El PP pregunta si el mantenimiento de la Juventud de Soria empleó a ‘sin papeles’

Un asunto laboral en unos trabajos promovidos por el Ayuntamiento copó el interés más local en el pleno. Fue en el turno de ruegos y preguntas, cuando el PP se interesó por la situación de las tareas en el polideportivo de la Juventud, toda vez que le había llegado la información de que la adjudicataria del mantenimiento tenía a personas ‘sin papeles’ trabajando. El caso se destapó en plena jornada del Lavalenguas y el concejal Javier Jiménez no dudó en hablar de «presunto delito de contratación ilegal de extranjeros» y «tráfico de mano de obra». Los populares pidieron que se suspendiera cautelarmente el contrato con la empresa implicada, si hay base sobre las comprobaciones de la Inspección de Trabajo. Y, en general, que «se rescindan todos los contratos existentes con ella».

Al parecer, el PP tenía bastante más datos de los que alegaba al preguntar o, al menos, así lo interpretó el interpelado, el alcalde, Carlos Martínez. El regidor descartó responsabilidad municipal, al tratarse de un asunto entre empresas y giró a lo técnico-político asegurando que el trasfondo u «objetivo último» de los populares era que no abra la piscina de La Juventud. Eso o la demora sería la consecuencia de rescindir el contrato.

«Sé que hubo una inspección», señaló el alcalde, quien se declaró consciente de los «rumores que existen» sobre el acta levantada. Por lo visto, la adjudicataria tenía subcontratadas algunas labores y es aquí donde se produjeron los supuestos problemas. Si realmente se ha producido una infracción corresponderá a la Inspección de Trabajo determinarlo y a partir de ahí llegará la reacción local. No se va a adelantar el Ayuntamiento con rescisiones sin conocer la sustancia, que luego llegan las reclamaciones, como sucede con los «pelotazos» auspiciados por el PP en pasados mandatos. Una referencia al cerro de los Moros y su embrollo judicial.

«Señor Jiménez, el asunto viene de donde viene, seamos serios», declaró crípticamente el alcalde y nada tiene que ver con un escándalo Watergate «por mucho que sea una piscina», ironizó. Martínez recelaba de la intencionalidad política de la pregunta, pues por su exposición estaba claro que «hace usted la pregunta y la respuesta».

El alcalde lamentó el lenguaje grueso («contratación ilegal», «tráfico de personas») y la petición, llegado el caso, de una comisión de investigación. Las obras de mantenimiento vienen exigidas por otra inspección, la sanitaria de la Junta, que a juicio del alcalde utiliza estrictos criterios de apertura para Soria y es bastante laxa en otras piscinas de la provincia. Lo sabe el alcalde de primera mano, como usuario de instalaciones fuera de Soria y, es de suponer, fijarse en el estado de los recintos.

De momento, el PP esperará a conocer los resultados de la Inspección de Trabajo, explicó por la tarde Belén Izquierdo. La portavoz centró la pregunta de la mañana en los «rumores» del día del Lavalenguas, a raíz de la aparición de tres coches de la Policía Nacional en la Juventud. «Nos han dicho que había varios» ‘sin papeles’. Cuatro para unos, cinco para otros.