Sanidad
La piscifactoría de Vozmediano, en el ojo del huracán
El alcalde, Tono Jaray, subraya que se deben realizar controles específicos para detectar el protozoo. No hay ningún resultado que vincule a la firma soriana
Buena vecindad, buenas relaciones pero la sensación de que el brote de gastroenteritis desatado en Tarazona, y que se ha cobrado cerca de 470 enfermos en la localidad turiasonense y pueblos cercanos, tiene su origen en aguas sorianas. Al menos esa es la impresión que dejó este jueves en sus declaraciones el alcalde del municipio zaragozano, Tono Jaray (PP).
El regidor de Tarazona explicó inicialmente que la cifra de contagios «va bajando», aunque se siguen produciendo «picos», que se asocia al «contacto entre personas» y, por tanto, a los contagios. Precisamente, el Ayuntamiento celebró el pasado miércoles un pleno en el que un concejal del PSOE reclamó que se solicitara a la Confederación Hidrográfica del Ebro más información sobre la piscifactoría de truchas de Vozmediano, en el río Queiles, así como más datos sobre la sonda de la empresa que debe medir los parámetros en el río y el hipotético cambio de actividad que habría acometido la firma.
Jaray fue claro: «La captación del agua de boca se realiza en el propio río Queiles, donde vierte en sus aguas la piscifactoría y también sus aguas fecales Vozmediano. Luego tenemos la depuradora de Ágreda y Ólvega en el embalse del Val, donde hay explotaciones ganaderas. Esta no es para agua de boca, nosotros no tomamos del Val, sino para riego, y también sirve para algunos pueblos de la Ribera de Navarra. Es decir, tomamos agua del Queiles pero el Val es para riego».
El alcalde, por tanto, subrayó que «cada vez que hay algún problema, se pone el foco allí. Nosotros no hemos hecho una petición específica a la Confederación Hidrográfica del Ebro para recabar más información de la piscifactoría de Vozmediano, aunque lógicamente, en las reuniones que hemos mantenido se ha hablado tanto del desagüe de la piscifactoría como de las explotaciones ganaderas del Queiles».
Jaray también señaló que es lógico que los análisis de las aguas llevados a cabo en el Queiles por parte de la Diputación de Soria no hayan arrojado incidencias, ya que «los análisis habituales no desvelan la existencia del protozoo» (‘Cryptosporidium’ ), ya que deben realizarse «análisis específicos» una vez recogidas las muestras de heces de las personas contaminadas. Cuando tenemos constancia de los protozoos en las heces es cuando nos ponemos en marcha para hacer analíticas distintas».
En el Moncayo se sigue buscando el origen del brote de gastroenteritis que ha afectado a más de 470 personas. La piscifactoría está ubicada precisamente en la cabecera del río Queiles, donde se tomaron el martes las primeras muestras cuyos resultados podrían conocerse la próxima semana, y que pueden a resultar decisivos para determinar el origen del foco. Hasta el momento, eso sí, no hay ningún resultado que vincule directamente a esta instalación ubicada en territorio soriano.
No obstante, la relación entre las truchas y el ‘Cryptosporidium’ resultó avalada en una tesis doctoral de la Universidad de Santiago tras el estudio de campo realizado en una piscifactoría cercana a la capital compostelana. En la misma, se indica que el hallazgo de esta especie zoonósica en ejemplares de trucha puede repercutir en la salud pública.