CAPITAL
La prórroga de la ‘situación covid’ de las terrazas de Soria entra en vigor
El único cambio de la Ordenanza se refiere a la imposibilidad de compatibilizar veladores con cerramiento estable y sin él para un mismo establecimiento
Los hosteleros de la capital tienen ya la seguridad que buscaban en relación a las terrazas y el alivio de un recurso ampliado para afrontar el alza de los precios. La ratificación de la situación excepcional que se arrastra desde la pandemia quedó ayer confirmada con el anuncio en el Boletín Oficial de la Provincia de que, al no haberse presentado alegaciones, la medida entra en vigor. Es decir, el acuerdo del pleno de diciembre del año pasado por el que la excepcionalidad sigue aplicándose. Sin reclamaciones, la permanencia de los espacios, sigue como hasta ahora en el caso de que a los establecimientos les interese seguir con la extensión o los elementos que han incorporado.
No obstante, la Corporación introdujo por unanimidad un cambio en lo que se ha venido aplicando en los últimos años. Y es que en el caso de que los negocios tengan un cerramiento estable y parte de sus mesas y sillas no lo tengan, tendrán que optar por una u otra fórmula. Es decir, no se pueden compatibilizar ambas modalidades. Un cambio relativamente menor dentro de la normativa consolidada en 2021 y que venía arrastrándose con menos formalidad desde que cesaron las restricciones más complicaciones más duras del primer estado de alarma.
El acuerdo del pleno del pasado diciembre se adoptó por unanimidad, considerando la ayuda de esta manera para compensar las pérdidas que en algunos casos sigue arrastrando el sector. Y el nuevo escenario de la inflación, con los suministros de los establecimientos a precios alcistas.
El Ayuntamiento dejó así para más adelante la decisión final sobre dónde y cómo ubicar las terrazas. Es decir, el cambio profundo en la Ordenanza que se aventuraba para finales del año pasado y que ha ido retrasándose paulatinamente debido a la complejidad de las opciones. Eso sí, ya en 2023 los negocios abonarán íntegramente la tasa, frente a la supresión o rebaja de años precedentes. El último recuento de instalaciones en la ciudad arrojó alrededor de 180, un centenar más aproximadamente de lo que movilizaban en tiempos de ‘normalidad’. El dato da cuenta de la relevancia del recurso para sostener el establecimiento.
En 2020 y 2021 el Ayuntamiento decidió suspender la imposición por mesas y sillas ante la profundidad de la crisis. Una ayuda que ya con el regreso a una situación de ausencia de limitaciones hizo que en 2022 el desembolso para el hostelero fuera del 50%. La integridad de la tasa en el presente ejercicio avanza hacia el camino de la ‘normalidad’, un aspecto que queda pendiente en su fijeza en lo relativo a la Ordenanza.