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Paisanaje

Carmelo Esteban: «En Medinaceli me he ido empapando de la esencia del ser»

Dedicado a la escultura durante su tiempo libre, este artista autodidacta atesora un amplio currículum de exposiciones, premios y encargos

El escultor Carmelo Esteban.HDS

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Soria

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Aunque nació en Zaragoza, Carmelo Esteban se considera soriano ya que vive en Medinaceli desde los diez años. A pesar de dedicarse a la hostelería, tiene una pasión, la escultura, a la que dedica todo el tiempo que puede. Indica que es «autodidacta» comenzando en serio «hace unos ocho años». Realizó su primera exposición en el Palacio Ducal de Medinaceli en 2018. Su director, Miguel Tugores, señala que «no es muy normal la carrera que llevo ya que a pesar de que es corta en el tiempo he realizado bastantes exposiciones y recogido varios galardones».

Entre ellos, el último hace unos días gracias a su obra ‘El Barrio de las letras’ con la que ha logrado la Medalla de Escultura Luis Benedito Vives en el XI Certamen San Isidro organizado por la Asociación Española de Pintores y Escultores.

Esteban asegura que en Medinaceli «me he ido empapando de la esencia del ser, fluyendo mis inquietudes escultóricas... Descubro la belleza de lo figurativo, de lo abstracto, en un binomio complementario. Me parece que resulta imposible mirar una obra abstracta sin apreciar referencias del mundo representativo, igualmente que es difícil crear una obra muy figurativa y no apreciar las abstracciones que contiene. Esa es mi determinación, asumir el binomio existencial construcción/ destrucción, creando obras metafóricas, sobrias pero vinculantes».

Este artista se dedica a la hostelería ya que «vivir del arte es difícil». En su camino autodidacta «he aprendido a soldar ya que me gusta trabajar con hierro y acero y poco a poco voy evolucionando». Respecto a los materiales, indica que le gusta mucho el acero pero también el hierro usado. Y su comunión con la madera o con el hormigón: «Me gusta combinar la madera con otros materiales». Respecto a su forma de trabajar, apunta: «Con el acero, por ejemplo, tengo una idea, preparo los bocetos, pido el material y la plasmo», explica el escultor. Sin embargo, al trabajar con hierro usado «el trabajo es al revés ya que esa pieza me transmite algo a lo que intento dar forma». Dentro de esa evolución o esa transformación de la que habla, apunta que «ahora pinto las piezas ya que antes no lo hacía».

Carmelo Esteban cuenta «con dos tallercitos en los que trabajo y voy guardando las piezas. Tendré más de 60 aunque lo cierto es que he vendido muchas», asegura.

En este momento, «estoy inmerso en tres proyectos diferentes de gran tamaño. Uno para el Ayuntamiento de Valencia, otro para un coleccionista privado y otro sobre igualdad. Todos ellos en acero y hierro porque la envergadura de los encargos así lo requiere», explica sin querer entrar en más detalles. Así, poco a poco «voy sumando proyectos».

Carmelo Esteban no habla de musas nocturnas. «No tengo momentos, tengo tiempo. Cuando dispongo de tiempo libre es el momento y es cuando me pongo a trabajar aunque sí es verdad que hay veces que estoy trabajando y me pasa una idea por la cabeza que tengo que plasmar en papel. Otra vez, estando de vacaciones en Gandía me traje un poco de arena de la playa porque la necesitaba para una obra que tenía entre manos... Lo cierto es que la mente de un artista nunca para. Siempre estamos en continúa ebullición».

En los últimos años «esta pasión por expresar mis inquietudes y sentimientos a través de mis obras me ha llevado a participar en ferias de arte internacionales (Frankfurt, Milán, Austria, Cáceres, Luxemburgo...)» y a ser premiado con mención de honor en el 60º certamen San Isidro de Artes plásticas organizado por la AEPE 2023, por ejemplo, entre otros muchos galardones.