ECONOMÍA
Así ve la nueva presidenta de los autónomos de Soria al sector provincial
«La educación financiera es clave para impulsar el emprendimiento»
Mercedes Ciria Berzosa asume la presidencia de los autónomos sorianos en un año que ha empezado convulso para el tejido de las pequeñas y medianas empresas. Ahora, en los próximos cuatro años va a invertir todo su esfuerzo en reforzar la figura de autónomo, su vínculo como empresas con la sociedad y como generadoras de empleo. Así, desde la Asociación Intersectorial de Autónomos de la Provincia de Soria (CEAT Soria), esta economista y consultora, asegura que peleará “cada medida que pueda beneficiar a los más de 7.600 autónomos de nuestra provincia y, sobre todo, establecer vínculos de colaboración”.
Ciria, que posee gran experiencia en economía circular y economía social, así como en el desarrollo de proyectos empresariales y desarrollo sostenible, además de un amplio recorrido como ponente y tutora en diferentes áreas de formación, considera, no obstante que no hay año no convulso para el autónomo: “Cuando no tenemos un frente abierto, tenemos brechas que nos engullen. La realidad a la que nos enfrentamos es una inflación persistente, obstinada y descontrolada que deriva de un incremento de los costes de materias primas y de los productos que ofrecemos a nuestros clientes en los diferentes establecimientos. A eso hemos de añadir el aumento de costes, debido a las subidas salariales por el Salario Mínimo Interprofesional, costes en seguridad social del autónomo y de los trabajadores por los aumentos de cotización”.
En este sentido, constata que cada mañana los más de 7.600 autónomos observan cuando suben las persianas de sus negocios cómo caen los euros provocados por los costes. “El problema será que la travesía del desierto que supone comenzar a emprender, o mantener el negocio, puede provocar que por el camino perdamos afiliación en este régimen, lo que significa menos crecimiento económico y cuestiones sociales muy importantes ya que nos encontramos con menos comercio de proximidad y menos servicios en nuestra ciudad o nuestras áreas rurales”.
Cree que siguen siendo los autónomos los más denostados en el tejido social pese a que sostienen la economía, un ‘veto' que a su juicio se puede eliminar con “educación financiera, empatía con el comercio y negocios locales y cultura emprendedora. Ésa podría ser la receta para evitar que el autónomo siga acarreando demasiados tópicos”.
Con respecto a la educación financiera insiste en que “necesitamos mejorar nuestras competencias financieras, ya que entender cómo funciona una empresa y qué reporta a la sociedad el engranaje económico acercará el mundo empresarial a la sociedad”. En este sentido, menciona los impuestos, que son la base de ingresos del sistema actual: “Sin empresas no hay impuesto de beneficios, ni consumo que aporte IVA, ni salarios que permitan continuar con el ciclo económico”.
Lamenta que en la actualidad no se fomente la cultura emprendedora: “Lo observo en la universidad, donde un amplio grupo dentro del alumnado se plantea la posibilidad de trabajar en el sector público”. Sin embargo, aboga por que “todos deberíamos disfrutar la experiencia de ser autónomos y ver que nuestras decisiones repercuten en la sociedad y en nuestra propia supervivencia”.
Y en cuanto a la empatía, lamenta sobre todo que exista “muy poco compromiso con el comercio local y los establecimientos más próximos. Luego lamentamos que cierren una tienda o un bar, cualquier negocio, pero tenemos que ser críticos con nosotros mismos como sociedad y plantearnos cuándo fue la última vez que hemos acudido a comprar a esos establecimientos”.
Defiende que “las personas que deciden arrancar un negocio han de tener una cierta mentalidad emprendedora que les permita una visión estratégica, ser más o menos innovadores, vislumbrando las necesidades actuales o futuras, sin olvidar que valoran los riesgos y los asumen, sufren diariamente por su futuro, pero disfrutan de la libertad en la toma de decisiones y sobre su destino”.
No obstante, cree que es necesario “añadir a más jóvenes, ya que los nuevos mercados laborales exigen cada vez más perfiles más cercanos al autónomo: la polivalencia es una de nuestras características que más demandan las empresas”.
