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Los primeros pobladores de Soria podrían ser mudéjares aragoneses o judíos

La muralla del Castillo será visitable ya en Semana Santa tras la restauración, que saca a la luz el origen de la ciudad, cuya hipótesis de partida es que fue con Alfonso I El Batallador

Cobos, Martínez y Alegre contemplan desde la pasarela el barrio industrial descubierto en el castro.

Cobos, Martínez y Alegre contemplan desde la pasarela el barrio industrial descubierto en el castro.MONTESEGUROFOTO

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Un nuevo mirador sobre la muralla del parque del Castillo condensa el objetivo de la restauración acometida durante los últimos meses, recuperar el origen de la ciudad y mostrar el patrimonio a los ciudadanos de Soria y a los visitantes, haciendo de este enclave un atractivo digno de presenciar. Podrá disfrutarse ya unos días antes de Semana Santa, según avanzó el alcalde, Carlos Martínez, durante la visita a las obras junto al responsable del plan director de la muralla y de la obra actualmente en ejecución, Fernando Cobos.

Tres murallas, un castillo y lo que la rehabilitación ha dejado al descubierto, un barrio industrial que indica que los pobladores del castro se dedicaban, previsiblemente, a la fundición o al tintado de tejidos. Un conjunto de casas que podrán visualizarse desde la pasarela habilitada, que con la ayuda de paneles y guías que se formarán al efecto, permitirá comprender la relevancia de todo lo descubierto.

Según la hipótesis de partida, que debe estudiarse con los restos hallados, los primeros pobladores llegaron con Alfonso I de Aragón, El Batallador, (1073 –1134). Serían mudéjares aragoneses, que fueron sustituidos por judíos, o puede que estos estuvieran desde el principio. Lo que está claro es que los cristianos, llegados del norte de la provincia y La Rioja, lo hicieron más tarde y habitaron fuera de la muralla original, atribuible, presuntamente, a El Batallador.

Sólo posteriormente se levantó una segunda muralla que los englobó. «Hay muchas monedas y cerámica, pero no datos precisos de las primeras ocupaciones y la fundación de la muralla porque son los que fueron arrasados por los siguientes ocupantes», matizó Cobos, quien concretó que todo apunta a que «el origen es un castro ovoide fortificado por Alfonso El Batallador, que tiene dentro tropas reales con población mudéjar y judía, y fuera población cristiana».

Por su parte, Martínez destacó que «se ha conseguido lo buscado hace ocho años al hacer el plan director de la muralla y el castillo, que pretendía encontrar los orígenes del asentamiento poblacional», recordando que la intervención, con unos 2 millones de euros de inversión, buscó el «equilibrio entre el parque del castillo con la rehabilitación patrimonial para descubrir lo que había enterrado».

Ésta es sólo la primera fase, «en la que empiezan a verse cosas», apuntó el responsable del plan director. «Sabíamos que iba a aparecer la muralla exterior, la que baja al cementerio, pero no sabíamos que iba a aparecer un barrio industrial, las distintas etapas de ocupación, el resto inicial de fundación de la ciudad...», señaló Cobos, todo ello muy enriquecedor desde el punto de vista científico.

Desde el arquitectónico y del paisaje, la panorámica ha cambiado, ya que el visitante ahora será consciente de que entra en un recinto amurallado, y podrá hacerlo por la puerta hasta ahora oculta por vegetación y bajo tierra, que gracias al paseo anexo habilitado permite tocar directamente una muralla enterrada durante siglos. «Recuperar la muralla es recuperar la memoria de la ciudad, su sentido», recalcó Cobos.

Según explicó, los primeros sorianos que llegaron se colocaron allí, en el castro, y posteriormente en pequeñas collaciones con iglesias alrededor, que englobarían en una nueva muralla, pero ya posterior, del siglo XIV. «La ciudad se ha ido alejando de la muralla y del río y ha terminado en mitad del campo. Tenemos muchas Sorias, es una ciudad que se mueve y va cambiando de implantación, dejando evidencia en los sitios que abandona», explicó.

Por su parte, el barrio industrial, de los siglos XIII y XIV, deja al descubierto restos de pequeñas fundiciones y de trabajos con tejidos. Una de las sorpresas, como indicó Cobos, es la relación de las edificaciones y las salidas rápidas de agua bien canalizadas, que indica normalmente un uso industrial. «Los medievales no usaban aguas sanitarias como ahora». Pero quedan muchas incógnitas, como de dónde sacaban el agua, un problema no resuelto. Posiblemente fueron fuentes o pozos naturales no localizados, con agua abundante, que se han podido secar desde la Edad Media.

Lo que la rehabilitación ha constatado es que la muralla era mucho más alta, y que lo que se conserva es la base y las salidas de agua, «poco más». «Lo más completo es el recinto exterior del castillo que tiene más altura y que era la más enterrada, donde se conservan todas las saeteras y elementos defensivos de la muralla. Lo que estaba bajo tierra está muy bien conservado en general, lo que estaba por encima, muy deteriorado, también por el expolio», añadió el responsable del plan director, quien recalcó que el resultado es un entorno «sereno» y dispuesto para el disfrute de sus visitantes.

Cambio de sentido del tráfico

Una de las novedades que arroja la rehabilitación del lienzo de la muralla en el parque del Castillo es el cambio en el sentido del tráfico. La razón, dirigir la entrada por la puerta del castillo, hasta ahora oculta por la vegetación y enterrada en parte, que ha visto la luz tras las excavaciones realizadas, que tendrán su continuación en el denominado castillo tardío –donde ahora está la piscina–. Construido al final de la Edad Media en la esquina del castro, se trata de «un castillo para un señor, con torre del homenaje».

«La voluntad es seguir», aseguró el alcalde, Carlos Martínez, «porque queda mucho por descubrir y está pendiente tanto la subvención del Ministerio de Industria con el paño de la calle Alberca, como una nueva fase del 2% Cultural para la culminación del tramo que va desde la ermita del Mirón hasta la puerta de Nájera, y una segunda fase en los restos del Castillo».

Según Fernando Cobos, responsable del plan director, éste establece procesos de restauración básicos y quedan por recuperar algunos tramos que se van a excavar en la zona de la ladera, en la muralla urbana, como en la calle Alberca, y también procesos de excavación y documentación como el que se va a hacer con la puerta de Nájera.

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