Adolfo Martín Escudero: «Mientras haya fiestas como la de San Juan habrá toros bravos»

El propietario de la ganadería Adolfo Martín Andrés, que lleva el nombre de su padre, recibió ayer el Trofeo Celtiberia al mejor Toro de la Feria de San Juan de Soria 2023, por el toro Aviador, lidiado el Sábado Agés. Un premio que es «una satisfacción, que da moral», aseguró Adolfo Martín Escudero, en un tiempo en el que el sector no pasa por su mejor momento por el aumento de los costes. Sin embargo, el mundo del toro bravo sigue teniendo seguidores, también entre los jóvenes, y persistirá «mientras haya fiestas como la de San Juan», «un buque insignia» para el ambiente taurino, como indicó el ganadero, que ofreció un coloquio en el Casino, tras recibir el reconocimiento de la XXXV edición del Trofeo, de manos del presidente de la Peña Celtiberia, Juan Carlos Valero.

«Es un reconocimiento, una satisfacción. Cuando sale un animal muy bueno nos da mucha moral», recalcó el empresario, quien reconoció que las ganaderías ha habido que reducirlas, «las de bravo más todavía. También porque venimos de una pandemia cuando no hubo turos y hubo que matarlos».

Con todo, el sector del toro bravo está aguantando, hay menos toros en el campo, pero existe un gran movimiento en festejo popular y hay una parte de la juventud que se está enganchando otra vez, sostiene el ganadero. «Lo veo bastante mejor en la zona rural que la urbana, donde se ha desconectado un poco, hay ciudades donde cuesta ver el ambiente taurino», afirmó. No es el caso de Soria, de la que alabó sobre todo el encierro de La Saca: «Eso mismo no lo hay en Segovia, Ávila... Las fiestas de San Juan se viven con una intensidad extraordinaria, ojalá hubiera esa intensidad en otras capitales».

Martín Escudero destacó que los toros son «una fiesta ancestral», frente a «un momento donde hay un animalismo urbanita que no entiende lo que ha sido la vida de las gentes en el campo. Araban con bueyes, ¿era maltratar, de qué comían entonces? Les ponían el mismo cariño que la gente de ahora a sus mascotas», recalcó el ganadero, al que avala una trayectoria familiar. Su padre fue Adolfo Martín Andrés, el hermano mayor de Victorino Martín. «Empezaron juntos, el inicio de la historia de los victorinos es Mi historia. Se tiene por vocación», concluyó.