El Consistorio lanza la Zona de Bajas Emisiones, que no será ‘ejecutiva’
Licita en 548.000 euros los dispositivos y señalización del área semipeatonal en su mayor parte y descarta limitaciones dado que Soria no tiene obligación de implantarla
Aprovechar los fondos europeos, recopilar datos, establecer mejoras y concienciar sobre los ‘objetivos 2030’ y la reducción de emisiones. Todo esto se relaciona en el diseño de la Zona de Bajas Emisiones, cuyo suministro de elementos y organización ha licitado el Consistorio. Si bien una zonificación tal conlleva límites y restricciones al tráfico bajo ciertas circunstancias no será así en el caso de Soria. La Zona no tendrá carácter ‘ejecutivo’, en la medida en que los niveles de contaminación no son preocupantes y que Soria no tiene obligación legal de implantarla, (al contar con menos de 50.000 habitantes), explicaron fuentes municipales. El contrato sale a licitación por 548.000 euros.
Aunque no es obligatoria para Soria, la ciudad no pasa la oportunidad de captar fondos europeos. El contrato viene avalado por el Plan Nacional de Recuperación, Transformación y Resiliencia y con el dinero se busca instalar todos los dispositivos para tener la Zona de Bajas Emisiones lista y operativa. Esto significa que, si bien no se prevén restricciones ni etiquetados para el acceso de vehículos, todo estaría listo si cambiaran las circunstancias de contaminación u obligatoriedad. La intención del Ayuntamiento es hacer hincapié en los ‘objetivos 2030’ y las menores emisiones, recopilar información y posibilitar perfeccionamientos de circulación, por ejemplo los relacionados con la carga y descarga en el área.
Un espacio que básicamente coincide con el centro peatonal y las semipeatonalizaciones y que va de la concatedral al alto de la Dehesa. El listado de calles incluye el paseo de San Andrés, Mosquera de Barnuevo, Espolón, Ferial, Santa María, Dehesa Serena, Obispo Agustín, Tirso de Molina, Santo Tomé, Tejera, Nuestra Señora del Azogue, San Pedro, Postas, San Lorenzo, Betetas, San Juan de Rabanera, Caballeros, Ramón y Cajal, Mariano Granados y Nicolás Rabal.
En cuanto a los elementos necesarios y que salen a licitación, el contrato comprende un sistema de cámaras, el centro de control virtual, paneles informativos LED, señalización vertical y horizontal y estaciones para medir la calidad del aire. «Para poder cumplir con los plazos de implantación y teniendo en cuenta los tiempos de suministros e instalación de los mismos, así como los de puesta en marcha de la plataforma, se hace necesario la licitación de todos estos elementos previo a la Ordenanza», señalan las condiciones de contratación.
Desde el punto de vista municipal, la implantación de la Zona de Bajas Emisiones «contribuirá a la mejora de la calidad del aire en la ciudad y de los niveles de ruido y a reducir las emisiones de gases contaminantes de los vehículos a motor con combustible fósil, contribuyendo así a los objetivos de desarrollo sostenible».
Igualmente, «producirá cambios importantes en el reparto modal contribuyendo a una mayor participación de modos de desplazamiento más eficientes (transporte colectivo, movilidad compartida) y de movilidad activa a través de la marcha a pie, la bicicleta, así como disminuirá la ocupación del espacio público por vehículos privados en calzadas y carriles de circulación».