La capital
El estudio del puente de piedra de Soria revela que la cimentación no está socavada
El arreglo integral licitado con las travesías lo dejará en unas «condiciones de servicio similares a las iniciales o incluso superiores»
Marcado por la erosión y el tráfico continuo de vehículos, el puente de piedra de la capital presenta evidentes desperfectos. Pero no tiene daños en lo que se refiere a su asiento en las aguas. La cimentación resiste, según el estudio de la estructura, y no hay una parte hueca bajo los tajamares que haga peligrar la estabilidad o multiplique la obra necesaria para rehabilitarla. En las inspecciones a la licitación del arreglo «no se detectaron indicios de socavación», lo que daba respuesta negativa a uno de los interrogantes previos. Y es que a simple vista el estado de las pilastras es bastante achacoso. El desgaste de la sillería y las grietas son comunes, pese a los ‘remiendos’ de precedentes actuaciones. Comparten los tajamares parte de las patologías generales de la pasarela, que afectan tanto a la parte histórica como al recrecido de hormigón para aumentar el tablero. Una quincena de males que la restauración quiere atajar.
A 1,1 millones asciende la licitación de las obras que en estos días ha lanzado el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana. Con un plazo de ejecución de 18 meses, se trata de una intervención integral con la que se cierran los contratos relacionados con las travesías. La actuación conducirá «a la estructura a unas condiciones de servicio similares a las iniciales o incluso superiores a las condiciones originales con las que se proyectó», señala el proyecto.
Erosiones, pérdidas de materiales, grietas, fisuras, vegetaciones, corrosiones y degradación en general constituyen parte del listado de males del puente. A ello parecen haber contribuido también reparaciones un tanto descuidadas. En este sentido, el proyecto alerta de la existencia de arreglos inadecuados con cemento. Estos materiales «no son muy recomendables debido principalmente a la generación de sulfatos dañinos para la piedra e impiden la transpiración». Si la construcción pétrea no está muy presentable, lo mismo sucede con el complemento contemporáneo de la ampliación de hormigón del tablero.» se aprecian fisuras por corrosión de armaduras debido al hinchamiento que se produce en las armaduras al corroerse», expresa el estudio, que no pasa por alto la, en ocasiones, poco presentable situación de las farolas y barandillas.
«Es necesario realizar una rehabilitación estructural para restituir las condiciones de durabilidad de la estructura, evitar que el progreso de los deterioros afecte en mayor medida a la resistencia estructural y reparar las secciones o zonas cuya resistencia estructural se encuentre ya afectada», señala el proyecto de manera amplia para el puente de piedra.
Con la restauración, el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana finaliza las contrataciones vinculadas a las travesías. La pasarela, que es a la vez un monumento, quedó desgajada como procedimiento singular. De esta manera no se retrasaba el planteamiento general, ya que era necesaria la implicación de Patrimonio y el organismo de cuenca.
En estos momentos, el Ministerio examina las ofertas de la segunda fase de las travesías, que discurre desde la entrada de la carretera de Logroño hasta el aparcamiento de San Polo. Son prácticamente nueve los millones presupuestados para esta recuperación, que en la zona del cerro Castejón incluye la dotación de un bulevar y que en Dehesa Serena supondrá un aumento de seguridad con un parque de La Arboleda más ‘cosido’ a la casco al suprimirse el tercer carril. La ciclabilidad está garantizada con una vía propia, lo mismo que sucede en la primera fase, ya en curso. Esta última es la que va del Caballo Blanco hasta la estación del ferrocarril, pasando por Eduardo Saavedra. En los dos extremos (la estación y el Caballo Blanco) las obras, valoradas en 12 millones, están iniciadas.