Heraldo-Diario de Soria

SOCIEDAD

El Banco de Alimentos de Soria, bajo mínimos, agota existencias

Aguanta con el saldo de lo obtenido en la Gran Recogida de noviembre, 45.000 euros, pero el alza del coste de los productos y una solidaridad más contenida pasa factura

El Banco de Alimentos de Soria agotará existencias de leche en un par de meses. GONZALO MONTESEGURO

El Banco de Alimentos de Soria agotará existencias de leche en un par de meses. GONZALO MONTESEGURO

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MILAGROS HERVADA
Soria

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El Banco de Alimentos de Soria está viviendo de las rentas, en concreto de los 45.000 euros de la Gran Recogida y de fondos propios que se van agotando, con previsión de que en pocos meses acabe con las existencias. Reconocen la «preocupación» por una situación poco halagüeña, dado el contexto social actual, pero confían en que vayan llegando aportaciones, y también el envío del programa europeo, aunque haya pasado de tres a dos veces al año y ya no incluya ni leche ni aceite. «Tenemos leche y aceite para unos dos meses, con las conservas que tenemos en stock nos llegará para unos cinco, pero el saldo que queda en los supermercados de la Gran Recogida está prácticamente agotado, sólo nos queda en uno», señala el presidente del Banco de Alimentos de Soria, Óscar Arancón, quien reconoce «la incertidumbre» que se cierne sobre la entidad, con la premisa de que no se puede pedir un nuevo esfuerzo a la solidaridad ciudadana, la que alaba y en la que no pierde la confianza. «Lo que necesitamos son muchos pocos, no se trata de pedir a nadie un esfuerzo por encima de sus posibilidades», añade Arancón, «un poco acorralado» porque «la perspectiva no es buena».

Actualmente, el Banco de Alimentos ayuda a unos 2.200 usuarios a través de otras organizaciones, una cifra «estancada, con una variación mínima», que a pesar de los problemas de inflación no se ha visto especialmente resentida. «Hay un porcentaje muy alto de personas más o menos estables y en torno a un 20% que va rotando. Gente que va al límite y en momentos más flojos necesita ayuda», especifica.

El colchón de la Gran Recogida de 45.000 euros del pasado mes de noviembre, por encima de los 36.000 euros del año anterior, llegó en metálico ya que el Banco decidió no recoger producto, algo que ha supuesto una gran ayuda por cuanto «vamos comprando alimento a medida que se necesita gracias al saldo obtenido en los supermercados. Antes había producto que incluso teníamos que enviar a otros Bancos por su caducidad», explica el presidente de la delegación soriana y añade que seguirán por este camino por que «la logística es mucho mejor con dinero», es decir, con el saldo que queda en los supermercados y que se va utilizando en virtud de las necesidades de cada producto. 

Con todo, los fondos para fruta y verduras, leche y aceite, huevos y yogures, embutido, entre otros productos, se van agotando. «Supone un esfuerzo muy grande y estamos echando muchos números», afirma. «Con el precio de los huevos en vez de darlos una vez al mes tendremos que hacerlo cada dos», comenta para indicar el modo de proceder en tiempos de escasez. Su objetivo es seguir «dando todo lo posible», manteniendo los estándares de calidad, pero si no hay dinero habrá que cambiar la estrategia, «en vez de 200 gramos de café, tres kilos de patatas». Además, el café ya se han terminado. 

«Tres o cuatro meses»

Arancón explica que al mes se entregan entre 8.000 y 10.000 kilos de producto, con el coste que supone, «en tres o cuatro meses se agota lo obtenido». Esperan la llegada de los alimentos del programa europeo, que suponen para Soria 25.000 kilos, con el handicap de no incluir este año ni aceite ni leche, algo que el presidente del Banco soriano califica de paradójico al compararlo con el gran impulso dado a las ayudas de la Unión Europea para proyectos de desarrollo en los Estados miembros. «Vendrá menos y no tenemos para cubrir esa carencia», plantea.

Afortunadamente, existen empresas en Soria que se mantienen fieles y con aportaciones notables que levantan el ánimo en el Banco de Alimentos, además de otras entidades de ámbito nacional que tradicionalmente impulsan a esta entidad. «Intentamos tener el presupuesto del año pasado pero vamos con retraso. No sabemos cuándo llegarán y no podemos contar con ello», lamenta Arancón.

El Banco de Alimentos cuenta con un centenar de donantes estables. La lógica indica que cuando hay crisis en la sociedad, como la que se vive en estos momentos por el aumento del coste de energía y alimentos, «a la gente le cuesta más donar. Y a las empresas les ocurre lo mismo si les aumentan los costes de producción». Evidentemente, al Banco también le afecta la inflación, pero «el golpe duro» fue el año pasado. Ahora confía en que vayan llegando fondos porque la situación es complicada con existencias que van llegando al mínimo. «Las necesidades que tiene la gente es de todos los días, no sólo en la Gran Recogida», recuerda, y se muestra optimista:«En Soria la sociedad es bastante solidaria».

Carne y pescado en la próxima cesta

La futura Ley de Prevención de las Pérdidas y el Desperdicio Alimentario, pendiente de aplicación, supondrá un salto cualitativo para el Banco de Alimentos, para empezar, permitirá introducir carne y pescado en la cesta habitual. La razón, que los supermercados ya no podrán tirar aquello que no se puede vender –se enfrentan a una sanción–, por lo tanto, tendrán que actuar con previsión para entregarlo a entidades que le den salida antes de su caducidad. La previsión es que el Banco de Alimentos comience en un par de meses a incorporar este género, y ya están en conversaciones con un supermercado para hacerlo, aunque la aplicación de la ley se retrase. El presidente de la delegación soriana, Óscar Arancón, quiere dejar claro que se utilizarán productos que estén en plenas condiciones organolépticas, aunque de próxima caducidad, «lo que no esté en condiciones no lo queremos, que lo tiren», matiza.

Esta incorporación, también de otros productos, va a suponer un cambio de filosofía y en la logística del Banco de Alimentos pues una pronta caducidad necesita evitar intermediarios y realizar la entrega de forma ágil, acercarse más al destinatario final. «El objetivo es que recogida y entrega el mismo día, que se distribuya rápidamente y de manera eficiente, para que el usuario pueda así transformarlo –cocinarlo o congelarlo–. Si da opción a consumir productos que de otra manera no se podría, la ley va a ser un revulsivo para nosotros», asegura.

Otros Bancos de Alimentos lo llevan haciendo años. Además, ya existen supermercados de ámbito nacional que se han adelantado a la aplicación de la ley, y en Soria entregan producto en residencias con necesidades, explica Arancón, puesto que tienen los medios para dar pronta salida al alimento.

Arancón pide colaboración de las instituciones para prestar ayuda en esta movilización que mejorará la cesta de la compra de los más necesitados.

 

 

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