Ondara alarga hasta nueve meses el próximo ERTE para 40 trabajadores

La historia se repite, pero ahora incluso más larga. La compañía Ondara Directorship informó ayer al comité de empresa de que la prórroga del expediente de regulación temporal de empleo, ERTE, ya esperado, será de hasta nueve meses, el más largo hasta ahora, y todo porque la firma sigue sin conseguir compradores para su cosecha de cannabis que le abra la puerta al permiso de comercialización.

Una propuesta con la misma promesa de siempre, «que va a ser el último», como trasladó la representante de Comisiones Obreras, Amor Pérez. «Lo que nos dicen es que necesitan esta nueva prórroga, ahora de nueve meses», explicó, cuando los anteriores han sido de tres y de seis, como el último que finaliza el próximo 1 de diciembre.

El periodo de consultas para intentar llegar a un acuerdo entre empresa y comité, algo que ya no ha sido posible en los dos anteriores ERTE, se abre el viernes con la entrega de la documentación a los trabajadores, y un plazo de una semana para la negociación en la que esperan «algún gesto» de la compañía.

El comité ya se pronunció ayer. Quiere que la empresa liquide lo pactado que queda pendiente de todos los expedientes, unos 2.600 euros por cada trabajador –actualmente son 40 en ERTE–, y que «les deje libres», mediante la aplicación de un expediente de regulación de empleo, ERE, de modo que una vez que la compañía retomara la actividad en Ondara pudieran volver a incorporarse.

La idea no ha gustado nada a la dirección que asegura que esa propuesta es «inviable por el desembolso de dinero que supone». Los sindicatos proponen que se haga por plazos, pero eso tampoco convence a la dirección.

Hay que recordar que los trabajadores en ERTE llevan desde junio de 2022 sin tener que acudir a su puesto y que únicamente 20 personas del servicio técnico, de los 60 que componen la plantilla, están en activo.

Desde el comité insisten en que debe haber una solución, «algo contundente y diferente, porque si es más de lo mismo ya no habrá acuerdo», avanzaron ayer. La pelota está otra vez en el tejado de la empresa, pero ya ha demostrado en anteriores ocasiones que el margen de negociación que deja es escaso puesto que acaba aplicando el ERTE según sus condiciones. «Necesitamos que aporte más, que hagan ver al propietario, que está en América, que aporte por los trabajadores», indicó Amor Pérez, quien recordó que la situación de la plantilla se arrastra ya desde que la compañía era Aleia y se dedicaba a la producción de rosas. 

Ondara inició su actividad como productora de rosas y empezó en el primer trimestre de 2021 el cambio de actividad para dedicarse al cannabis con fines medicinales. «Nos decía un delegado que en cinco años ha trabajado tres meses», recordó la representante de CCOO para mostrar el panorama que se cierne sobre el personal de la compañía. Pero no está en los planes de la plantilla el rendirse, y eso aunque 40 trabajadores no han regresado desde junio de 2022 en que salió la cosecha, pendientes del futuro de la fábrica.

Y es que Ondara necesita «mucho tiempo», según trasladaron desde la firma, el suficiente para encontrar a esos clientes que le permitan dar salida a la cosecha de cannabis del año pasado y, obtenido el visto bueno de la Agencia Española del Medicamente, volver a iniciar la producción.

Uno de los escollos se encuentra en la petición de los potenciales compradores que reclaman más variedades de cannabis. Algo de lo que Ondara no dispone, pero ya está «trabajando en ello, intentando tener los permisos», indicaron desde CCOO según la información que les traslada la empresa.

Ondara ya obtuvo en junio pasado el certificado GMP que acredita que la empresa cumple con los principios de fabricación de sustancias activas. Ahora lo que falta es la autorización para vender lo que se cultivó el año pasado, lo que se denomina proceso de estabilización de la cosecha.