La capital
Soria revisará tasas e impuestos en base a la inflación
La capital iniciará el próximo 19 la puesta al día de las ordenanzas para su entrada en vigor el próximo año y además del IPC deberá tener en cuenta la subida del 0,5% del suelo de los empleados
Con el último tramo del año llegan para el Ayuntamiento dos de las operaciones de más trascendencia: la revisión de las ordenanzas fiscales y la elaboración del presupuesto. Este año se prevé que la puesta al día de las ordenanzas fiscales tenga mayor enjundia que el año pasado, ya que hay un factor de peso acumulado. Se trata de una inflación que también afecta al coste de los servicios municipales y que en 2022 no se tuvo en cuenta de cara a este ejercicio. La inflación «por supuesto que va a condicionar las ordenanzas fiscales», reconoció el concejal de Hacienda, Javier Muñoz.
El debate de la puesta al día está a las puertas, concretamente el próximo 19 de octubre tendrá lugar el pleno con el primer paso de la aprobación inicial. Queda así margen para estudiar y las posibles alegaciones y que las normas regresen al pleno para el visto bueno definitivo, de manera que los cambios entren en vigor a 1 de enero. Los impuestos propios y tasas son «una de las fórmulas» municipales para «consolidar los ingresos», recordó Muñoz, quien explicó que «tendremos que tomar una decisión» sobre el alcance del posible ajuste.
De cara a 2023, la decisión municipal pasó por congelar la fiscalidad, incluido el IBI que habitualmente suele ser el apartado más polémico en el salón de plenos. El Ayuntamiento acordó una serie de bonificaciones, al tiempo que determinaba que la tasa de veladores regresaba al nivel prepandemia, después de un año al 50% y sin cobro en 2020 y 2021. En la actualidad, el IPC de los dos últimos dos ejercicios se coloca «en el entorno del 10%», estimó el concejal de Hacienda. Esto no significa una traslación automática a la fiscalidad local («evidentemente, no»), pero es un factor que habrá que tener en cuenta en los estudios y posibles elevaciones. Los servicios técnicos están estudiando los gastos y a partir de ahí se adoptará una decisión. Hay que contar además con el ‘ajuste político’, en el sentido de que tradicionalmente las estimaciones técnicas sobre la necesidad de puesta al día o subida de los ingresos propios se ve corregida a la baja por el lado político.
Aparte del IPC y sus repercusiones, está presente una causa muy concreta de elevación de los gastos municipales. Es la subida del 0,5% acordada por el Gobierno para los trabajadores públicos. El capítulo de personal moviliza en las cuentas vigentes 17,8 millones de euros. El incremento del 0,5% (que se aplica con efectos retroactivos desde el pasado enero) supone 89.000 euros.
En cuanto a la elaboración del presupuesto, desde el equipo de Gobierno se analiza «la plantilla que vamos a pasar a todos los departamentos» a partir de esta semana. Con ella se recopilan los datos de necesidades de las diferentes áreas, un proceso que Muñoz calculó que se cerraría en este mes, de manera que a comienzos de noviembre el Ayuntamiento estaría en condiciones de dar los primeros pasos en torno a las cuentas, con reuniones técnicas y del equipo económico. Uno de los condicionantes actuales para preparar las cuentas locales es la ausencia de proyectos de presupuesto autonómico y estatal, algo que al Ayuntamiento no le resulta insólito, por lo que «marcamos nuestra propia hoja de ruta».
El año pasado, las cuentas se presentaron a comienzos de diciembre y se aprobaron en el pleno del 23 del mismo mes. Unas cuentas de 2023 que resultaron históricas en su cuantía (68,4 millones), especialmente por el abultado desembarco de los fondos europeos, con los programas asociados de inversión. Precisamente las obras asociadas a estos fondos de reconstrucción y otros hicieron que uno de cada tres euros se destinara a las inversiones. El apartado social recibió un fuerte impulso al elevarse hasta los cinco millones.