Juicio por violencia de género en Soria
La Policía asegura que el acusado del asesinato de Diolimar tenía la mochila preparada
Certifica, en la tercera sesión del juicio, que entre el momento del apuñalamiento y la huida median apenas unos cinco minutos y que el contenido fue «escogido cuidadosamente»
La cronología de lo sucedido en la vivienda de Diolimar, la víctima de violencia de género que falleció como consecuencia de un apuñalamiento el 9 de junio de 2022, indica que el acusado, su pareja sentimental hasta hacía unos días, huyó del domicilio apenas unos cinco minutos después de los hechos y con una mochila preparada previamente. Contenía documentación como el pasaporte, la solicitud de asilo en España –el encausado es de origen venezolano, como la víctima– el cargador del teléfono móvil, un smartwatch, crema facial, plantillas y tres relojes de diferentes marcas, entre otros objetos, como detalló la Policía judicial que declaró en el tercer día del juicio que se sigue en la Audiencia Provincial de Soria con jurado popular.
«Son objetos escogidos cuidadosamente, no es lo primero que ha cogido. Llevaba incluso su vida laboral, como para iniciar su vida en otro sitio», explicó al tribunal uno de los agentes de Policía Judicial que investigó el caso tras la comisión de los hechos.
Según detalló, la víctima llegó al domicilio en torno a las 1.20 horas, después de salir de trabajar y acudir a tomar una consumición con sus compañeros y su tío, que también trabajaba en el bar. A las 2.01 horas desde el teléfono de la mujer salió una llamada de whatsapp a su anterior novio, con quien mantenía una relación de amistad fomentada también por la hija de la víctima que había convivido con dicha expareja. Éste no atendió la llamada pero sí le envió mensajes a las 2.04 horas y 2.05, que el móvil de la mujer no muestra como leídos. A las 2.08 horas, el tío de la fallecida que estaba en casa llamó a su hermano para decir que habían apuñalado a Diolimar, por lo tanto, los trágicos hechos sucedieron en ese margen de tiempo, y «a las 2.11 horas, Nahum ya salía del domicilio», y su teléfono confirma que llamó a su hermana para contarle lo sucedido.
La Policía sostiene que el acusado no tuvo tiempo material para reaccionar, por lo tanto, lo tendría preparado. «Estaba totalmente vestido, y no le habría dado tiempo a hacerlo tras haber cometido los hechos», especificó el agente, quien afirmó que «no se había escuchado discusión previa» y que no había signos de pelea en la habitación.
Un matiz en el que no coincidieron otros policías que también prestaron declaración en el juicio pues aunque confirmaron que en la habitación todo estaba en su sitio y no existían evidencias de pelea, sí indicaron que el tío de la víctima les informó de que había escuchado «una discusión verbal» entre la mujer y el acusado dentro de la habitación unos minutos antes de encontrarla agonizando en la cama.
Por su parte, los agentes indicaron que la agresión con el cuchillo hubo de producirse en la propia cama donde estaba la víctima, por cuanto la sangre sólo se hallaba en las sábanas y el colchón, y si la puñalada se hubiera producido de pie habría «manchas en el suelo» e igualmente, en el caso de que existiera «forcejeo habría salpicado».
En la tercera jornada del juicio, el jurado popular pudo visionar fotografías policiales de la víctima en el lugar de los hechos, constatando que la herida fue de unos dos centímetros. Y también pudieron observar directamente el cuchillo utilizado, de 13 centímetros, y restos de sangre en la hoja, que el acusado dejó en el fregadero de la vivienda antes de salir de allí.
El juicio continuará el lunes con las pruebas periciales y el martes con la declaración del acusado.