Una embotelladora producirá en Soria 30 millones de litros de agua mineral de Maltoso

La Dirección General de Energía y Minas ha declarado la condición de mineral natural del agua procedente de Maltoso, en el término municipal de Soria, lo que da vía libre al proyecto planteado por Construcciones Soto para la construcción de una embotelladora de la que salgan anualmente unos 30 millones de litros. La industria podría ser realidad en un par de años, contando con un año para la tramitación de los proyectos en sí y otro para su construcción, con una inversión en torno a los cuatro millones de euros.

"La intención es ponerlo en marcha", señaló Pedro Soto, como representante de Construcciones Soto, ya que la mercantil tiene el derecho preferente al aprovechamiento de las aguas de la captación, que prescribiría al año de haberse notificado la resolución de declaración, si no solicitan la oportuna autorización de aprovechamiento.

"Lo primero ahora es redactar el proyecto para intentar ponerlo en marcha, porque es mucha la inversión", matizó Soto, quien añadió que el objetivo es contar con algún socio del sector. "Tenemos hechos estudios de mercado y ahora es el momento de tomar decisiones", concluyó.

Una de esas decisiones es la modalidad de la embotelladora, es decir, el volumen de producción, "porque el manantial tiene muchos litros, pero lo que determina es la capacidad de la embotelladora", destacó, con la previsión de que sean unos 30 millones de litros al día. "Una cosa grande", estimó.

Garantizada la calidad del agua de Maltoso, hay que contar con el comportamiento del mercado. "Hay que venderla y los primeros años costaría", comentó Soto, apuntando que la embotelladora generará unos "ocho o diez puestos de trabajo, teniendo en cuenta que este tipo de industrias están muy mecanizadas". A ello tendrá que sumarse el transporte, para lo que contarán con empresas de logística.

El inicio del expediente data de octubre de 2019, y en 2020 el promotor aportó el estudio de acreditación de la procedencia de las aguas y la protección natural del acuífero, según marca la normativa por la que se regula la explotación y comercialización de aguas minerales naturales y de manantial envasadas para consumo humano.