La demanda de combustible baja un 32% en Soria en dos décadas
La caída del gasóleo de calefacción lidera la descarbonización en Soria. El consumo de gasolina repunta pero el de diésel agrícola está al mínimo
El uso de combustibles fósiles está en el punto de mira de la Unión Europea y de España. La llamada 'descarbonización' llega al mundo de la automoción, de la empresa y del consumo. Soria no es ajena a este fenómeno y de hecho, en los últimos años se ha reducido sensiblemente el consumo de combustibles, especialmente de los distintos tipos de gasóleo. Por ejemplo, comparando los datos actuales con los de hace 20 años, en el inicio de este año se demandó un 32,5% menos de toneladas de combustibles en general que en el arranque de 2004.
Pero en Soria hay singularidades. Aquí el coche eléctrico o enchufable ha supuesto poco avance. Donde mas se ha reducido la demanda es en la calefacción y en el sector agrario. En la suma de todos los combustibles, en enero de 2004 se consumieron 13.958 toneladas, en el de este 2024 fueron 9.409. El gran descenso no hay que buscarlo en las carreteras, sino en los hogares y el campo según los datos ofrecidos de forma pública por la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (Cores).
En el caso de la bajada en el consumo de gasóleo de calefacción los factores pueden ser muchos y más si se analizan los últimos 25 años, que marcan una clara línea descendente. La red de calor, las ayudas para mejorar los aislamientos, medidas como las etiquetas energéticas de edificios, nuevas tecnologías como la aerotermia, las calderas de pellets, una mayor red de gas, paneles solares para autoabastecimiento, inviernos más cálidos... Es complicado señalar una única causa.
Lo que está claro es el efecto. Haciendo el análisis de cinco en cinco años, en enero de 1999 Soria consumió 4.426 toneladas de gasóleo de calefacción; en 2004 fueron 3.610; en 2009 cayó a 3.337; para 2014 estaban en 3.003; en 2019 el gran descenso lo dejó en 1.580; y en este año han sido 1.343 toneladas. Este último dato es menos de un tercio del registrado hace un cuarto de siglo y deja claro que en el ámbito doméstico sí se avanza hacia la descarbonización.
La segunda área donde el descenso es claro es la del gasóleo agrícola. De nuevo los factores pueden ser variados, desde un menor número de hectáreas cultivadas a maquinaria más eficiente o los vaivenes que depara cada campaña en cuanto a producción. Aquí la línea tiene sus quiebros y no es descendente de forma continua, aunque 2024 marca el mínimo del período analizado.
En enero de este año se consumieron 2.094 toneladas de gasóleo agrícola en Soria. En el mismo período de hace cinco años, hace 15 o hace 20 se pasaba de las 3.000. Hay un 'bajón' bastante singular en 2014, con 2.392 toneladas y por tanto un valor similar al actual. ¿La crisis? ¿Una campaña tardía? Sea como fuere, por encima siempre de los valores de 2024.
En cuanto al gasóleo A, el de automoción, mueve a buena parte de los coches particulares de Soria pero sobre todo tiene que ver con el sector del transporte por carretera. Y no, aquí no se marca un mínimo en la actualidad aunque se quede cerca. En el análisis de los datos de Cores se ve cómo hace una década había menos ‘sed’ de diésel en Soria.
Aquí los factores que pueden concurrir en la variación son aún más complejos. Incremento o reducción de flotas de camiones, demanda de la industria para transportar sus productos, que los usuarios particulares elijan diésel o gasolina, mejoras tecnológicas de los motores, la situación económica e incluso la evolución de las carreteras dictan en parte que se acabe consumiendo más o menos gasóleo A.
El pico de consumo se midió en enero de 2019, con una demanda de 7.330 toneladas por las 5.068 de este 2024. Sin embargo en 1999 (4.236) o en 2014 (4.895) Soria consumía menos gasóleo A en el mismo período. Se ha bajado en los últimos años pero la descarbonización no parece que dependa especialmente de este capítulo.
El de las gasolinas es aún más curioso porque aquí sale de la ecuación el transporte de mercancías, los autobuses, un gran porcentaje de las furgonetas o la inmensa mayoría de la maquinaria pesada. La gasolina va principalmente a llenar el depósito de coches y motos particulares y su volumen total no llega a una décima parte del de los gasóleos de automoción, agrícola y de calefacción.
Hace 25 años, la gasolina de 95 octanos, la de 97 (después desapareció) y la de 98 sumaron una demanda al inicio del año de 1.441 toneladas. No obstante estaba comenzando el proceso de dieselización de España, que impulsó las ventas de motorizaciones de gasóleo a volúmenes nunca antes vistos. Durante tres lustros la demanda de gasolina cayó en picado, seguramente afectada además por la crisis desde 2008. Pero cambió el ciclo.
A comienzos de 2014 se consumieron 696 toneladas, en el mismo período de 2019 fueron 753 y en el de 2024 ha subido a 904. El consumo de gasolina de 98 sigue a la baja, pero en general la descarbonización no llega a Soria sobre ruedas.