Heraldo-Diario de Soria

Tierra de Sabor, una despensa plena de calidad y cercanía

La Marca de Garantía de Castilla y León distingue ya a cerca de 6.000 alimentos y bebidas con el aval de la producción local y las mejores materias primas. Además, su tienda online conecta directamente a productores y clientes

Tierra de Sabor es un sello para distinguir los alimentos de calidad de Castilla y León.

Tierra de Sabor es un sello para distinguir los alimentos de calidad de Castilla y León.HDS

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Castilla y León es una Comunidad amplia y llena de contrastes. El mapa aglutina montañas salvajes y campos dorados por el cereal, vides regadas por plácidos ríos y pastos salpicados por una ganadería ancestral. Algo similar ocurre con su gran despensa, aunada en este caso bajo la marca de calidad Tierra de Sabor. Lo que nació como un sello para aglutinar a los alimentos de calidad de esta tierra es ya una de sus mejores cartas de presentación dentro y fuera de sus fronteras.

Su trayectoria habla por sí misma. Tierra de Sabor nació en 2009 como una forma de distinguir a los alimentos de calidad de Castilla y León y a sus productores. Hoy son más de 900 empresas y 6.000 productos los que llevan en su etiquetado ese corazón amarillo que distingue a los elegidos. El Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (Itacyl) es el responsable de gestionar este patrimonio comestible y bebible, lo que da una idea de la vinculación de estas referencias con las materias primas de la propia Comunidad.

Garbanzos de Tierra de Sabor.

Garbanzos de Tierra de Sabor.HDS

No es una marca de garantía cualquiera. Prueba de ello es que sus productos ya atesoran otras figuras de calidad o certificados como puedan ser las Denominaciones de Origen Protegidas, las Marcas de Calidad o las Indicaciones Geográficas protegidas. Aún así quisieron ir más allá para sumarse a un club que no por amplio deja de ser selecto. Los requisitos son a priori sencillos: Una calidad contrastada y que tengan al menos una parte de su producción en Castilla y León.

El resto queda abierto a un abanico tan amplio como los gustos de los comensales. Hay grandes empresas que ven en Tierra de Sabor un paso más en su crecimiento y un acicate para innovar sin dejar por ello la materia prima tradicional; hay compañías artesanales, más de 200, que certifican así que las cosas se siguen haciendo bien, como antaño; y hay quien simplemente luce el corazón amarillo como sinónimo de lo que todo consumidor busca, una fuente fiel que le diga ‘esto es bueno’. También es variada en cuanto a sectores. Los más habituales son las carnes y sus derivados, de cuyos embutidos y elaboraciones chacineras se podría escribir una enciclopedia dentro de esta tierra. Le siguen los vinos en una tierra que cuenta sus denominaciones de origen con dos dígitos y las puntuaciones en guías internacionales, en ocasiones, con tres.

No faltan derivados de cereales o los lácteos, que de nuevo despliegan una enorme despensa para ir desde la cuajada a los quesos más fuertes, desde los postres más dulces a la leche producida en Castilla y León. Frutas, hortalizas y legumbres también se suman a Tierra de Sabor y en este caso con total literalidad.

Imagen de lechazo con el sello Tierra de Sabor.

Imagen de lechazo con el sello Tierra de Sabor.HDS

El primer objetivo, el de señalar alimentos de calidad producidos aquí, está más que cumplido con esta trayectoria aunque día a día se siga creciendo y apostando por ser más y mejores. Pero hay otros beneficios que han llegado a la industria agroalimentaria de la mano de un pequeño pero vistoso logotipo. Tan vistoso que precisamente ese es otro de sus logros, el de haber unido productos de Castilla y León para presentarse por todo lo alto en congresos y ferias internacionales. Marcas que quizás por sí mismas no podrían haber estado en el escaparate de las grandes citas gastronómicas, pero que bajo el paraguas de Tierra de Sabor han demostrado que lo bueno gusta en cualquier idioma.

Esa relevancia internacional no ha hecho perder las bases que se plantearon en el origen. Sigue poniendo origen y cara al trabajo de cientos de productores, ofreciendo una trazabilidad máxima y promocionando no sólo alimentos, también una tierra. Además, al ser un sello plenamente ligado a Castilla y León practica la sostenibilidad de forma inherente. Cuanto más cerca se produce menos kilómetros hay que recorrer para ponerlo en la mesa. Menos transporte supone menos consumo de energía, lo cual evita encarecer innecesariamente el producto y es bueno para el medio ambiente. El consumo de proximidad salta a la vista con el logotipo de Tierra de Sabor.

