La testigo de Jehová de Soria y la transfusión, un capítulo más en una larga polémica

La testigo de Jehová vecina de Soria que denunció a España por recibir transfusiones de sangre no es un caso único. A lo largo de los años el derecho a la libertad religiosa ha sido confrontado con otros, llegando por ejemplo a sentenciar a unos padres por homicidio aunque posteriormente el Constitucional los absolvió. En el caso de la vecina de Soria será el El Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) quien se pronuncie, pero sea cual sea su dictamen será un capítulo más en una cuestión polémica.

Uno de los casos más sonados ocurrió en Aragón en los años 90 aunque lo resolvió el Tribunal Constitucional ya en 2002. Un chico de 13 años sufrió un accidente con la bicicleta y lo que en un principio era una hemorragia nasal fue empeorando. Sus padres y él mismo manifestaron su negativa a un tratamiento que requería una transfusión de plaquetas, pero el juzgado de guardia lo autorizó. 

El menor se resistió, no se encontró tratamiento alternativo y entre llamadas al juzgado y el empeoramiento del paciente acabó falleciendo días después. Los hechos pasaron por la Audiencia Provincial de Huesca y el Supremo finalmente estimó un recurso de casación para condenar a los padres por "por delito de homicidio con la circunstancia atenuante, muy cualificada, de obcecación o estado pasional".

No obstante recurrieron al Constitucional por la “violación de los derechos fundamentales a la libertad religiosa y a la integridad física y moral, protegidos por los artículos 16.1 y 15 de nuestra Constitución”. Y fueron absueltos. Una muestra de que dependiendo del juzgado, el caso de la negativa a las transfusiones en el caso de los testigos de Jehová puede ir desde un delito muy grave a no existir tal supuesto penal.

Otro caso en el que se observa que es un tema polémico se falló en 2016. Una testigo de Jehová denunció a la sanidad de Catañuña después de solicitar que una intervención quirúrgica con un procedimiento 'sin sangre' y no recibir respuesta en cinco meses. Acabó acudiendo a una clínica privada y reclamando algo más de 22.000 euros. 

En primera instancia se dio la razón a la sanidad pública y se le exculpó. En segunda, el Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC) le dio la razón a la demandante. Habían pasado seis años y dos puntos de vista jurídicos diametralmente opuestos.

El debate no es exclusivo de España. Por ejemplo en Venezuela hay una sentencia de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia por estas mismas cuestiones y de nuevo con un menor como protagonista, lo cual introduce aún más cuestiones que valorar. En este caso el fallo es contundente y viene a decir que hay que ofrecer alternativas y escuchar al paciente, pero si no queda otra vía médica se realizarán las transfusiones como salvaguarda del derecho a la vida.

Los testigos de Jehová consideran como doctrina religiosa de su iglesia la negativa a realizar trasfusiones de sangre y productos hemoderivados desde 1945. Es, por tanto, una cuestión relativamente reciente si se tiene en cuenta la historia de ciertas religiones pero con una trayectoria que ya viene de largo.

En el caso que atañe a la vecina de Soria, se opuso por escrito e incluso con poder notarial a recibir transfusiones en 2017. Sin embargo en 2018 ingresó con una hemorragia en Soria, fue trasladada a Madrid para su tratamiento y allí el juzgado de guardia dictaminó que se le aplicase el tratamiento.

Acudió en primer lugar al Tribunal Constitucional, pero este declaró inadmisible su reclamación de amparo. Fue cuando trasladó su demanda al TEDH por presunta vulneración del respeto a la vida privada y a la libertad de pensamiento, conciencia y religión, cuestiones englobadas en el Convenio Europeo de Derechos Humanos. ¿Hacia dónde irán las deliberaciones de los jueces? De momento son privadas, pero vistos los antecedentes y sean las que sean, a buen seguro continuarán alimentando el debate.