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Infraestructuras

La ejecución del tramo entre Langa y Aranda de la A-11 recibe 14 ofertas

Las principales constructoras se interesan por un contrato valorado en 211 millones, que tiene a Dragados, OHLA, Ferrovial y Sacyr como empresas mejor puntuadas

Estructura y cartel de obras abandonados en el recorrido Langa-Aranda. HDSLTejedor

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Soria

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La construcción del tramo Langa-Aranda ha suscitado el interés de numerosas empresas. No es para menos, ya que la unión a través de la A-11 de la soriana Langa de Duero con la burgalesa Aranda de Duero moviliza nada menos que 211 millones de euros (con impuestos). Semejante presupuesto es completamente tentador para las grandes firmas, que están representadas entre las 14 propuestas que han llegado al Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible. Formalmente, queda poco para que pueda producirse la adjudicación, ya que las ofertas están evaluadas en aquello que depende de juicio de valor y abiertos los sobres económicos.

En los criterios cualitativos, la oferta mejor valorada es la de Dragados, con una puntuación técnica de 100. Pero a muy corta distancia están otras tres propuestas en este apartado dependiente de juicio de valor. Así, la UTE formada por OHLA y ASCH Infraestructuras contabiliza 99,54, por 98,51 de la alianza de Ferrovial y Construcciones y Obras Valbuena. Sacyr Construcción y Collosa se colocan con 98,23 puntos. Desde el punto de vista económica las consideraciones de estos cuatro licitadores destacados (los demás se colocan con 90 puntos y por debajo) están en un entorno parecido: el entorno de los 149 millones de euros. La oferta más cara es la de Dragados, con 149,8 millones. Sacyr-Collosa y Ferrovial-Valbuena tienen, respectivamente, un ‘pico de 66.000 y 258.000 euros por encima de los 149 millones. OHLA y ASCH ofertan 149,3 millones para la conexión de la A-11 entre las provincias soriana y burgalesa.

El recorrido entre la localidad soriana y la variante de Aranda comprende 22 kilómetros y su plazo de ejecución es de 37 meses. La previsión de tiempo recorta ligeramente las previsiones del proyecto base de la licitación, ya que estimaba 40 meses.

Es la segunda vez que el Ministerio tiene que licitar el tramo, que permanece paralizado desde 2012. Este fragmento de la A-11 conoció primero los rigores de la crisis financiera y la congelación por parte del Gobierno de numerosas infraestructuras programadas o en marcha, como este recorrido. A esta suspensión presupuestaria se sumaron más tarde las complicaciones de la empresa, Corsán-Corvián, que había comenzado la obra en septiembre de 2008. Entre unas cosas y otras, el Langa-Aranda estaba de hecho parado desde mayo de 2012, sin que pudieran fructificar los esfuerzos para su reanudación. En este tiempo hubo que poner al día el proyecto, cuya aprobación se hizo en julio de 2022.

El bloqueo de años y la depreciación ha supuesto una costosa actualización de los precios, ya que en su momento la inversión ascendía a 64,1 millones y ahora el presupuesto asciende a 211 millones. En cuanto al plazo de ejecución, originalmente era de 45 meses. En la ‘rebaja’ actual hay que tener en cuenta la ejecución ya realizada en su día y abandonada luego.

La primera referencia de autovía en esta zona consta en 1997, aunque entonces no se proyectaba como Autovía del Duero, sino como una conexión entre Valladolid y la Autopista Bilbao-Zaragoza. En junio de 2002 la planificación era ya otra, acorde a lo que ahora está en marcha. La Declaración de Impacto Ambiental llegaba en 2004 y en 2007 la aprobación del proyecto. Corsán-Corvián se adjudicó la obra en julio de 2008.