La alerta de un vecino de Almazán propicia la detención de 2 ladrones

Viajaban desde Madrid, donde residían, Humanes en concreto, estudiaban la vivienda y los hábitos de sus moradores en zonas rurales de Soria –Almazán en concreto–, Ávila, Segovia, Valladolid, Cáceres, Madrid y Ciudad Real –que se tenga constancia hasta ahora–, y posteriormente actuaban. Aprovechando que no había nadie en la casa, generalmente unifamiliares, forzaban la ventana con un destornillador y dentro de la vivienda revolvían hasta encontrar el botín, principalmente oro, diamantes, joyas de valor en general, y dinero. Nada más. «Distinguían muy bien», indicó el jefe del equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil de Almazán que ha efectuado las diligencias, el sargento Lorenzo Pascual, destacando la «destreza y profesionalidad» de los dos detenidos por estos hechos, tras la voz de alarma dada por un vecino de Almazán.

Así hasta conseguir un botín de medio centenar de joyas, algunas ya restituidas a sus propietarios, y 2.000 euros en metálico. También un revólver que la Guardia Civil halló en un zulo junto a un puente en Lucillos (Toledo), y que los cacos se llevaron de una casa de Cáceres.

En resumen, muy profesionales y con habilidad para hacer un trabajo «fácil» que proporciona «dinero rápido y sin rastro», porque el destino del oro era la fundición.

Se trata de dos personas de origen albano-kosovar, de 29 y 39 años, respectivamente, que fueron detenidas a finales de la semana pasada gracias a la investigación llevada a cabo por la Guardia Civil de Soria, después de que un vecino de Almazán diera la voz de alarma, el 27 de julio pasado, incluso la matrícula del coche que utilizaban los ladrones para sus fechorías. Le sorprendió la actitud del ocupante, que se dio a la fuga en cuanto se sintió observado, con tiempo para memorizar los números de la placa. A partir de ahí, la Guardia Civil comenzó a tirar del hilo. Ironías de la vida, los ladrones actuaban en una de las unifamiliares de Almazán, a apenas 300 metros del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción donde serán juzgados.

Se les imputan, por el momento, 14 robos cometidos en pueblos de varias provincias, con la previsión de que la lista se amplíen porque la operación, denominada Bianca, sigue activa y no se descartan nuevas detenciones.

Los dos detenidos se encuentran en prisión preventiva incondicional, un lugar que no les es ajeno puesto que ya han sido condenados por hechos similares en otros países de Europa e incluso han permanecido en la cárcel en Alemania, Italia y España, según informó el teniente coronel de la Comandancia de la Guardia Civil de Soria, Sergio Peñarroya, quien explicó que la labor de investigación hasta culminar con la detención ha sido «complicada» por el propio modus operandi de los implicados, puesto que viajaban desde Madrid «y ejecutaban los robos en apenas minutos». Un modus vivendi, matizó Peñarroya puesto que les constan numerosos antecedentes por este tipo de delitos.

En concreto se les atribuyen 14 robos con fuerza en las cosas en vivienda habitada, aunque en ninguno de los casos se encontraban ocupadas en el momento de los hechos.

Los delitos los cometían siempre a la misma hora, entre las 22.00 y la 1.00 de la madrugada, cuando les constaban que sus ocupante se encontraban fuera de la casa de forma temporal. De modo que con en apenas minutos revolvían todo el interior hasta encontrar el botín deseado y marcharse por donde habían venido. Eso sí, cambiaban la ropa oscura que vestían durante la comisión del robo y regresaban a su domicilio en Madrid. Allí es donde la Guardia Civil, después del seguimiento de días, les detuvo, en concreto cuando se dirigían en coche hacia Humanes, con el botín en el interior. Un vehículo –Audi A4– que también aportará nuevas pistas ya que fue alquilado en Málaga por terceras personas. «Hay otras provincias en el punto de mira y seguiremos tirando en las semanas siguientes», indicó la Guardia Civil, que recalca la movilidad geográfica.

Se tiene constancia de que actuaron en dos viviendas en Almazán, dos de Montehermoso (Cáceres), Dos en Riaza y otras tantas en Cuéllar, ambos pueblos de Segovia, así como en una en Peñafiel (Valladolid), tres en Madrid, en concreto en Galapagar, una en Arenas de San Pedro (Ávila) y una en la localidad de Herencia, de Ciudad Real.

La Guardia Civil incidió en la importancia de la colaboración ciudadana, fundamental que ante cualquier sospecha telefoneen al número 062. En este caso, la suspicacia ciudadana ha resultado básica. «Almazán es una población relativamente pequeña y los vecinos conocen más o menos los vehículos de la zona. Le llamó la atención que éste no lo era y que además había una persona en su interior, que al ver que podía haber sido detectada emprendió una huida rápida, y el ciudadano entendió que no era usual», explicó el sargento Lorenzo, sobre el inicio de la operación.