Heraldo-Diario de Soria

Cultura

Más de 300 encajeras se dan cita en Soria para compartir ideas y técnicas

Los bolillos siguen de moda y hay relevo: «A los 40 años suele entrar el gusanillo»

El encuentro de encajeras reunió a más de 300 en la plaza Mayor de Soria.

El encuentro de encajeras reunió a más de 300 en la plaza Mayor de Soria.ANA RENTA

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En la plaza Mayor de Soria no cabía un alfiler más, literal, porque se dieron cita 326 encajeras para hacer bolillos y desde la organización, la Asociación Cultural Encajeras Leonor de Soria, han tenido que dejar fuera a medio centenar por falta de espacio. Unas cifras que ponen de manifiesto que la técnica del bolillo sigue de moda y que no es una mera tradición del pasado. «A eso de los 40 te suele entrar el gusanillo y hay relevo», asegura Carmen Pascual, la secretaria de la asociación soriana que lleva ya 15 años organizando este encuentro.

Llegaron encajeras –y cuatro encajeros– de comunidades como Asturias, Madrid, Navarra, País Vasco, Aragón o La Rioja, también de Toledo, Ciudad Real, Guadalajara, Burgos y por supuesto de Soria. «Los encuentros son una oportunidad para compartir ideas y técnicas», apuntó Pascual, y se convierten en todo un acontecimiento por el volumen de participación que arrastran.

Además, la cita se completó con puestos de distintas mercerías de otras provincias, dando la oportunidad a los participantes de adquirir todo tipo de material necesario para los bolillos, desde una almohadilla o mundillo, palos, hilo y alfileres. «En Soria no hay ningún sitio donde podamos comprarlos, así que o aprovechas estos puestos en los encuentros o tienes que irte a otra provincia a comprarlos», comentó la secretaria de las encajeras sorianas.

Un handicap que no hace decaer la afición, o «el vicio», como reconocen ellas mismas. Su mantra es «vuelta cruz», y los resultados son sorprendentes. Una muestra de ellos puede verse en la exposición que alberga el patio de columnas del Ayuntamiento, donde pueden verse desde abanicos finamente hilados a antifaces, bolsos, cuadros con el caballito celtíbero, fulares e incluso hasta adornos para el árbol de Navidad.

«El encaje de bolillos no sólo sirve para hacer cosas tradicionales, también modernas, ya no es la puntilla clásica», señaló Pascual, quien explicó que esta técnica se perdió en el siglo XIX durante la revolución industrial, –«no podía competir»–, y quedó reservado de puertas para dentro, pero de forma paulatina se ha ido recuperando y actualmente se organizan en España más de 30 encuentros «para seguir aprendiendo y aportando ideas y técnicas».

La cita de ayer sirvió de convivencia y no faltaron los obsequios y la rifa, gracias a la colaboración de entidades sorianas, con patrones y tablilla para los bolillos, pero también un producto muy soriano como es el chorizo.

Además, desde las Encajeras Leonor de Soria colaboraron con la Asociación Española contra el Cáncer y elaboraron un millar de lazos verdes con los bolillos que ayer pudieron adquirirse durante la celebración del encuentro en la plaza Mayor para colaborar en la lucha contra la enfermedad.

Las encajeras de Soria se reúnen semanalmente en el edificio de La Presentación y este año han sido cuatro las personas que se han sumado para garantizar el relevo.

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