Rodrigo Gonzalo: «El centro de la ONCE en Madrid supuso un cambio brutal en mi educación»

El joven soriano Gonzalo Rodrigo, con solo 31 años, ocupa desde hace unas semanas el cargo de vicepresidente del Consejo Territorial de la ONCE en Castilla y León, tras las elecciones del mes de diciembre.

Gonzalo explica que lleva vinculado a la ONCE prácticamente toda la vida. «Me afilié con tres años. Tenía un problema visual, una retinopatía de nacimiento», indica y recuerda los primeros años en el colegio: «Tenía educación integrada, es decir, iba a clase con el resto de niños pero yo contaba con ayudas técnicas al estudio y con profesorado de apoyo». Además, «como el problema que tenía en la visión podía agravarse, se me intentó enseñar braille». Aún con todo, «a lo largo de esos años tuve verdaderas dificultades a la hora de seguir una clase. El resultado fue que acumulé un retraso importante ya que con nueve años leer me costaba y escribir prácticamente no sabía». Lo cierto «es que en Soria, en esa época, los recursos eran insuficientes», asegura.

Ante este escenario se valoró su situación y se decidió «matricularme en el Centro de Recursos Educativos que tiene la ONCE en Madrid. Allí estuve interno de los 9 a los 18 años y el cambio fue brutal». Gonzalo recuerda que «la adaptación no me costó nada». Y es que «tus padres tienden a sobreprotegerte, te lo hacen todo y eso provoca que no puedas ser autónomo». Sin embargo, en el centro de la ONCE en Madrid, recuerda: «Me enseñaron a desenvolverme, a ser autónomo, independiente a la hora de vestirte, comer, el aseo, organizar tus cosas, los horarios... Cuenta con unas instalaciones excepcionales y ahí experimenté un crecimiento muy rápido. Mejoré un montón».

Con 18 «volví a Soria y estudié un grado medio de FP de Gestión Administrativa con profesores que se volcaron y compañeros que me ayudaron mucho también», valora de forma muy positiva. Realizó las prácticas en una empresa soriana vinculada con su familia «donde seguí trabajando después en cosas que yo podía desempeñar adaptando el trabajo. Es posible que tarde un poco más que el resto, pero me voy adaptando y termino el trabajo».

Su vida laboral le llevó también a trabajar y formarse en Ilunion Seguros, la correduría de la ONCE, ya que nunca se ha desvinculado de la entidad.

Tras su paso por Madrid volvió a Soria donde ha permanecido hasta que a raíz del proceso electoral abierto en la ONCE «me contactaron y me propusieron formar parte de las listas en Burgos y Soria». Tras ganar las elecciones se ha convertido en el nuevo vicepresidente del Consejo Territorial de Castilla y León por lo que se ha visto obligado a cambiar su domicilio a Valladolid. «Tenemos que viajar de forma constante por toda la región» y necesitaba una localización más céntrica de cara a los desplazamientos. Sin embargo, «cada vez que puedo me escapo a Soria», indica.

Ahora, su labor «es estar muy cerca de los afiliados de Castilla y León, visitarlos y conocer sus necesidades, que no pierdan ese contacto», asegura. En Soria hay 107 afiliados de los que una treintena son vendedores y en Castilla y León son 4.124. Entre otras iniciativas, el objetivo del nuevo equipo es «mejorar los servicios sociales específicos para personas ciegas y sordociegas además de ampliar la dotación destinada a la discapacidad». También «se creará una nueva Fundación de la ONCE dirigida a personas con baja visión que, sin estar afiliadas a la Organización, recibirán todo el apoyo de los profesionales mejor preparados para esta tarea». En definitiva, «hacer una ciudadanía más inclusiva entre todos», concluye.