Constata que uno de los principales problemas del autónomo es la “evidente” escasez de población. Pero lo compara con una tienda en un barrio pequeño de cualquier gran ciudad, donde sucede lo mismo. A su juicio, “no hemos de pensar en lo negativo, sino intentar ver qué podemos hacer mejor que otros para no anclarnos en el lamento constante, que no debe ser la actitud del empresariado. Pensemos en los recursos que tenemos disponibles y cómo desde el pequeño espacio se puede acceder a otros mercados. Cómo especializarse, como ser más innovadores, ya que al ser menos estamos más próximos y las ideas pueden y deben surgir más eficientemente”.
Por ello, Mercedes Ciria insta a “apostar por la colaboración y saber qué hace mi vecino, a qué se dedica y si ese negocio tiene lo que yo necesito como empresa recurrir a él antes de ir a otros negocios alejados de nosotros y que sus ingresos no repercutan en mi municipio”.
Fruto de la despoblación también ve como problema la captación de mano de obra, “talento para nutrir nuestros proyectos. Sin olvidar que sectores como el primario sufren ya el relevo generacional. Por ello, conseguir el retorno de aquellos jóvenes o senior que quieran regresar es fundamental”.
Y sobre todo, “no encontrar barreras a las ideas y al crecimiento”.
Se teme que “el cisne negro de la Covid” acompañará todavía bastante tiempo a nivel social y empresarial, pero de un modo diferente: “Creíamos que íbamos a mejorar como personas y como podemos ver las compras ‘online’ siguen su crecimiento sin empatizar con el comercio de proximidad y seguimos sin entender el grave efecto económico y medioambiental de las compras y devoluciones irracionales”.
También cree que el sector turístico, una de las bases económicas de la provincia, ya parece haber superado ese enorme agujero negro que supuso la Covid, pero no quiere olvidar el endeudamiento que siguen acarreando pequeños negocios para superar aquellos difíciles momentos.
Como autónoma considera que el día a día lo soluciona cada uno individualmente, y que las administraciones públicas han de establecer líneas estratégicas, estructurales y apoyos suficientes para que las empresas se vean beneficiadas por estas medidas, “pero como colectivo social, no a nivel individual”. En este sentido, cree que las ayudas y medidas públicas han de potenciar la inversión, no han de convertirse en gasto que no genere mayores rendimientos futuros.
Sobre todo, tienen que ir encaminadas a jóvenes y mujeres, “dos de los colectivos que merecen especial atención”. Porque “los jóvenes han de poder tomar decisiones informadas y adecuadas antes de emprender un negocio. E históricamente las mujeres han trabajado llevando o colaborando en el negocio, pero en muchos casos sin una cotización, sin ser titulares del negocio. Afortunadamente, estamos en un cambio de tendencia en ese sentido, y hay medidas que apoyan a las mujeres y jóvenes especialmente en las áreas rurales que deberían de verse reforzadas, ya que suponen la garantía de un crecimiento poblacional”.
A su juicio, esperaba que la medida de fiscalidad diferenciada del Gobierno supusiera una ventaja competitiva para la provincia, pero lo cierto es que la reducción en la cotización no es lo suficientemente significativa como para provocar un profundo interés para que las empresas se sientan atraídas por una merma en los costes.
Cree que el Gobierno debería haber tenido en cuenta a los autónomos que llevan años trabajando en la provincia y procurar una bonificación en la cotización a las empresas que mantienen empleo y a las que lo crean, de igual modo que a las nuevas empresas.
Además, “potenciar la bonificación en pequeños municipios es una buena medida para paliar la situación demográfica, pero hay que ser realistas las posibilidades de creación de empleo están en aquellos municipios con ciertas infraestructuras como son polígonos industriales y población suficiente para actividades comerciales y empresariales”. Aún así, considera que “es un primer paso y que seguiremos trabajando para conseguir más ventajas que diferencien a nuestros territorios y nos permitan ser más competitivos”.