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La capital

Bildu se cuela en el pleno con una moción sobre Pamplona


El PSOE rechaza la pretensión de Vox de condenar el cambio en la capital navarra

Un momento del pleno municipal. MARIO TEJEDOR

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Soria

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La política local pamplonesa, con su repercusión nacional, se llevó el protagonismo en el pleno de Soria. No era difícil que lo hiciera, con sólo un punto de gestión local soriana (y, encima, sin suscitar debate), un panorama estatal complicado y una oposición deseosa de trasladarlo a cuantas tribunas ocupa. Así que Bildu y su alcaldía en Pamplona tras desalojar a UPN con los votos del PSOE se colaron en la asamblea soriana, siguiendo la estela del debate del pasado octubre sobre la amnistía a los independentistas catalanes. Lo de Bildu llegó de la mano de una moción de Vox y lo anterior de otra del PP. El PSOE se negó a condenar la censura a UPN y menos a comunicarla a su Ejecutiva, como pretendía Vox, que obtuvo el respaldo de los populares.

La retórica e interpelaciones gruesas, de las que el pleno suele librarse, desembarcaron con fuerza propia de otros foros, políticos o mediáticos, con unos defensores de la condena entregados al argumentario. El PSOE, por su parte, hizo durante buena parte de la sesión caso omiso de los «golpistas catalanes», el «brazo armado de ETA» , el propósito de «derribar nuestra Constitución y el Estado de derecho» y otras consideraciones que le habían lanzado, como el «ser cómplices» de todo ello, y apostó por burlarse de la moción «constructiva, moderada y muy trabajada» de Vox. Su portavoz, Javier Muñoz,se puso a repasar temas de interés soriano, especialmente sanitarios, sobre los que PP y Vox tienen competencia a través de la Junta y que permanecen enquistados. Lo hizo para contrastar el interés pamplonés con hipotéticas mociones sorianas que pudieran haberse planteado. Y reventar el debate.

Lo consiguió durante bastante tiempo, hasta el punto de que Fernando Castillo, de Vox, y Javier Jiménez, por los populares, se quejaron de que el PSOE no jugaba a lo propuesto. Jiménez contrastó los temas ausentes de la Junta con los pendientes del Ayuntamiento y nuevamente Muñoz se burló, dada esta preocupación soriana «el mismo día en que usted defiende una moción de Pamplona». Las pocas referencias del PSOE a la moción tuvieron que ver con incongruencias del PP en sus relaciones con Bildu y la negativa a «crear un circo en este Ayuntamiento».

Al menos Vox se había esforzado en encontrar algún encaje local al asunto de Pamplona, hablando del «principio de solidaridad» y su supuesta ruptura con consecuencias para el tren provincial.

Más lineal ambulante

La gestión local quedó confinada a un único punto, relativo a la modificación de la Ordenanza de venta ambulante. La norma procede de 2004 y, aunque en estos años ha conocido algunos cambios, es necesario seguir adaptándola, debido a las nuevas condiciones de los negocios y sus medios.

La concejala Teresa Valdenebro expuso el punto, que supone la posibilidad de que los puestos presenten un lineal de 14 metros, con cuatro de fondo. Hasta ahora, las medidas permitidas son de cinco por dos metros. Las nuevas dimensiones máximas vendrán avaladas por los informes de los servicios técnicos y, en su caso, podrán ampliarse, siempre como «excepción». Desde 2004 han variado los «espacios físicos» de la venta y también sus «elementos» recordó Valdenebro. El punto, la aprobación inicial a la espera de posibles alegaciones, fue aprobado por unanimidad.