Los síntomas alérgicos se intensifican con el polen del ciprés, mucho más activo que otros años en Soria

Los alérgicos ambientales ya han comenzado con los síntomas este invierno. El culpable, el ciprés, cuya floración está ahora en plena ebullición y este años está resultando «brutal, más que otros años», debido al ambiente seco y a las temperaturas más altas de lo habitual, según indica el coordinador de la consulta de alergología en el Hospital Santa Bárbara, Jonatan Vicente. «Está ahora a tope, pero estamos viendo pacientes desde hace semanas por este tema», añade.

El alergólogo aclara que no se trata de «una primavera adelantada», como pueden hacer pensar los síntomas de rinitis, picor de ojos y en algunos casos incluso asma y dificultad para respirar. Y es que «este año viene mucho peor y estamos viendo pacientes con más síntomas».

Se trata tanto de alérgicos ya diagnosticados como otros muchos que van «debutando» y que se enfrentan a la duda de qué provoca sus síntomas. Vicente reconoce que en época de gripes y catarros como es el invierno, la aparición de síntomas alérgicos «es muy difícil de distinguir».

Lo cierto es que afecta a un porcentaje muy elevado y los tres alergólogos que prestan servicio en el Hospital Santa Bárbara de Soria ven nuevos pacientes por este problema a diario. «Tenemos mayores de 80 años que están debutando ahora», corrobora el coordinador de la consulta.

Actualmente un tercio de la población padece algún tipo de alergia, tanto ambiental como alimentaria, a medicamentos o a insectos, y las cifras siguen creciendo.

El problema con el ciprés y las arizónicas –plantas de la familia de los setos– es que se encuentran muy presentes en los jardines públicos y privados por ser ornamentales. «Se sigue poniendo mucho porque es decorativo y no requiere mucho cuidado», y ahí está la explicación también del aumento. Tanto que incluso está superando a las gramíneas, típicas de la primavera.

El ciprés, que poliniza en invierno, está dejando volar su polen casi desde Navidad, lo que se traduce en mayor presencia de pacientes alérgicos en la consulta.

Por el momento, las gramíneas no han hecho acto de presencia, pues aunque las temperaturas han sido más altas por el día, las nocturnas frenan cualquier intento de polinizar. Y respecto a cómo será la primavera este año para los alérgicos, Vicente señala que siempre dependerá de las lluvias por lo que aún es pronto para hacer un diagnóstico.

Lo que es evidente es que los síntomas provocados por el ciprés tendrán continuación, sin tregua, con los de las gramíneas, pues el alérgico ambiental suele coincidir en ambos.

Por eso, el alergólogo indica la necesidad de medicarse en cuanto aparecen los primeros efectos pues aunque no es una enfermedad grave sí resulta muy molesta en el día a día. Recomienda también la aplicación de la vacuna, avalada por los datos, que indican que el 90% de los pacientes que la reciben «están mucho mejor».

Más alergia a alimentos

Por otro lado, el coordinador de Alergología destaca el incremento muy notable de las alergias a alimentos, sobre todo a frutas y frutos secos, que vendría motivado por «una reacción cruzada con polen, por las proteínas comunes de frutas y polen», afirma. Una de las que mayor aumento está provocando es el melón, sin síntomas graves, «principalmente pico en la boca». La explicación que se le da a esta circunstancia es que cada vez se consumen más frutas fuera de temporada, que han sido maduradas generalmente en cámaras, y puede que artificialmente. «La alergia es una defensa de nuestro cuerpo, si la alimentación varía hacia el procesamiento y la industrialización, es lógico pensar que el origen está en lo que tomamos, porque el sistema inmunológico no cambia tan rápido», apunta el especialista.