AGRICULTURA
Agroseguro cifra ya que Soria tiene perdido más del 70% del cereal
La falta de agua generalizada en la provincia dejará siniestros por sequía en al menos 161.000 hectáreas
Aunque Soria es una de las provincias más tardías, sus campos de cereal no han escapado a la sequía que adolece buena parte de la superficie agrícola del país. Las tierras de labor presentan un déficit de agua muy grande, de modo que en estas fechas la situación está más que clara. Agroseguro espera una avalancha de siniestros por sequía, que superarán con creces a las cifras del año pasado. Mari Luz Cano, directora territorial de la zona norte de Agroseguro en la que se circunscribe Soria, se atreve a adelantar que se han perdido tres cuartas partes de los herbáceos.
“Si no es el 100% de la superficie asegurada porque pueden ‘salvarse’ las zonas más tardías como Pinares o Tierras Altas, no tengo ninguna duda que se superará el 70% porque la escasez de agua ha sido generalizada”. Esto supone que al menos se darán partes por sequía en más de 161.000 hectáreas, de las 230.000 hectáreas protegidas por el seguro para esta cosecha en Soria. Y lo peor es que es una cifra que irá a mayores.
“Es una realidad que la campaña en la provincia va a ser escasa, pero el problema es que llega en un momento complicado con una coyuntura de costes elevados, mucha incertidumbre sobre el precio de venta y arrastrando una mala cosecha como fue la del año pasado, por lo que los agricultores sorianos tienen motivos más que suficientes para estar preocupados”, señala la responsable de Agroseguro en la provincia.
Aunque insiste en que está todo el campo similar, las comarcas más adelantadas, como Almazán, Campo de Gómara, o El Burgo de Osma, presentan ya unos rendimientos muy limitados principalmente de cebada, de modo que la cosecha de este cereal “va a ser mala”. Quizás pueda ver algo de luz al final del túnel las tierras que el viernes registraron algo de precipitaciones que en Almazán se convirtieron incluso en granizo durante unos minutos. “El pedrisco es muy malo donde cae de lleno, pero en el resto deja agua en reserva, con lo que habrá que esperar a ver si se registran daños por esa tormenta”.
Deja constancia por ejemplo que en la comarca de Almazán durante el mes de abril, muy importante para el cereal de esta zona, no se han registrado lluvias, y más que escasas en El Burgo de Osma y Campo de Gómara. “Arcos de Jalón que es una comarca más húmeda lleva una temática similar”.
Además, a la sequía, de la que todavía no hay apenas 333 hectáreas a la espera de que los agricultores empiecen a dar partes a partir de finales de este mes, hay que sumar también las 1.368 hectáreas que ya hay de pedrisco en toda la provincia: “Tuvieron lugar a principios de mayo en dos focos; uno en la zona de El Burgo de Osma y otro en la de Campo de Gómara el mismo día”, recuerda Mari Luz. Y otras casi 2.000 hectáreas de no implantación: “Se registró un problema con la colza bastante significativo”. Sin olvidar heladas en 466 hectáreas y no nascencia en 176.
Por comarcas, la mitad de las 4.354 hectáreas sobre las que ya se ha informado de daños están en Campo de Gómara, 2.270,17. Le sigue Almazán, con 865,34 hectáreas, y El Burgo de Osma, con 752,52 hectáreas de herbáceos más 123 de uva de vino y 3 de cultivos industriales no textiles. En el resto de comarcas todavía las afecciones no superan las 200 hectáreas: 180 en Soria, 132,49 en Arcos de Jalón, y 22,43 en Pinares y El Valle.
No obstante, las previsiones meteorológicas advierten de lluvias y tormentas al menos hasta mañana lunes, con lo que “igual podrían mejorar algo los trigos, al ser de ciclos más tardíos, y ayuda a que los rendimientos sean un poco más altos”, manifiesta Mari Luz, aunque sin llegar a revertir por completo la campaña, demasiado ‘tocada’ a estas alturas por la sequía. “La diferencia la va a marcar las próximas aguas”, pero aún así tiene claro que “van a tener que apoyarse sí o sí en el seguro”.
Cabe recordar que después de la cosecha del año pasado los agricultores han protegido para este año 228.629 hectáreas para garantizar una producción asegurada de 163,96 millones de euros, según los datos facilitados a este periódico por Agroseguro una vez finalizado el periodo de contratación de los módulos 1 y 2 de los seguros para los cultivos herbáceos, que cubren el riesgo de sequía, en diciembre de 2022.
Si bien es cierto que la superficie asegurada de cultivos herbáceos en la provincia de Soria ha disminuido ligeramente en la última campaña de contratación con respecto al año pasado, cuando se aseguraron 233.469 hectáreas, según los datos facilitados por Agroseguro. Un descenso atribuible a la merma de las tierras sembradas durante el pasado otoño debido a los altos costes de producción que tuvo que asumir el sector después de unos malos resultados por la sequía.
Aún así, el año pasado fueron 139.000 hectáreas dañadas y teniendo en cuenta las oleaginosas que en el caso del girasol de momento en Soria no han empezado a sembrar.
De hecho, las elevadas temperaturas y la falta de agua dejaron en 2022 siniestros por valor de 12,6 millones de euros, un 21,1% más que las indemnizaciones que recibieron los agricultores y ganaderos de la provincia en la anterior campaña, y fue además la mayor cantidad registrada en los últimos cinco años, e incluso triplicaba la abonada al sector en 2020, cuando fueron 4,22 millones de euros.
Pero hay más. Sólo teniendo en cuenta la posibilidad de que se vaya al traste el 70% del cereal protegido, que serían unas 161.000 hectáreas, el daño se acercaría al registrado en 2017, con 184.000 hectáreas.
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Redacción