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AGUA

La revisión del Plan de Sequías establece una reserva mínima de 30 hectómetros cúbicos en alerta

Por debajo de ese umbral los desembalses serán para abastecimiento y ambientales

Los grados de alerta garantizan el abastecimiento, pero establecen recomendaciones. HDS

Publicado por
J.A.C.
Soria

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Una reserva de 30 hectómetros cúbicos es el nivel que la Confederación Hidrográfica del Duero estima como umbral para limitar el uso de las aguas en caso de escasez, con nivel de alerta. Y es que por debajo de esos 30, los desembalses desde la Cuerda del Pozo se ceñirán al abastecimiento de las localidades y las necesidades ambientales. El organismo de cuenca se encuentra en plena revisión del Plan de Sequías, que entre otras cuestiones determina una serie de medidas para ceñir consumos y garantizar la salubridad de los sistemas de abastecimiento. En el caso de Soria, el de la capital con toma en el azud de Buitrago y que sirve además a Las Casas, Oteruelos, Pedrajas y Toledillo. La Confederación llama la atención de que únicamente Toledillo dispone de un manantial «que se utiliza en casos de emergencia», sin que exista una alternativa en los demás casos.

El consumo anual de este conjunto es de 4,97 hectómetros cúbicos al año, con el periodo estival como más destacado debido a la población flotante. De junio a septiembre las referencias oscilan entre 0,45 y 0,54 hectómetros. El organismo de cuenca no estima que puedan producirse déficits con estas referencias en los próximos años y prevé unas necesidades de 4,99 hectómetros cúbicos en el horizonte de 2027.

En alerta el Plan de Sequías aconseja reducir usos urbanos no esenciales, como limpieza de calles o riegos de parques. Del lado de la salubridad, que se intensifiquen los controles de calidad y se refuerce la potabilización si se considera que la calidad del agua de la Cuerda del Pozo se ha deteriorado.

La declaración de alerta viene determinada por la previsión de que las aportaciones de agua en los próximos doce meses son al menos las mismas de los años hidrológicos más secos. Con ello debería permitirse el abastecimiento completo y el 75% de las necesidades de riego e industriales, salvando los requerimientos ambientales.

Un futuro más restringido es el que dibuja el nivel de emergencia, cuando el porcentaje cae al 50%, asumiendo el abastecimiento humano completo en doce meses. Eso sí, con la posibilidad de vetar el riego de jardines y huertos privados o espacios públicos, llenar piscinas y poner en marcha sistemas de refrigeración sin recuperación. Podría también acudirse a una «movilización coyuntural de recursos por vías extraordinarias», lo que apunta a que únicamente Toledillo podría acudir al manantial.

El nivel de prealerta supone una normalidad previsible en un año, si bien se adoptan decisiones preventivas y de ahorro. Campañas de concienciación (por ejemplo, ducha en lugar de bañera), reutilización de aguas residuales o puesta al día de las infraestructuras por si la situación se agrava.

Activar estas acciones corresponde al plano local, pero la Confederación avisará a los ayuntamientos de Soria y Aranda de Duero por si ya en prealerta consideran oportuno activar sus propios planes de emergencia ante sequía.