Soria registra el récord de daños al campo que dejan 44,4 millones en indemnizaciones

La sequía de la primera parte del año y el exceso de lluvias tanto en primavera como en otoño han marcado esta campaña los resultados del campo, con récord de daños durante 2023, que han dejado siniestros por valor de 44,4 millones de euros. El triple de las indemnizaciones que recibieron los agricultores y ganaderos de la provincia en la anterior campaña, 12,6 millones, según los datos facilitados por la Agrupación de Entidades Aseguradoras de los Seguros Agrarios Combinados (Agroseguros). Es además la mayor cantidad registrada en los últimos años, e incluso multiplica por diez la abonada al sector en 2020, cuando fueron 4,22 millones de euros.

Esta situación se refleja igualmente en la superficie que se ha visto afectada por los siniestros ocurridos a lo largo de 2023, que cierra con más de 252.000 hectáreas frente a las 139.000 registradas durante el año 2022, de modo que se ha duplicado el terreno dañado en la última temporada agraria.

Sobre todo en la línea 309 de herbáceos extensivos. Las producciones de estos cultivos han sido las que más daños han sufrido la pasada cosecha con 42,34 millones de euros, de los que 39 millones vienen derivados del exceso de calor y la ausencia de precipitaciones, situaciones ambas que han dañado especialmente a estos cultivos. Así, la superficie del cereal y las oleaginosas dañada en 2023 fue de 250.000 hectáreas, es decir, prácticamente el total siniestrado en la provincia. Y la sequía es la responsable de los daños en 183.590,98 hectáreas, casi el 75%, mientras que el pedrisco da al traste con 56.182 hectáreas.

El resto hasta completar el total de las cantidades abonadas se reparte entre los seguros pecuarios, algunas hortalizas, uva de vino, industriales no textiles, tales como la remolacha o el lúpulo, además de frutos secos. Lo cierto es que este año en la uva de vino se han registrado daños en 917 hectáreas, con una indemnización de 1,18 millones, siendo el hielo el culpable del 60% de la superficie.

La comarca de Campo de Gómara se ha llevado la peor parte, con 105.068,49 hectáreas afectadas, el 41% de toda la superficie siniestrada, con daños valorados en 17,49 millones. Le sigue Almazán, con 47.487,79 hectáreas, por las que el campo ha recibido una compensación de 7,74 millones de euros. El Burgo de Osma registra menos superficie afectada, 39.031,77 hectáreas, pero el daño es superior, 9,68 millones de euros. A continuación, Soria, con 24.660,40 hectáreas y 3,82 millones. Y las menos desfavorecidas este año han sido Arcos de Jalón, con 19.654,25 hectáreas y 3,14 millones; Tierras Altas y El Valle, 15.306,94 hectáreas y 2,38 millones; y Pinares, con 896,68 hectáreas arrasadas y 120.406 euros de compensación.

Así, es de lejos el peor año para los agricultores de la provincia, sobre todo en herbáceos. Sobrepasa a 2017, cuya indemnización para estos cultivos fue de 21,38 millones de euros, y a 2012, que cerró con 22,24 millones en daños. El año pasado los daños en cereales y oleaginosas se quedaron en 11,54 millones, mientras que en 2021 fueron 7,86 millones los que percibió el sector a modo de compensación por los siniestros en el campo. En 2020 la situación fue mejor, con 2,43 millones, otros 5,57 millones en 2019, y 5,58 millones en 2018.

A lo largo de los últimos veinte años la indemnización abonada al campo ha resultado de lo más dispar. Fue en el año 2000 cuando los agricultores recibieron 657.093 euros por los siniestros declarados en las 254.771 hectáreas aseguradas. Hasta ahora la cifra récord en Soria se pagó en el año 2012, la considerada como peor campaña de los últimos veinte años y esta campaña se han duplicado las indemnizaciones. Agroseguro inyectó en el sector 22.244.028 euros para paliar los resultados desastrosos de producción. Entonces estaban aseguradas 235.760 hectáreas. Y la segunda peor fue la de 2017, cuando el sector recibió 21.170.626 euros con una superficie total siniestrada que casi llegó a las 184.000 hectáreas, lo que entonces suponía un 74% del total que estaba asegurado, 248.404 hectáreas.

La alta siniestralidad e indemnizaciones abonadas por Agroseguro, confirman los graves efectos de la realidad climática actual, y constata la utilidad y eficacia del seguro agrario para garantizar el futuro y viabilidad de las explotaciones agrícolas y ganaderas. El aumento de los fenómenos meteorológicos graves ha sido constante a lo largo de la última década.

Para la campaña 2024 en las modalidades de otoño del seguro de cultivos herbáceos, que son las que incluyen la cobertura frente a sequía, hasta el momento se han protegido en Soria 227.000 hectáreas para garantizar una producción asegurada de más de 592.000 toneladas y valorada en 132 millones de euros.