Los furgones de la Guardia Civil, en la mira del Defensor del Pueblo
La institución detecta que los dos vehículos de presos no tienen cinturones de seguridad y sí abrazaderas que «podrían ser susceptibles de empleo para esposar a sus ocupantes»
Los furgones de la Guardia Civil para el traslado de presos están en el punto de mira del Defensor del Pueblo. Y es que no cumplen con los criterios de la institución y por eso reitera que es necesario acomodarse a ellos. Los vehículos no sólo son antiguos, sino que no tienen algunos elementos básicos, de manera que la seguridad parece comprometida. La Guardia Civil lo reconoce, pero los defectos siguen ahí, aunque a su juicio las condiciones se acomodan a las órdenes del Ministerio del Interior. El Defensor del Pueblo cursó una visita a la Comandancia, dentro de sus funciones como Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura, el pasado marzo y hace unas semanas publicó sus conclusiones. Su presencia en Soria se correspondió con el seguimiento de una ‘inspección’ previa. Algunas carencias de entonces se han subsanado, pero no lo relativo a los furgones. Por eso el Defensor reitera la sugerencia de entonces.
La institución refiere que hay dos vehículos para la conducción de presos y que proceden de 2008 y 2011. «Ambos vehículos carecen de cinturones de seguridad, presentan asientos corridos, así como abrazaderas que podrían ser susceptibles de empleo para esposar a sus ocupantes, en contra del criterio del MNP» (Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura). La recomendación del Defensor es que «se dote la Comandancia de Soria con vehículos que cuenten con sistemas de retención que garanticen la seguridad de las personas privadas de libertad, asientos colocados en la dirección de la marcha, así como cobertura de videovigilancia y videograbación en su interior». La Guardia Civil objeta que sí tienen «cámara de videovigilancia» y que, en todo caso, «se cumple con lo recogido» en una Orden del Ministerio del Interior.
No obstante, la propia Guardia Civil parece consciente de que los vehículos no están en muy buenas condiciones. El informe del Defensor señala que «en 2021 se ha solicitado a través de los conductos necesarios la dotación de dos furgones nuevos acondicionados a las funciones que desarrollan». Pero «en el momento de la visita dichas dependencias carecen de vehículos que garanticen la indemnidad de las personas privadas de libertad, ante eventuales accidentes». Entre unas cosas y otras, la institución reitera que hay que poner cinturones de seguridad y todo lo que falta.
Por otra parte, el Defensor pone reparos a las condiciones de uso de ciertos materiales de los agentes. Y es que, tienen que tener «fundas antihurto de dotación» de las armas y «chalecos antibalas personales e intransferibles». En cuanto a las fundas, la Comandancia responde con el listado disponible. Sobre los chalecos «se indicó que los mismos no son intransferibles y que han de permanecer a disposición de la Comandancia cuando el personal cambia de destino».