SANIDAD
La alergia se adelanta esta primavera y aumentan las consultas médicas
«Ya somos una sociedad alérgica», asegura el coordinador de la consulta, con un 50% de causas ambientales, un 30% reacción a alimentos y un 15% a medicamentos
Este año la alergia a las gramíneas, la típica de primavera, se adelanta y no ha terminado la causada por cupresáceas, que polinizan en febrero y marzo, cuando ya se producen los primeros síntomas de la época primaveral. Como consecuencia, aumentan las consultas y las llamadas al servicio de alergología ante la aparición de los primeros síntomas.
Jonatan Vicente, coordinador de la consulta, señala que desde mediados de febrero han notado el incremento, fundamentalmente por las cupresáceas, y ahora comienza el problema en gramíneas. «Estamos en un año con polen muy alto», comenta el especialista, como indica el hecho de que existan muchos «debutantes», aquellos que notan los síntomas por primera vez. «Es posible que estemos acumulando lo de los últimos años, porque cuando hemos llevado mascarilla, no hemos estado expuestos y al quitarla, salen nuevos casos», explica sobre el boom detectado de más pacientes.
Las gramíneas ya están aquí pero Vicente estima que será ya en Semana Santa cuando se producirá la generalización de síntomas. «Si llueve se retrasará, pero luego vendrá más fuerte», por lo tanto, no son buenas noticias para los alérgicos. «Hasta después de San Juan tenemos la época más activa», añade al respecto.
Actualmente son tres alergólogos los que pasan consulta en el Complejo Asistencial de Soria, uno más desde hace unos meses, lo que responde a una realidad cada vez más evidente, «ya somos una sociedad alérgica», dice el coordinador. Actualmente un tercio de la población padece algún tipo de alergia, tanto ambiental como alimentaria, a medicamentos o a insectos. «No es una patología grave pero claramente va en aumento».
Cada alergólogo ve una media de 15 pacientes al día, de los que cinco suelen ser revisiones y el resto nuevos casos, «con lista de espera y avalancha», reconoce, al tiempo que agradece a la Gerencia de Asistencia Sanitaria de Soria que haya sumado un especialista más, dada el aumento de la demanda.
Cada vez más
«Cada vez hay más alérgicos», resume, y la contaminación contribuye a ello. Las partículas contaminantes se fijan al polen suspendido en el aire incrementando el tiempo de permanencia en la atmósfera y, por tanto, de exposición.
Con todo, la alergia ambiental representa sólo el 50% del total de pacientes que pasan por las consultas. Del resto, un 30% son alergias alimentarias, un 15% a medicamentos y un 5% se atribuyen a insectos o alergias de contacto, «como a los pendientes de níquel», pone como ejemplo. En todas las modalidades existe un incremento.
Vicente destaca la importancia de medidas de control y medicación para afrontar los procesos alérgicos, una vez realizadas las pruebas para detectar el origen del problema. De los cientos de pacientes que están vacunados, un 90% obtiene buenos resultados, de ellos, «un 60% está mucho mejor y el 30% ya no necesita ni medicación».
En el caso concreto de los alérgicos ambientales, en torno a un 25% están vacunándose para tratar de combatir los síntomas.
Con la primavera ya en la calle, la situación para los alérgicos ambientales se complica, y lo peor es que no ha hecho más que empezar.