La calzada romana se cruza otra vez, ahora con la A-15 en Aldealpozo

La riqueza arqueológica de Soria topa de nuevo con una obra y obliga a tener muy en cuenta lo que pudiera hallarse y cómo protegerlo si se diera la circunstancia. En este caso es otra vez la calzada romana la que se encuentra con una autovía. El mismo itinerario, el de Uxama a Augustobriga que ya afloró en la A-11 y que ahora se interpone en el lado oriental de la provincia. Concretamente, en Aldealpozo y la A-15. Se trata del tramo recientemente licitado entre Fuensaúco y Villar del Campo, el primero que llega en la parte Este de Soria después de la hace años realizada variante de Ágreda. Aunque la colisión se da en un único punto, hay que tener en cuenta el valor de la antigua ruta. El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana atiende al conocimiento histórico en el proyecto constructivo y el contratista deberá hacer para que la vía, si surge ‘en condiciones’, pueda salvarse.

La Junta informó a través de Patrimonio, dentro de las consultas preceptivas, de la existencia de la calzada. El camino que iba a Augustobriga llega a Aldealpozo desde Renieblas y Arancón. La hipótesis es que, tras rodear el núcleo y cruzar la N-122, se dirige al Sur en una línea que se correspondería con el actual Camino de Tajahuerce. La A-15 la cortaría a unos 350 metros del casco de Aldealpozo, indica la Comunidad Autónoma, sobre la base del trabajo ejecutado en 2003 por la empresa Arquetipo.

Ya a mediados del XIX el ingeniero Eduardo Saavedra dio con un itinerario semejante en su estudio del recorrido entre Uxama y Augustobriga. El técnico e historiador, que también identificó correctamente el poblamiento de Numancia, dirigió la obra de la carretera entre Soria y El Burgo de Osma. De manera que, entre una cosa y otra, era patente la posibilidad de que el camino de Roma apareciera en la ejecución de la A-11. De hecho, los proyectos contaban con ello.

Es lo que sucedió en 2017 en la zona de Blacos y el Temeroso. Un modificado de 7,2 millones de euros sirvió para conservarla e integrarla en el moderno recorrido, con homenaje figurativo incluido a los viajeros de la antigüedad. Eso sí, salvar la infraestructura secular causó un retraso de años en la apertura de aquel tramo.

«En la actualidad no se ve ningún resto constructivo que parezca antiguo», señala la documentación de Patrimonio sobre el Camino de Tajahuerce, «observándose simplemente un camino de concentración parcelaria más, como otros muchos existentes en la zona». Sin embargo, esto «no es óbice para que el camino actual esté enmascarando los restos del antiguo, dato que deberá ser ratificado con la excavación de los pertinentes sondeos arqueológicos». Patrimonio señala la necesidad de practicar «todas las medidas de investigación y protectoras oportunas». En este sentido, determina al menos cinco sondeos arqueológicos para estudiar en su caso las medidas correctoras. El punto, según explican desde el terreno, ya fue objeto de catas hace unos años.

El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana licitó el lunes la construcción de los 15 kilómetros de la A-15 entre Fuensaúco y Villar del Campo. Comienza así el ansiado recorrido oriental hacia Navarra, más allá del servicio que presta desde hace años la variante de Ágreda. El presupuesto de licitación asciende a 116 millones de euros. El plazo de ejecución es de 59 meses.

Aunque en la zona en cuestión no se aprecia la calzada, la relación de Aldealpozo con ella aparece por algunos indicios. Así, a mediados de los años 90 se localizó un miliario quebrado en la ermita del Buen Suceso, reutilizado como contrafuerte. Lo recuerdan José Manuel Pérez Rodríguez y Giacomo Gillani en un trabajo sobre epigrafía en la calzada publicado por la Universidad de Valladolid.

El mismo documento propone la hipótesis de que las columnas del pórtico de la ermita se correspondan con la reutilización de otros dos ‘marcadores’ del recorrido. Al menos, su aspecto es compatible con que lo sean.

Al margen de la vía romana, el recorrido entre Fuensaúco y Villar del Campo atesora otra serie de áreas de interés arqueológico o etnográfico que el proyecto constructivo incorpora para su vigilancia. Son otros 11 espacios, que van de la Edad del Hierro a la época Contemporánea, pasando por el periodo tardorromano. Las medidas en estos casos abarcan desde la investigación excavando a la limpieza y documentación.

Caso aparte es el del llamado encerradero circular de Omeñaca. Aquí se abre la posibilidad de que sea trasladado, una vez estudiado en detalle y realizados los desbroces. Este desplazamiento tiene que ser aprobado por la dirección de obra y Patrimonio.

Desde el punto de vista del medio ambiente, un aspecto de interés es que la autovía atraviesa un espacio en que habita la alondra ricotí, una especie en peligro de extinción. El área se ve afectada por uno de los vertederos y de los acopios de material durante la ejecución. Como acción compensatoria, con la A-15 se hará una revegetación, lo que supondrá restaurar algo más de 17 hectáreas en el Hábitat de Interés Comunitario.