Heraldo-Diario de Soria

SANIDAD

La nueva unidad de rehabilitación cardiaca de Soria reducirá un 25% la mortalidad tras un infarto

El servicio atenderá a unos 50 pacientes cardiovasculares al año. El objetivo es mejorar su calidad de vida a través de un programa físico y de hábitos saludables

El equipo multidisciplinar en la unidad de rehabilitación cardiaca junto a la delegada de la Junta y el gerente de Asistencia Sanitaria. M. H.

El equipo multidisciplinar en la unidad de rehabilitación cardiaca junto a la delegada de la Junta y el gerente de Asistencia Sanitaria. M. H.

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MILAGROS HERVADA
Soria

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Una de cada cuatro personas sufrirá un infarto a lo largo de su vida. Con esta aseveración que estremece se presentó la nueva unidad de rehabilitación cardiaca, puesta en marcha en el Hospital Santa Bárbara de Soria, evidenciando la importancia de contar con este nuevo servicio que atenderá un equipo multidisciplinar formado por médico y enfermero de cardiología, un médico rehabilitador físico, fisioterapeuta y psicólogo. La previsión es atender a 50 pacientes infartados anualmente una vez que esté a pleno rendimiento, lo que ocurrirá ya en unos días. Esto evitará que, como en otras tantos servicios inexistentes en Soria, los enfermos tengan que desplazarse hasta el hospital de referencia que es Burgos.

La evidencia de estas unidades en otros hospitales demuestra que este tipo de programas han logrado reducir la mortalidad de los pacientes infartados en el primer año en un 25%, y de forma similar los reingresos. Actualmente, en torno a un 10 o un 15% fallece después del infarto y uno de cada seis suele reingresar en el primer mes.

El objetivo es mejorar su calidad de vida, de modo que no sólo su recuperación sea más rápida y efectiva, sino que se les implique en unos hábitos saludables a través de un programa físico y educacional.

Teniendo en cuenta las cifras de Soria, donde la media es de tres infartos a la semana, será necesario hacer selección por lo que la prioridad para participar en la rehabilitación cardiaca será de pacientes entre 40 y 65 años, con un cúmulo de factores causantes. «Primero los que más se pueden beneficiar y después se irá ampliando», destacó el jefe del Servicio de Cardiología del Complejo Hospitalario de Soria, Patricio Arribas, poniendo de manifiesto que también los mayores de 80 sufren eventos cardiacos pero no serán objeto de este programa intensivo.

La duración del tratamiento será de entre ocho y 12 semanas, con tres sesiones semanales para derivar en una fase posterior que durará ya toda la vida, según explicó desde el servicio de rehabilitación Percy Bagazo. La primera de ellas comenzará durante el ingreso hospitalario del infartado abordando la importancia del cumplimiento terapéutico y abandono, si lo hubiera del hábito tabáquico, el factor evitable más grave de los accidentes cardiovasculares. 

En la segunda fase, un mes tras el alta y durante las ocho semanas siguientes, el equipo valorará de forma integral al paciente para establecer el programa personalizado de actividad física, entrenamiento, educación y una consulta de fin de programa, para pasar a la tercera fase de rehabilitación cardiaca para toda la vida, que corresponde al seguimiento del paciente dentro del proceso asistencial compartido con Atención Primaria.

Todo ello con el propósito de reducir la morbimortalidad de las enfermedades cardiovasculares, así como promover comportamientos sanos, reducir la discapacidad y acelerar la recuperación funcional de los pacientes.

La unidad de rehabilitación cardiaca, que ya anunció el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, la pasada semana en el pleno de las Cortes, en el marco de una respuesta dada a Soria Ya sobre la futura unidad de radioterapia, lleva un mes en funcionamiento, como matizaron en su presentación ayer, y ya son tres los pacientes atendidos en el programa, en concreto en la fase de gimnasio, y otros seis pendientes de comenzar. 

El nuevo servicio cuenta con cinco profesionales, «con repuesto», de otros cinco, y el gerente de Asistencia Sanitaria de Soria, Enrique Delgado, que asistió a la presentación junto a la delegada de la Junta en Castilla y León, Yolanda de Gregorio, explicó que el propósito es contar siempre con profesionales para trabajar en esta unidad. «Se ha puesto en marcha cuando ha sido posible, cuando hemos tenido la plantilla completa», matizó. 

Los pilares fundamentales con los que trabaja esta unidad comienzan por asegurar la adherencia al tratamiento farmacológico y educar para la corrección de los factores de riesgo con la modificación del estilo de vida y el entrenamiento con el ejercicio físico. Del mismo modo, es imprescindible atender adecuadamente los aspectos psicológicos, sexuales, sociales, la incorporación al trabajo y el ahorro del gasto sanitario o costos sociales, según se puso ayer de manifiesto. 

Y los resultados avalan su implantación. «Tiene un impacto tremendo en el paciente y sobre todo en la familia. Al cambiar el hábito dietético, el impacto no es sólo en el paciente», explicó Arribas, quien añadió que los reingresos de estos pacientes se ven reducidos con la rehabilitación también «porque les da mucha seguridad. Salen con miedo y al menor síntoma van a urgencias». Además, por supuesto, del beneficio objetivo del programa multidisciplinar, que también puede incorporar a otras especialidades como neumología (en el caso de los fumadores) o endocrinos si hay factores de obesidad.

INVERSIÓN DE 85.000 EUROS 

La nueva unidad de rehabilitación cardiaca está integrada físicamente en el Servicio de Rehabilitación, en el nuevo edificio que inició de Hospital Santa Bárbara. Consta de una sala específica de tratamiento con tres puestos y una consulta externa o sala de trabajo para cardiólogo para los tiempos en los que se esté realizando el tratamiento. Además, se beneficia de todas las condiciones e instalaciones básicas que dispone el Servicio de Rehabilitación, como vestuarios y gimnasio, así como otras áreas de trabajo donde los pacientes cardiológicos podrán realizar otro tipo de tratamientos de fisioterapia general que pudieran ser prescritos. En cuanto al equipamiento tecnológico, dispone de una central de monitorización para tres pacientes, dos cicloergómetros, una cinta ergométrica, un sistema de ergoespirometría y monitor automatizado de presión arterial para pruebas de esfuerzo cardiaco en ejercicio. Con este equipamiento se pretende mantener monitorizado al paciente en todo momento. Esto, junto con otras inversiones en mobiliario y otros equipamientos, ha supuesto una inversión de unos 85.000 euros, según informó la Junta.

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