Infraestructuras
El proyecto del tramo Langa-Aranda prevé 40 meses para ejecutar la obra
El tramo pendiente de la A-11 concluiría en la primavera de 2027 si se licitara en estos momentos, pero por ahora no hay estimación sobre este paso
La construcción del tramo Langa-Aranda transcurría velozmente en sus inicios, tanto, que hubo que el Gobierno tuvo que reprogramar las anualidades. Luego se vio obligado a hacer lo mismo, si bien la reprogramación tenía un cariz muy distinto. “reducir el déficit público y alcanzar el objetivo de estabilidad presupuestaria”, como sucedió en toda España por la crisis financiera. Así que, entre la dificultad general y la de la adjudicataria Corsán-Corvián, el recorrido de la A-11 cuyas obras empezaron en septiembre de 2008 quedó definitivamente parado en mayo 2012. Así sigue, aunque ya se ha puesto al día el proyecto constructivo, que está a la espera de que se licite. Cuando finalice este proceso los plazos de ejecución no variarán excesivamente en relación con la obra original. Si entonces se estimaban 45 meses para dar por concluido el recorrido, ahora el programa prevé 40. Tres años y cuatro meses. Calculando que los trabajos se iniciaran en la actualidad, habría que esperar hasta la primavera de 2027 para circular por la infraestructura.
Sin embargo, las referencias más cercanas sobre una posible licitación no están cerradas. El pasado noviembre, fuentes del Ministerio de Transportes y Movilidad Urbana confirmaban una dilación, debido a la magnitud de las operaciones. Son 22 los kilómetros necesarios para cerrar el recorrido principal de la Autovía del Duero en Soria y dar salida hasta la variante de la localidad burgalesa. Si bien el proyecto está aprobado definitivamente desde julio del año pasado, al parecer se intenta afinar el documento técnico en cuanto a las operaciones de ejecución y ajustarlo a las consideraciones de la evaluación ambiental. El proyecto provisional de trazado, que sirvió para la exposición pública, fija los 40 meses de duración de las obras y establece un presupuesto de licitación con IVA de 166,8 millones. Contando con la vigilancia ambiental y las expropiaciones e indemnizaciones, el tramo sumaría un total de 171,3 millones.
El paso del tiempo y la inflación han pasado una onerosa factura al Langa-Aranda, ya que en su momento la inversión estaba calculada en 64,1 millones. La paralización efectiva desde 2012 culminó de manera desdichada unos esfuerzos y trámites que se remontaban a muchos años atrás y, a su vez, dio paso a una nueva serie de estudios y modernizaciones documentales que ahora parecen haber remontado hasta el punto de la proximidad de la licitación. Una cercanía en todo caso relativa, ya que en noviembre de 2021 estaba la expectativa de que el paso para contratar las obras podría llegar a finales de 2022 o los inicios de este año. De momento, sigue la espera.
En 1997 aparece el primer antecedente para actuar en la N-122. Entonces no se hablaba de Autovía del Duero, sino de una conexión entre Valladolid y la Autopista Bilbao-Zaragoza. Es decir, no había prolongación a Zamora y la infraestructura 'invadía' gran parte de lo que ahora tiene que ver con los programas de la A-15 en la parte oriental de la provincia. En junio de 2002 ya la planificación había cambiado al perfil actual en lo que atañe a Soria y el estudio informativo salía a exposición pública. Sin Declaración de Impacto Ambiental hasta octubre de 2004, en mayo de 2005 el estudio quedaba aprobado definitivamente. Por su parte, el proyecto de ejecución recibía el visto bueno del Gobierno en diciembre de 2007.
En aquel momento, la licitación se produjo con rapidez, dada la complejidad de la maquinaria administrativa. La empresa Corsán-Corvián se hizo con el contrato en julio de 2008. Luego vendrían los problemas de la crisis financiera, tanto para ella como para los presupuestos del Estado, pero la expectativa era alta. En mayo de 2012, los altibajos de una y otros determinaron la paralización que continúa.
El recorrido entre Langa y Aranda es la parte principal que falta de la A-11 en la provincia (faltaría también, la circunvalación hacia la A-15 por La Mallona-Los Rábanos, pero en estos momentos sería un aspecto 'menor') en dirección a Burgos y de ahí a los sufridos recorridos en la provincia vecina y en Valladolid. La realidad en estas siguientes etapas no es muy distinta a la de Soria, con malestar por obras lentas y fatigosos trámites administrativos. Al menos, la conexión soriana está efectuada en su mayor parte.
Son escasos los kilómetros entre Langa y el límite provincial con Burgos. Con sus crisis, retardos y vicisitudes de obra, la A-11 en Soria tiene su tronco cerrado entre La Mallona y Langa de Duero. Un eje occidental que acerca los ansiados dos carriles por sentido a Valladolid, que aportarán una mayor celeridad y seguridad a los conductores, especialmente a los de unos turismos con frecuencia agobiados por la alta presencia de camiones. También aquí hubo que esperar lo suyo, si bien a partir de 2019 fueron entrando en servicio unos tramos que siguieron parecidas incidencias de trámites y de crisis que el Langa-Aranda.
Salvo la rescisión del contrato con la empresa. Después de años sin novedades, estos 22 kilómetros se dieron por zanjados en octubre de 2016, cuando el Gobierno puso fin a la relación con la constructora. Entonces el porcentaje de ejecución representaba únicamente el 4,5%. El resultado, aparte de la espera, un regreso a los expedientes y trámites. La adjudicación del nuevo proyecto revisado sucedió en enero de 2020. En 2015 había abierto la variante de Aranda de Duero que, mientras tanto, se había segregado.
En tanto llega la movilización con el tramo Langa-Aranda, se han sucedido novedades para la parte oriental de la provincia. Y es que la Autovía de Navarra, la A-15 en dirección a Ágreda, ha comenzado a dar señales de que se acerca la maquinaria, bastantes años después de la entrada en funcionamiento de la variante de Ágreda. El recorrido entre Fuensaúco y Villar del Campo está a punto de adjudicar sus obras, después de que hace unos días la Mesa de Contratación del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible apuntara a la oferta de Padecasa Obras y Servicios y Vías y Construcciones como la más ventajosa. La propuesta de la UTE asciende a 99,1 millones. Al concurso acudieron 16 firmas. La propuesta de la Mesa de Contratación a favor de Padecasa y Vías y Construcciones se traduce en que este tramo de la A-15 está a punto de adjudicarse formalmente. La cara más controvertida del programa es el plazo de ejecución del pliego, ya que el adjudicatario tendrá 59 meses para terminar las obras. Se trata de prácticamente 15 kilómetros. Inicialmente, el proyecto asumía que con una distancia así era factible ejecutarlos en 24 meses. Una resolución complementaria de la Dirección General de Carreteras modificó el cálculo hasta los 59, considerando “la disponibilidad presupuestaria actual” y “la posible fecha del inicio de las obras”.