ECONOMÍA
En marcha el monedero virtual de la cooperativa de Soria Megara, que cuenta ya con 60 clientes
La cooperativa ofrece el servicio de manera gratuita y permite ir ‘ahorrando’ el excedente hasta cinco años
El monedero virtual de Megara Energía, la cooperativa energética de Caja Rural de Soria, se puso en marcha a mediados del mes de abril y ya cuenta con 60 clientes, de los que 36 son de la provincia, es decir, más de la mitad. También hay una parte importante de Huelva, donde Megara Energía tiene delegación, y el resto, de Málaga, Sevilla, Jaén, Almería y de Cáceres y Badajoz.
“Algunos están pagando facturas de un céntimo y acumulan el dinero para meses siguientes”, señala el vicepresidente de Megara, Francisco Martín Hidalgo. Además, la cooperativa ofrece el servicio de manera gratuita y permite ir ‘ahorrando’ el excedente hasta cinco años, algo inédito, dado que la mayor parte de las compañías que cuentan con esta ‘hucha’ virtual cobran por ella entre cuatro y nueve euros al mes y guardan el acumulado entre seis y un año como máximo.
Hidalgo señala que todo el que tiene contratado el suministro con Megara Energía y cuenta con instalaciones fotovoltaicas para autoconsumo se le aplica la compensación de excedentes y por tanto puede hacer uso del monedero virtual.
Se trata de un paso importante de la cooperativa en el ahorro de la factura de la luz. La aplicación se la ofrece a sus clientes para que aprovechen el excedente de producción de sus instalaciones fotovoltaicas y se compense con otros contratos del titular. Un proyecto que fue aprobado por el consejo rector de la cooperativa energética el 7 de noviembre y se lanzó a mediados de abril.
Se trata de una iniciativa que ya ofrecen varias comercializadoras y otras empresas para obtener una factura a coste cero de la luz que surgió a raíz del ‘boom’ del autoconsumo a través de placas solares. El elevado precio que alcanzó el año pasado la energía y la subida del coste de los combustibles fósiles provocaron un incremento en la demanda de estas instalaciones, dado que se han convertido en una de las mejores alternativas para depender menos de las grandes eléctricas y tener un mayor control energético. Sólo en 2022 se autorizaron en Soria 332 proyectos, el triple de los que se pusieron en marcha en el año anterior, 117, según los datos del Servicio Territorial de Industria.
Con este ‘Colchón solar’ el cliente que tenga placas solares contrata esta plataforma y puede derivar sus excedentes de un mes para el siguiente e incluso para compensar con otros contratos de los que sea titular. Hasta ahora el ahorro con las instalaciones fotovoltaicas se enfocaba sobre todo a reducir el gasto y a la contribución medioambiental que el usuario realizaba con las energías renovables.
“Actúa como una hucha, de ahí lo de la denominación, porque se decía que antiguamente se guardaba el dinero en el colchón sobre todo en los pueblos”, indica Martín Hidalgo. Así, si uno posee una instalación en un pueblo puede aprovechar los excedentes que en algún momento se generan para dejar al mes siguiente su factura a cero o para minimizar el gasto en otras viviendas donde figure como titular en el contrato de la luz.
Constata el vicepresidente de Megara Energía que en la mayoría de las instalaciones fotovoltaicas en algún momento se produce un excedente que se pierde o no se compensa como se debe. Con esta aplicación virtual se podría incluso regular los propios excedentes sin perder nada de energía. Pero también se puede sobredimensionar la instalación para aprovechar los excedentes para otros contratos y así amortizar incluso antes la inversión.
Conocidas en otras empresas como baterías virtuales o bolsillos solares son una opción planteada para los particulares (para sus negocios, para sus viviendas o para ambos) para gestionar la energía generada que si no se compensa con el gasto del emplazamiento donde están ubicadas las placas, se ‘pierde’ en la red. En el momento en el que se genera la energía se va a la red de electricidad de la compañía distribuidora que tiene y se une al resto de electricidad que se paga. Y si se produce más energía que la que se gasta, la eléctrica tiene que pagar por el excedente que se aporta.
Ahí está el problema, ya que se vende a la compañía a un precio mucho más barato, hasta tres veces más, del que el cliente la paga. Con estas baterías virtuales el excedente fotovoltaico se puede utilizar en otro momento del día o en otra vivienda con contrato a nombre del mismo titular. La comercializadora lo que hace es vender los excedentes de su instalación fotovoltaica a otro cliente o a otra comercializadora y lo resta a precio de compra a la factura de la luz que gasta. Por ello, lo único que hay que hacer es pagar una cuota mensual por el servicio de gestión.
Lo más importante es que “le permite al usuario tener la instalación a pleno rendimiento en todo momento y compartir la energía aprovechando los excedentes”, manifiesta Martín Hidalgo. Y consigue un “colchón energético” para cuando lo necesite.