Serrano acusa al PSOE de Soria de intentar "cambiar las reglas del juego"

El presidente del PP de Soria y de la Diputación en funciones, Benito Serrano, 'calienta' el recuento de los votos de la circunscripción de Soria y el posterior de los diputados provinciales. A través de las redes sociales, el también alcalde de Golmayo ha acusado al PSOE de tratar de "cambiar las reglas del juego", sobre el cálculo que se debe efectuar de los concejales que pertenecen a pueblos de menos de 100 habitantes, decisivos para decidir el futuro de la institución provincial, bien a favor de los populares o del PSOE.

Benito Serrano se pregunta inicialmente si son "¿Socialistos o socialistas?. ¿Todos los ciudadanos iguales o diferentes?", para a continuación poner el ejemplo de Cañamaque de lo que considera que es un reparto justo: "En Cañamaque ( pueblo de la provincia de Soria con 32 habitantes) han votado 10 personas.Cada una ha puesto las dos cruces que le permite la ley, votando todos a candidatos del PP, con eso el resultado es; candidato A = 10 votos ( cruces). Candidato B= 5 votos. Candidato C = 5 votos. Es decir que al primero le votan todos y se lleva una cruz de cada votante y a los otros dos la mitad. Si sumamos todas las cruces marcadas por estos vecinos  10+ 5+5 = 20".

De esta forma, Serrano defiende que "si hacemos lo que se ha hecho en todas las anteriores elecciones y dividimos entre 2 (20/2= 10), resulta un ciudadano, un voto".

Por el contrario, también plantea el escenario que defiende el PSOE, es decir, "dividir entre tres (20/3= 6,6), es decir que el voto de 10 personas solo cuenta como 6,6 votos", y su conclusión es que "el valor del voto de un ciudadano en un pueblo de menos de 100 habitantes es 0,6 votos y el valor del voto de un ciudadano de pueblo mayor o de la capital es 1 voto".

 Y se pregunta: "¿No vale lo mismo el voto de un vecino de los pueblos mayores de 100 habitantes que el voto de los de menos de 100?.¿Un Español un voto? . ¿O discriminamos a unos frente a otros en función del lugar de residencia?"

Además añade que "lógicamente este sistema se utiliza en todas las provincia igual, ¡estarán todos equivocados! aquí alguno intenta cambiar las reglas con el juego en marcha, y eso tiene un nombre".

Para finalizar, recuerda que el Ministerio del Interior sigue dando la mayoría absoluta al PP en su página web, "pagada con el dinero de todos los Españoles. Espero no gasten de lo de todos para alterar el resultado de las urnas en beneficio de lo suyo". El departamento de Marlaska da efectivamente en su página web el triunfo a los populares en la Diputación, con el reparto de 13 diputados para el PP, 11 para el PSOE y 1 para Vox. Con este reparto el partido de Benito Serrano obtendría mayoría absoluta y no necesitaría a ningún partido para reeditar su presidencia.

En filas socialistas, fuentes del partido de Santa Luisa de Marillac han pedido a Serrano "que se respete el trabajo de la Junta Electoral".

El reparto de los diputados va camino de convertirse en un auténtico culebrón este mes de junio. Todo depende de cómo se calculen los concejales en los pueblos de menos de 100 habitantes. El PP dice que se debe imponer la regla básica, es decir, una división entre 2, mientras los socialistas señalan que la división es entre tres, y recuerdan que hay sentencias en este sentido, una de ellas del Tribunal Superior de Justicia de Aragón. En cualquier caso, no será seguramente hasta el día de 19 de junio cuando un programa calcule el reparto de diputados, con la duda de qué parámetros seguirá. 

Las elecciones en Soria de hace una semana han dejado como ganador en la ciudad y en la provincia al PSOE en número de votos, pero al PP en número de concejales. Los socialistas se han impuesto en los tres grandes municipios de la provincia, Soria, Almazán y El Burgo, los dos primeros por mayoría absoluta y el tercero en número de votos aunque con los mismos ediles que el PP, por lo que Vox decidirá qué partido gobierna. Para los populares conseguir la Diputación sería un botín muy importante. En caso contrario, supondría un auténtico fiasco.