4,8% menos en términos interanuales.

Por su parte, el hogar joven que tenga como acreedor al banco le ‘enviará’ 16,8% de sus ingresos para acabar como propietario. Casi un 1% más que hace doce meses. Por el contrario, la proporción en el caso de la persona en solitario (el mencionado 28,8%) ha descendido un 3,13% en un año.

El medio más económico para ‘tener casa’ es compartir. Puede que no sea una fórmula muy privada para una pareja o un hogar joven, aunque aquí desciende de una manera notable lo que encogen los ingresos. El alquiler de un piso compartido se reduce al 11,9% del sueldo si se tiene el apoyo en un hogar joven. Y a un 21% si el joven que trabaja vive con otras personas sin conformar la anterior unidad. En una y otra situación, pagar una renta por una habitación y tener acceso a las estancias y servicios comunes se ha abaratado. Un 0,5% para los hogares y un notable 4,7% para los individuos. Este último porcentaje supone la caída más considerable en el estudio.

El Consejo de la Juventud de España apunta a Soria como la ciudad de la Comunidad donde la situación de los jóvenes en relación a la vivienda es relativamente menos complicada. Y es que, frente a otras ciudades «económicamente inasumibles» para la emancipación, «Soria podría tener una oferta de vivienda más permeable», indica el estudio.