Empleo local para un sabor global

Asimismo, es una fuente de empleo local y especialmente en el medio rural. El 86% de las empresas se encuentra en el mundo rural, fomentando el desarrollo y la vida en el pueblo. La materia prima es clave para optar al sello. Sea animal o vegetal en buena medida proviene de los campos cercanos. Además del obvio impacto positivo en el sector primario y su entorno, también en generador de trabajo en el sector secundario, las industrias transformadoras que han sabido mantener los sabores de siempre pero también sorprender paladares cuando ya parecía todo probado. Incluso en el sector terciario, el de los servicios, también deja su huella.

Es una forma de encontrar producto de calidad tanto en pequeños comercios como en grandes superficies y para quienes lo prefieran ‘hecho’, la respuesta en estos 14 años ha sido imparable. Chefs con Estrellas Michelin, distinciones y premios de todo tipo y repercusión internacional cargan las despensas con productos de Tierra de Sabor como base para sacarlos ya elaborados por la puerta grande. Detrás de un gran plato, entre otras cosas, siempre hay una gran materia prima.

Pero una comida cotidiana en familia también puede disfrutarlos. La seguridad alimentaria es uno de los estandartes de la marca de garantía. Para lucir el corazón amarillo hay que garantizar que tanto el origen como el transporte y el procesado, si lo hay, se realiza sin perder de vista la materia prima y con las máximas garantías sanitarias. En resumidas cuentas, tranquilidad.

Las raíces están claras, pero no lastran el dinamismo. Cuando se produjo el confinamiento la marca decidió seguir llegando a las puertas de sus clientes. Nació así el Market Tierra de Sabor (www.market.tierradesabor.es), una tienda online donde poder elegir sin tener que desplazarse. Ya suma más de 2.000 referencias de 200 productores, así que una vez más siempre hay algo del gusto particular de cada cual.

Este comercio online permite conectar a productores y consumidores con un tiempo de entrega de 24 ó 48 horas salvo en el caso de las islas. El trato es directo con el productor, beneficiando así al agricultor, al ganadero o al elaborador. Sin intermediarios. Sin gastos de envío. La cercanía que ya garantiza de por sí el corazón amarillo en su máxima expresión. Y, claro está, la posibilidad de organizar una cena para esos invitados que se van a presentar en tres días o de celebrar el aniversario sabiendo que todo va a salir bueno. Hay estuches y packs preparados para facilitarlo aún más.

Un placer para los sentidos pero también para parte más racional, o al menos eso es lo que certifican las cifras con las que se va tomando el pulso a la idea para mantenerla siempre atractiva y fiel a sus orígenes. El 97% de los clientes que han utilizado el Market Tierra de Sabor se han mostrado satisfechos con esta tienda online. El 95% de los usuarios lo recomendarían a amigos o familiares. Unas cifras que se unen al ‘notable’ holgado con el que se valora a la marca en general según un informe elaborado por la prestigiosa consultora Nielsen, siendo además el sello de calidad más conocido. No está nada mal para un proyecto que aún no ha cumplido los 15 años y que sigue creciendo día a día de la mano del sector agrario y agroalimentario de Castilla y León.

Gracias a esta amplitud, la misma que la de la tierra que le da sentido, la cosa va más allá de gustos. Hay opciones de Tierra de Sabor para celíacos, para vegetarianos y veganos, para intolerantes a la lactosa… En definitiva, para una sociedad tan poliédrica como lo es Castilla y León.

Así, a caballo entre la raigambre con la tierra y la creatividad de quienes transforman sus productos, Tierra de Sabor sigue sumando referencias y empresas pero sin bajar el listón. La calidad es la base de su éxito y eso es innegociable. Si es bueno, es de Castilla y León y ofrece todas las garantías podrá formar parte de esta gran despensa que se han convertido por méritos propios en otro hito reconocible del patrimonio autonómico, el del buen comer.

Unos preferirán unos productos. Otros se decantarán por otros. Pero está claro que con un abanico como el de Tierra de Sabor siempre habrá una buena lista de alimentos que satisfagan incluso -o especialmente- a los más exigentes. Al fin y al cabo, se dice que ‘somos lo que comemos’. Con Tierra de Sabor, también ‘comemos lo que somos’. Y qué bueno.

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