Sanidad
José Luis Molina o 200 donaciones de vida
El presidente de la Hermandad de Donantes de Soria lleva 38 años dando su sangre y su plasma
La sangre no siempre ha sido gratis. José Luis Molina, presidente de la Hermandad de Donantes de Sangre de Soria, lo supo cuando vio una vieja factura de la operación de su madre. Esa revelación y la charla a la que tuvo "la suerte" de asistir por parte de la Hermandad le abrieron el camino que ha recorrido durante 38 años y que hoy ha cumplido números redondos, 200 donaciones de vida.
"Yo siempre lo había tenido en mente pero tras la charla, viendo que se podía hacer y no había ningún problema, di el paso", recuerda Molina, de aquel 1986, con 38 años.
Desde entonces, 115 donaciones de sangre y 85 de plasma engrosan su carné de donante, el número 3.445. Reconoce que desde entonces la cifra de carnés no ha subido mucho, están en torno a los 4.800 en la provincia, pero sí lo han hecho las donaciones de cada persona.
Molina es el que más lleva a lo largo de su vida. "Hay gente de los pueblos que llevan un centenar pero no plasma, y en la capital el que más está en 125", explicó mientras se preparaba para hacerlo otra vez y dejar un poco de su plasma en el en el punto fijo de donación en el Instituto de Estudio de Ciencias de la Salud de Castilla y León, Iecscyl, en el Parque de Santa Clara.
Molina cambió hace unos años la donación de sangre por la de plasma, cuando a Soria llegaron las "máquinas" necesarias para permitir recibir este componente sanguíneo. Principalmente porque, hoy por hoy, es más necesaria porque hay menos cantidad, y sobre todo porque puede extraerse cada 15 días, algo que no ocurre con la sangre, que sólo es posible cuatro veces al año en el caso de los hombres y tres en el de las mujeres.
Este veterano de la donación recuerda cómo la sangre costaba dinero y sólo a partir de los años 70 del siglo pasado, cuando se crearon las hermandades, esa práctica desapareció. "Antes se cobraba. O buscabas un conocido que te pudiera donar, o tenías que pagar. A partir 74, cuando se fundó la Hermandad de Soria, ya no", apuntó Molina que citó una anécdota como ejemplo para destacar la importancia de compartir la sangre: "Una conocida cuyos hermanos sufrían una enfermedad me ha contado que el doctor Carrascosa recolectaba sangre y que, además de lo que iban pagando, le debía un millón de pesetas de sangre. Para que vean la labor de los donantes, una manera de ayudar a nuestros semejantes que no gozan de salud, y por un ratito que donas sangre, que rellenas el papeleo y luego tres cuartos de hora lo haces. Puedes ayudar y merece la pena sacrificarse por los demás", concluyó. Él lo ha hecho ya 200 veces y seguirá.
A partir del 25 de mayo ya no como presidente, pues a sus 75 años está decidido a dejarlo, aunque todavía no hay relevo. Pero la decisión está tomada, precisamente cuando se cumple 50 años de la Hermandad de Donantes de Sangre.
Por otro lado, Molina adelantó que el próximo viernes mantendrá una reunión con la concejala Teresa Valdenebro para trabajar sobre el futuro monumento a los donantes, que resultó ganador en los presupuestos participativos del Ayuntamiento de Soria. "Será una sorpresa que se desvelará cuando se levante la sábana", bromeó.