Sociedad
El 50 aniversario de la V promoción de Magisterio de Soria reúne a 53 compañeros
Muchos no se habían vuelto a ver desde que acabaron los estudios en 1974
«¿Te acuerdas...?», fue la frase más repetida ayer en el encuentro que festejaron los antiguos alumnos de la quinta promoción de Magisterio de Soria para celebrar el 50 aniversario del fin de sus estudios. Muchos de ellos llevaban todo ese tiempo sin haberse visto, con lo que la emoción presidió la jornada para los 53 compañeros que volvieron a reunirse. Hace 25 años organizaron otra quedada pero entonces sólo asistieron 39.
«Mucha nostalgia, pero también mucha alegría», resumió sobre la experiencia Luis Gonzalo, impulsor de esta iniciativa que permitió a medio centenar de aquella quinta promoción vivir un momento inolvidable en la capital soriana.
La idea le surgió el año pasado al ver cómo celebraban un acto similar en Logroño, la ciudad donde vive, y aprovechando las nuevas tecnologías, las redes sociales, puso en marcha la maquinaria. «Éramos 105 en la promoción pero falta gente. Doce han fallecido y a 16 ha sido imposible localizarlos», reconoció Gonzalo, a pesar de que entre todos han ido creando una red hasta juntar al máximo posible. Ya tienen un grupo de whatsapp que les hace todo más fácil, sobre todo una vez que se han vuelto a poner cara tras los 50 años pasados.
Los antiguos alumnos regresaron desde diferentes provincias, Barcelona, Zaragoza, Valladolid, Burgos, Logroño, Cantabria, Málaga..., y 15 que permanecían en Soria. Una chapa en la solapa, con su nombre y su foto de entonces les permitió ir identificándose, a pesar del paso del tiempo.
Tuvieron tiempo de compartir anécdotas y ‘batallitas’ de aquella época, recordando cuando finalizaron, en 1974, sus estudios de tres años en la entonces Escuela de Magisterio, hoy ocupada por el colegio público de Las Anejas. «Es muy emocionante volver a ver a los compañeros después de tantos años de compartir experiencias. Estamos como en una nube», reconoció Gonzalo sobre una experiencia que se prolongó durante toda la jornada.
La recogida de la chapa identificativa se acompañó con un café por la mañana y el primer encuentro colectivo fue en el atrio de la Iglesia del Salvador, donde asistieron a una misa cantada. El momento cumbre lo vivieron en la escalinata de la Diputación Provincial, de Soria donde quedaron inmortalizados en una fotografía oficial de familia. La comida estuvo amenizada por la actuación de algunos compañeros y el final de fiesta llegó en un discobar de la capital con karaoke y música en directo.