San Juan 2023
Inmensa y 'agónica' Saca
Traída de seis horas y media, con diez novillos en el coso de San Benito, en un festejo bello y muy ‘peleado’ ante la dispersión, con 50 atenciones y seis traslados al hospital, ninguno por asta
Al filo de las seis y media de la tarde, prácticamente seis horas y media desde la primera carrera, concluía el festejo grande que la capital ansía, con diez novillos en el coso de San Benito. Una Saca larga, muy larga, y muy trabajada por caballistas, gente de a pie, sanjuaneros en general y los mansos ante unos astados que únicamente se mostraron unidos en el instante inicial y en los puntos de recogida. Una Saca inmensa tanto por su desmesurada duración como por cumplir con las expectativas, belleza de las estampas y riesgos. Y agónica por la lucha para incitar, animar y conducir a las reses y la contienda de estas con sus propias fuerzas. Todos los que entraron en la ciudad alcanzaron la plaza por sus medios. Los últimos con lentitud y gran desgaste.
Una salida espléndida de Cañada Honda, dispersión hacia la Vega de San Millán, una partida con ‘doblete’ de esta parada y una marcha tardía del descansadero del Pinarcillo explican, junto al desperdigamiento, la gran demora para dar por concluida La Saca. Al final, satisfacción por encerrar a la gran mayoría, ovacionada por el público. Entre los tiempos acumulados y el empeño por no recurrir al camión, la traída acabó un par de minutos antes de la hora que el programa marca a las vaquillas. Y con fresco, amenaza de lluvia y viento frente al calor mañanero en el monte con el verdor de las pasadas lluvias.
De la colorida, masiva y animada presencia en Valonsadero y el recorrido, 50 personas conocieron percances que requirieron atenciones por parte de Cruz Roja. Fueron seis los trasladados al hospital Santa Bárbara, ninguno por asta de toro. Norberto Cardona, responsable del dispositivo, explicó que la incidencia más complicada consistía en un traumatismo torácico de consideración. Sucedió por la caída desde un árbol al romperse una rama. Otra caída fue la de un caballista. Entre el resto de atenciones de Cruz Roja, destacaron los pequeños traumatismos.
A última hora, desde la Junta se informaba de 16 pacientes atendidos en el servicio de Urgencias del hospital Santa Bárbara. Cuatro permanecían ingresados. Dos como consecuencia del suceso del árbol y dos caballistas que presentaban fracturas costales y laceración de bazo y fractura de pelvis, respectivamente.
La emocionante apertura de la puerta de los corrales de Cañada Honda tras el tercer cohete se vio acompañada por la estilosa y elegante desbandada de los novillos, con uno adelantándose por un parpadeo a los otros once. Sin incidencias en el instante inaugural, el siguiente vistazo fue el de una acusada dispersión. Prácticamente una hora tardó hasta que se dio por encerrada la manada al completo en la Vega de San Millán. Entre un grupo rezagado en la zona del hotel, los que andaban en solitario, los que buscaban sombra y el cauce del Pedrajas, este primer tramo se prolongó un tanto, con momentos de riesgo y algunos percances. A eso de las doce y veinte había ocho astados en la Vega y los que andaban por las inmediaciones no se decidían a entrar, sobre todo uno cerca del merendero de autoridades.
Si esta etapa dio trabajo, fue mayor a partir de las dos y media en la Vega. Aquí lo problemático fue que las reses abandonaran el lugar o, al menos, que lo hicieran de modo prometedor. Y es que el que debía ser el arranque de una nueva y espectacular estampa quedó a medias. Cinco no partieron y siete enfilaron hacia el descansadero. Para agravar el asunto, uno de los que marchaban al Pinarcillo se dio la vuelta. Es decir, mitad y mitad en cada paraje. A las tres fructificó una segunda intentona y cuatro astados salieron del lugar. Los dos que quedaron no hubo manera de que avanzaran y acabaron en el descansadero gracias al camión.
Allí habían entrado sus compañeros a partir de las tres menos cuarto. Lo hizo aproximadamente el primero a esa hora y poco a poco se fueron sumando los demás. Una hora y media después de la teórica partida de San Millán había diez recogidos. Eran los que iban a acceder a la ciudad, ya que los dos que llegaron en camión no realizaron el último tramo. A esas alturas había ya una gran dilación y aún quedaban casi dos horas más hasta que todos estuvieron encerrados. A eso de las cinco menos veinte partía la manada y diez minutos después entraba el primer novillo en la plaza. Pocos minutos después ya eran cuatro. Y así hasta los diez, una gran cifra para este estreno de la ganadería de La Cardenilla.