Sanidad
La vacuna de la bronquiolitis protege ya al 94% de los bebés sorianos
El éxito de la campaña reduce la incidencia de la enfermedad en un año de bajada de las afecciones respiratorias. El covid registró su mayor pico en verano, tras las fiestas de agosto
El gran número de ingresos infantiles en Soria en 2022 motivados por bronquiolitis, algunos incluso en la unidad de cuidados intensivos, UCI, pediátrica, alertó notablemente a las autoridades sanitarias y buscaron la manera de frenar la proliferación de esta enfermedad que afecta sobre todo a los recién nacidos. Más de la mitad de los bebés están expuestos a este virus en su primer año de vida.
La nueva vacuna del virus respiratorio sincitial, VRS, el causante de la bronquiolitis y de la neumonía, protege ya al 94% de los recién nacidos en la provincia de Soria. Según los datos facilitados por el Servicio Territorial de Sanidad, al cierre del mes de abril son 491 los menores inmunizados. El número de niños no vacunados, porque rechazaron la dosis, apenas se reduce a 12.
Esta inmunización ha motivado una evidente bajada de la incidencia de la enfermedad, como destaca la jefa del Servicio, Elena del Vado, dejando para el pasado las altas cifras de hospitalización de otros años. En 2022 en el mes de noviembre eran más de 40 los menores ingresados. «Este año los niños no han tenido bronquiolitis», apunta.
La campaña de vacunación comenzó en octubre de modo que se fue inmunizando a todos los recién nacidos a partir de esa fecha, y al mismo tiempo se realizaron llamamientos a los alumbrados entre los meses de marzo a septiembre de 2023.
El VRS puede afectar a personas de todas las edades, pero es mucho más común en niños pequeños, de forma que más del 90% de los menores se ha infectado al cumplir los dos años. Además, el virus no deja inmunidad en el niño por lo que se puede volver a infectar aunque lo haya pasado.
Del Vado asegura que, en general, todas las afecciones respiratorias han sido «más livianas» este invierno, por diferentes factores, pero unas temperaturas más altas de lo habitual han sido determinantes. «El frío nos afecta a las defensas. Cuando más baja la temperatura más se resiente el sistema inmunitario», explica.
Y eso es lo que ha pasado con la gripe. Finalizada la temporada de invierno, la incidencia ha sido menor, con picos en la provincia de 250 casos por cada 100.000 habitantes, desde mediados de diciembre hasta principios de enero. «Ha habido años de más de 400», compara la jefa del Servicio Territorial de Sanidad.
Evidentemente las vacunas tienen mucha culpa de esta menor incidencia, y también el hecho de que se comenzara a inmunizar a los niños desde los seis a los cinco años. La cobertura alcanzada en la provincia ha sido del 38,1% de estos menores.
El porcentaje en el total de la población es del 30,4%. Se dispara, como ocurre todos los años, entre los mayores de 75 años. En este invierno que acaba de despedirse ha sido del 84,5%, «muy buena cifra», como reconoce Del Vado. En el colectivo mayor de 60 años rondó el 68%.
Muchos de ellos optaron por inmunizarse también frente al covid a la vez que para la gripe. No obstante, la vacunación en el primer caso ha sido algo más baja. La cobertura para el total de la población ha superado el 22%. Vuelven a ser los mayores los más inmunizados, el 80,5% de los que tienen por encima de 90 años. Del 80,9% en el colectivo de 80 a 90 años;los de más de 60 años se vacunaron en un 60%. Sin embargo, los mayores de 12 años vacunados apenas son el 25%, principalmente porque la tasa de vacunación joven no es muy alta. Como ejemplo, los de 40 a 49 años sólo representan el 4,9%, y los de 50 a 59 el 10,7%. «Se nos ha olvidado un poco», asegura la jefa del Servicio Territorial. Pero el covid sigue teniendo presencia, y no sólo en invierno, como ocurre con la gripe. «Ha habido picos todo el año», comenta Del Vado sobre lo ocurrido en 2023.
El más alto, con 200 casos por 100.000 habitantes, se registró precisamente en verano, en concreto en agosto, justo la semana posterior a las fiestas de la Virgen el día 15. El siguiente, de 100 casos, sí fue en invierno, exactamente en Navidad –entre la semana 52 y la segunda ya de 2024–. Estos datos ponen de manifiesto que la transmisión es el factor más determinante. «Se transmite todo el año y tiene más que ver con el patrón de conducta que con el propio virus», señala la responsable sanitaria sobre unos contagios que siguen produciéndose.
Sobre lo que ocurrirá este verano, si previsiblemente vuelvan a producirse brotes por las actividades de grupo y las fiestas, Del Vado prefiere no pronunciarse, pero sigue recomendando la vacunación como la mejor manera de prevenir, sobre todo en los colectivos más vulnerables o con patologías previas. Sólo hay que recordar que una de las oleadas fuertes en 2020 fue en verano.