Un 10% más de sorianos se marchan fuera a trabajar

La provincia de Soria es receptora de mano de obra, pero cada vez menos. La tendencia más reciente es que aumente la cifra de los que se marchan mientras disminuye la de quienes llegan. Con todo, el saldo sigue siendo positivo. Según indica el Servicio Público de Empleo Estatal, SEPE, en su informe de 2022, la movilidad geográfica provincial vinculada a la contratación experimentó en el último año ciertos cambios al producirse un descenso en el movimiento de trabajadores contratados de fuera de la provincia. Y al mismo tiempo, aumentaron los contratos de aquellos que viven en Soria y se desplazaron para trabajar. 

Los contratos de los trabajadores que entraron ascendieron a 7.381 (en 2021 fueron 7.743, por lo tanto 362 menos), un 4,68% por debajo que el año anterior, mientras que los firmados por sorianos que salieron se elevaron a 5.919 (5.369 en 2021), un incremento de un 10,24% que en términos absolutos es de 550 contratos. 

La marcha de mano de obra se concentró sobre todo en el colectivo masculino, ya que los contratos a varones que entraron cayeron un 8,15% con una reducción de 443. Y precisamente son los hombres los que más contratación registran en el exterior con 437 contratos, un 16,16%.

En el caso de las mujeres, aumentaron un 3,51% las que llegaron, con 81 contratos más, pero el flujo de salida generó 63 contratos con un 2,68 % respecto al año anterior. 

En general, en el último año la provincia tuvo un saldo positivo de contratos y fue, por tanto, receptora de trabajadores, como en el año anterior. Entraron 7.381 y salieron 5.919 así que el balance es de 1.462 empleados que sumó Soria, por lo que se considera más receptora que emisora. El mayor peso lo tuvieron los hombres, llegan 4.994 y se marchan 3.501, por lo tanto 1.493 que gana la provincia. El comportamiento de los contratos de mujeres fue diferente: entran 2.387 y salen 2.418, por lo que el saldo es negativo en 31 trabajadoras. 

La tasa de movilidad del colectivo femenino, el porcentaje de contratos de un ámbito territorial que han supuesto un desplazamiento de la trabajadora sobre el total de la contratación femenina, fue 15,01%, y el de hombres 25,87%, confirmando una mayor diligencia en la movilidad ya constatada en ejercicios anteriores.  

Soria se sitúa así en el puesto número 12 en la lista de provincias con relación al valor de la tasa de movilidad con un 20,51% de la media de ambos sexos. Cuenca (33,47%), Toledo (31,27%), Huesca (28,30%), La Rioja (28,36%), Guadalajara (28,27%) y Albacete (27,06%) fueron las provincias con la tasa de movilidad mayor.

Son las provincias más cercanas las que registran una mayor interacción. Los trabajadores que llegan a Soria lo hicieron el año pasado de Zaragoza (1.320), de Madrid (843), Burgos (663), Navarra (433), La Rioja (280), Asturias (267), Barcelona (238), Valladolid (235), Lérida (199) y Valencia (190). En el lado contrario, los sorianos se marcharon a trabajar a Madrid (1.399), Zaragoza (706), Burgos (539), Navarra (425), Barcelona (339), Valladolid (239), Murcia (214), La Rioja (194), Valencia (172) y Guadalajara (121).

Tendencias del empleo

Por otro lado, el SEPE aplica un modelo de análisis cuantitativo de series temporales, que denomina de Buenas perspectivas, que permite obtener las ocupaciones que mantienen un comportamiento estable y una tendencia positiva de crecimiento. De esta manera, considera que las ocupaciones con mejores perspectivas de empleo para 2023 son de técnico de emergencias sanitarias;montadores y ensambladores; profesores de universidades y otra enseñanza superior (excepto formación profesional);médicos de familia;profesionales del trabajo y la educación social, y expendedores de gasolineras. Se unen trabajadores de los cuidados a las personas en servicios de salud; trabajadores de las obras estructurales de construcción;técnicos en educación infantil; trabajadores de los cuidados personales a domicilio;médicos especialistas; programadores informáticos; técnicos de control de calidad de las ciencias físicas, químicas y de las ingenierías, y empleados administrativos sin tareas de atención al público.

Del mismo modo, el SEPE pone de relieve el desajuste entre los puestos de trabajo que reclaman las empresas y la demanda de empleo y la escasez de perfiles adecuados con las competencias necesarias para cubrir las necesidades existentes. 

A partir de las encuestas realizadas a expertos en la provincia, señala que existen problemas en todos los sectores, desde construcción hasta industria, sector primario y servicios. Con todo, el sector servicios, con el 67% de repuestas, es el que más dificultades tiene en cubrir sus vacantes, seguido de la construcción con el 22%, el 6% de la industria y 5% en el sector primario.

En esta bolsa se encuentran fontaneros, arquitectos, técnicos en prevención, soldadores, albañiles en general o peones de construcción. Además de ingenieros industriales y de producción; trabajadores cualificados en actividades ganaderas, peones agrícolas;camareros, médicos de familia, ayudantes de cocina, auxiliares de enfermería hospitalaria, enfermeros, conductores de camiones, programadores informáticos o chapistas, entre otros.

La principal causa mencionada ante la dificultad de cubrir una vacante es, con un 40% de respuestas, la falta de candidatos, seguido de la carencia de competencias técnicas con un 34%, y con un 17% el no estar de acuerdo en las condiciones laborales. La falta de competencias transversales supone el 1% y con un 8% se alegan otras causas como la falta de experiencia o la movilidad.

Al analizar las ocupaciones más solicitadas por los demandantes parados, el SEPE expone que sobre todo se trata de puestos de peones de las industrias manufactureras, personal de limpieza de oficinas, hoteles y otros establecimientos similares, además de vendedores en tiendas y almacenes, peones de obras públicas y de construcción de edificios, así como camareros asalariados, empleados administrativos, conductores de automóviles, taxis y furgonetas, y peones del transporte de mercancías y descargadores, principalmente.

Un centenar de  menores de 16 años por 200 mayores de 64

Los habitantes de la provincia menores de 16 años representan el 12,77% del total, mientras que los de más de 65 años fueron el 25,54%. Así, el índice de envejecimiento (relación entre la población mayor de 65 años y la menor de 16 años) de la provincia en 2022 indica que por cada 100 menores de 16 años hubo 200 mayores de 64.

Además, el índice de recambio sobre la población activa, relación entre la población próxima a jubilarse (60-64 años) y la de edad cercana a incorporarse al mercado laboral (20-24 años) indica que por cada 100 personas potencialmente ‘ocupables’ hubo 157 con perspectivas a su jubilación, seis más que el año anterior. Cuanto mayor es la esperanza de vida de una población, se incrementa la desigualdad por sexo en la parte superior de la pirámide, más completa por el lado femenino, por su mayor nivel de supervivencia. En Soria, la población extranjera mostró una estructura más joven que la española; por tramos de edad el 79,14% tenía de 16 a 64 años, 19,38 puntos porcentuales por encima de los españoles; el 17,82% menos de 16 años, 5,61 puntos más que los españoles, y los mayores de 64 años fueron el 3,03%, es decir, 25 puntos menos que los españoles.